El Ayuntamiento aprobará este lunes la ordenanza de movilidad para la implantación definitiva de la ZBE

Actualmente la zona de bajas emisiones de Granada se encuentra en periodo de pruebas y aquellos vehículos no autorizados que están accediendo a los espacios restringidos están recibiendo una notificación meramente informativa. A partir del 1 de abril, fecha oficial de entrada en vigor de la ZBE, comenzarán las sanciones.

Jorge Saavedra ha señalado que «terminamos el año dando un fuerte impulso a la movilidad, en busca de una ciudad más sostenible, más amable y con una mejor calidad del aire, continuando con el trabajo para cumplir con la implantación de la ZBE que nos marca Europa».

El propósito de esta Ordenanza General de Movilidad, necesaria para la implantación de la ZBE, es que ayude a actualizar y recoger «las diferentes normativas en materia de movilidad que se han ido implementando desde los años ochenta en la ciudad de Granada, con el fin de generar un espacio normativo único y transversal que recoja todos los aspectos relacionados en el tráfico, los aparcamientos públicos, los transportes y la movilidad en general de la capital», ha explicado el edil.

La nueva ordenanza tiene como objetivo principal la unificación de todas las normativas dispersas en una sola, «lo que permitirá una mayor claridad y eficacia en su aplicación», ha subrayado Saavedra. El capítulo dedicado a la regulación de la ZBE establece criterios claros para la regulación del acceso de vehículos a la ciudad, incluyendo excepciones y autorizaciones que buscan garantizar la accesibilidad y la funcionalidad, atendiendo tanto a las necesidades de colectivos específicos como a los servicios esenciales de la ciudad.

Jorge Saavedra ha detallado que, entre las distintas innovaciones, se pueden destacar la regulación actualizada para peatones, bicicletas y vehículos de movilidad personal (VMP) e incorporando además la obligatoriedad del uso del casco para los usuarios de VMP en todos los casos.

También se recoge la posibilidad de implementar zonas de reserva específica de estacionamiento y circulación para residentes con motivos justificados de seguridad vial, así como la creación de un manual de señalización y semaforización de carácter obligatorio, documento normativo que define y unifica la ejecución de la señalización en la ciudad.

Por otra parte, se clarifican los límites y condiciones para la circulación de vehículos pesados dentro del ámbito urbano de Granada, mejorando la seguridad y la fluidez del tráfico; también se contempla la incorporación en zonas peatonales y residenciales de una franja horaria a primera hora de la mañana y tipología de vehículos para realizar labores de reparto de mercancías.

Igualmente, se regula de forma específica la circulación y estacionamiento de empresas de mudanzas y del transporte discrecional y se define de una forma más detallada de las distintas tipologías de vías existentes en la ciudad. Además, en la futura Ordenanza General de Movilidad se incorporarán regulaciones específicas para los parkings públicos, «una asignatura pendiente de la ciudad, con el fin de mejorar su gestión y adecuarlos a las demandas actuales», ha subrayado el edil.

Saavedra ha explicado que, tras la aprobación del Proyecto de Ordenanza por la Junta de Gobierno Local de este lunes, tendrán lugar nuevos procesos participativos ciudadanos hasta marzo de 2025, para su aplicación a partir del mes de abril, una vez realizados estos.

Jorge Saavedra subraya que «seguimos el camino de la gestión y la simplificación administrativa, ya que esta Ordenanza clasifica y engloba 9 ordenanzas antiguas, algunas de los años 80, en una única norma actual, adaptada a los tiempos»

Al hilo, ha añadido que «ya se ha realizado durante el mes de julio una Consulta Pública Previa a través de la página web Granada Decide, en la que ya ha existido una favorable acogida con la aportación de diferentes sugerencias por particulares, asociaciones vecinales y empresas representativas del sector.

Uno de los puntos a aprobar es la licitación de contratos relacionados con la señalización del perímetro, asistencia técnica y control de accesos de la ZBE, cuya inversión total asciende a 653.555,11€.

En cuanto al proyecto de instalación de señalización del perímetro de la zona, consiste en establecer las condiciones técnicas que han de regir la contratación del servicio de instalación de señalización vertical y horizontal en el área que delimita la ZBE, con un plazo de ejecución de tres meses, ha reseñado el edil.

Esta señalización debe de dar respuesta a la necesidad de información inmediata que reclama el conductor, la cual favorezca la delimitación perimetral de la Zona de Bajas Emisiones cumpliendo con la sencillez, no debe de figurar más información que la estrictamente necesaria ya que el exceso de mensajes interfiere en el proceso de comunicación; la uniformidad.

Para el perímetro de la ZBE establecida se han definido puntos de entrada repartidos por todo el perímetro, según los sentidos actuales de la circulación de las calles: Camino de Víznar; Carretera de Alfacar; Pedro Machuca; Joaquina Eguaras; Santiago La Espada; Avenida Juan Pablo II; Cerrillo de Maracena; Avenida de Andalucía; Avenida El Florío; Bobadilla; Avenida Alpujarras; Río Beiro (viales); Méndez Núñez; Camino de Purchil; Neptuno; Vegas del Genil; Fernando de los Ríos; Ogíjares – PTS; Emperador Carlos V; Camino Bajo de Huétor; Camino Caicena; Camino Real de los Neveros; Carretera de la Sierra - Santa María de la Alhambra; Cementerio – Alhambra; Camino Viejo del Fargue; y Carretera de Murcia.

Jorge Saavedra ha indicado que «dada la complejidad en el control del área que engloba las medidas de restricción del tráfico, se hace necesario establecer un sistema de control de accesos mediante cámaras, con el objetivo de poder gestionar la limitación gradual de acceso a los vehículos que no cumplan las condiciones medioambientales establecidas para la preestablecida ZBE».

El edil ha recordado que, para el control de la ZBE se han establecido un total de 26 puntos de acceso a la ZBE, antes mencionados, repartidos por todo el perímetro y que garantizarían, según los sentidos actuales de la circulación de las calles, el control de todos los posibles accesos.