Los autónomos mantienen el paro masivo pero se descuelgan empresas grandes de transporte de Granada

«El ánimo está caldeado porque nuestro Gobierno se encarga de retrasar la solución, pero al final escucharnos nos van a tener que escuchar», resumía Víctor Cortés, un transportista de Alhama de Granada que, junto a casi un centenar de compañeros integraba el piquete informativo que volvió a hacer guardia ayer a las puertas de MercaGranada.

«O sacamos alguna mejora de ésto o que se queden nuestros camiones porque no podemos seguir trabajando así, ya no tenemos nada que perder», apuntaba otro de los transportistas en el piquete.

Están indignados con el Gobierno que hoy se sentará a negociar –y asegura que no se levantará sin acuerdo– pero volverá a hacerlo con el Comité Nacional del Transporte, un órgano que, según los transportistas que secundan el paro, a ellos no les representa.

Las interlocutoras del Gobierno serán así las federaciones que integran la patronal del sector, mientras sigue excluida de la mesa de negociación la Plataforma en defensa del transporte de mercancías por carretera, que es la que ha convocado el paro y ha logrado poner en pie de guerra a los transportistas autónomos y pequeñas pymes.

Mientras otros centros logísticos de la provincia permanecieron despejados, la décima jornada de paro de los transportistas volvió a tener a MercaGranada como epicentro de la protesta.

Allí, Víctor y sus compañeros desplegaban sus argumentos para convencer a los transportistas que estaban trabajando, la mayoría asalariados. «Párate con nosotros, ésto es para ti también, es para todos», rogaba Víctor, mientras sus compañeros se limitaban a entregar octavillas a camiones y furgonetas. Los agentes de la Policía Nacional y Policía Local que vigilaron MercaGranada no tuvieron que intervenir en ningún momento ya que el que quiso pasar lo hizo sin coacciones.

El piquete discurrió de forma pacífica sin más presión que algún improperio –«¡las cuatro ruedas se te tenían que pinchar!», «¡anda que vas a heredar la empresa!»– para lo que continuaban y aplausos entusiastas a los compañeros que se daban la vuelta. «Ya quisiera yo estar con vosotros», suspiraba un chófer al volante de la camioneta de una empresa de bollería. «¡Venga súmate, no te pueden obligar a trabajar!», le aseguraban. No le convencieron.

Pasadas las once y media de la mañana, los transportistas que integraban el piquete de MercaGranada decidieron pasear su protesta por el centro de la ciudad, con una caravana lenta de vehículos. Eso sí, tuvieron que conformarse con sacar sus coches particulares para sortear la prohibición del Ayuntamiento de Granada que ha publicado un decreto que impide la entrada de vehículos pesados a la ciudad, salvo por justificación de trabajo. La prohibición, activada por primera vez y tachada de «sectaria» por el Partido Popular, está amparada en la lucha contra la contaminación y ha evitado que las marchas de los transportistas colapsen el centro la ciudad.

Al volante de sus vehículos particulares y apoyados de nuevo por agricultores, los transportistas salieron en dos grupos –uno de quince coches y otro con más de cuarenta– y circularon en caravana a una velocidad de treinta por hora. En todo momento se mantuvieron en el carril de la derecha y siguieron las indicaciones de la Policía Local para no colapsar el tráfico y evitar multas. La circulación no se vio gravemente afectada en el centro, tampoco el transporte público y no hubo sanciones, según confirmó la Policía Local.

Los coches, con banderas de España y Andalucía y carteles alusivos a la protesta, entraron por la Avenida de Andalucía y tras un recorrido por Camino de Ronda, Jardín de la Reina o Arabial volvían dos horas y media después a MercaGranada.

Por otra parte, fuentes de este operador logístico señalaron que la actividad está «cada vez más normalizada» y que va entrando más mercancía. En la nave del pescado, volvieron a trabajar ayer todas las empresas, aunque con problemas de abastecimiento.

Mientras la principalcooperativa de transporte de la provincia, Comotrans de Motril, seguía con la gran mayoría de sus camiones aparcados ayer, porque son autónomos, otros grandes operadores logísticos de Granada, que llegaron a parar los primeros días por la acción de los piquetes, han vuelto al tajo. Estas empresas se están viendo beneficiadas por las medidas del Gobierno que está permitiendo más horas al volante, aunque ésto también está siendo duro para ellas.

«Nos han pinchado ruedas en Motril y Bailén», explicaba el gerente de una de estas grandes operadoras que prefiere omitir el nombre, para evitar verse señalada. «Compartimos las reivindicaciones y estuvimos los primeros días parados pero la competencia ha empezado a funcionar, los clientes presionan y no podemos permitirnos perder contratos», esgrimía el directivo, que recordó que una compañía con cientos de camiones «no aguanta más parada porque los costes y obligaciones siguen corriendo».