Más autobuses desde el miércoles para garantizar la distancia entre pasajeros

El cuadro de las fases de desescalada presentado por el Gobierno contempla para la 'cero', la actual, un «incremento progresivo de frecuencias en el transporte público, especialmente en hora punta». Ypara la primera fase, la vuelta a niveles de oferta de servicios de entre el 80 y el 100%. Sólo se alcanzaría el 100%en la última fase. Estos porcentajes no hacen referencia a la ocupación de los autobuses, sino a la cantidad de flota en circulación, tomando como referencia para el 100% el número de vehículos que circulaban antes del estado de alarma.

Con respecto al aforo del transporte público, la orden más específica llegó el domingo. Las empresas deben adoptar las medidas necesarias para procurar la máxima separación posible entre los viajeros, «de tal manera que no podrán ser ocupados más de la mitad de los asientos disponibles respecto del máximo permitido». De pie sólo pueden ir dos personas por metro cuadrado.

El cambio que prevé el Ayuntamiento para garantizar estas circunstancias revertirá, en parte, las modificaciones que activó el pasado 1 de abril, dos días después del inicio de la fase de 'hibernación económica'. Para cumplir con la orden del Gobierno central de adaptar el transporte público durante toda la semana a los ritmos de sábados y domingos se redujeron entonces el número de vehículos en circulación y el horario de servicio. Esto se tradujo en un tiempo de espera del autobús que oscilaba entre los 20 y los 60 minutos. La flota dejaba de moverse a lo largo de la tarde, entre las 20.45 y las 22 horas. La línea S0 quedaba aparcada a mediodía y las líneas 25, C30, C5 y las universitarias se suspendieron.

Para llegar a las modificaciones que se anunciarán hoy, Transportes Rober ha hecho un seguimiento diario a pie de parada del número de pasajeros. Los revisores anotan en paradas como la de Puerta Real la ocupación de la línea 4, el corredor que atraviesa la ciudad desde el PTShasta la Chana, con los autobuses de mayor capacidad y, habitualmente, la más concurrida. Minutos antes de las 10 transportaba a 16 personas, tres de las cuales tuvieron que quedarse de pie.

«Tenemos a todo el personal de inspección desarrollando sus tareas, entre ellas el control de la demanda de viajeros y el cumplimiento de las obligaciones marcadas por el gobierno para la actual fase cero», explicaron desde la empresa Transportes Rober.

Una de esas obligaciones es, desde ayer, el uso de la mascarilla para prevenir contagios en el transporte público. También en el metro se ha estrechado el control. Personal de seguridad y supervisores son los encargados de controlarlo, aunque por norma general hace días que la mascarilla es un elemento más en la vestimenta de los pasajeros. Aquí, la ocupación sigue en ascenso. En las primeras horas punta del estado de alarma era difícil ver trenes con más de una quincena de pasajeros. Esta cifra se redujo durante la etapa de 'hibernación'.

Ayer, como presenció IDEAL, había pasajeros que se tenían que quedar de pie para guardar las distancias de seguridad en la unidad que llegó a Recogidas, desde Albolote, veinte minutos antes de las nueve con 26 ocupantes. Son 48 las plazas para viajeros sentados, por lo que si todos hubieran optado por sentarse, no se cumpliría –por poco– el objetivo de dejar libres el 50% de las plazas. El aforo de los trenes, no obstante, es de 322 viajeros en total, por lo que de pie queda espacio suficiente.

Por ahora no hay novedades en las frecuencias de los transportes públicos gestionados por la Junta. Metro de Granada desarrolla pruebas para 'enganchar' dos unidades y doblar así su capacidad, pero sigue la disminución de las frecuencias de paso y la supresión del horario de madrugada durante el fin de semana. En cuanto a las líneas de autobuses metropolitanos, se mantiene vigente el cuadrante de horarios establecido durante la hibernación, que incluía la supresión de 13 conexiones.

Con el notable aumento del número de pasajeros, la mascarilla ha pasado de ser una recomendación –hace tres semanas– a un elemento obligatorio. La mayor parte de los usuarios habituales ya se había acostumbrado a su uso. Los voluntarios de Protección Civil que empezaron a repartir, junto a personal de Transportes Rober, 12.000 de las 282.000 de tipo quirúrgico y gratuitas que el Gobierno distribuirá en toda la provincia apenas encontraron pasajeros que no las llevaran.

Berta Peinado es voluntaria de ProtecciónCivil y lleva desde el inicio del estado de alarma participando en acciones solidarias: desinfección, reparto de alimentos o toma de muestras de posibles afectados por la Covid-19. Ayer repartió mascarillas en Puerta Real por cuarta vez, tras las tres jornadas posteriores a la salida de la hibernación económica. «Todos son muy agradecidos, y nadie pide sólo una. Se llevan varias, pero se entiende, porque es por seguridad», explicaba. «Casi todo el mundo es muy responsable, luego hay a quien hay que recordar que es obligatorio el uso de la mascarilla en el autobús».

Ayer se distribuyeron hasta las 10 de la mañana en puntos como las estaciones de trenes y autobuses, Caleta, GranVía, Puerta Real, Palacio de Congresos, Méndez Núñez, Recogidas, Hípica, Palacio de Deportes y PTS. Este martes seguirá el reparto.

En principio, el objetivo es regalarlas a los usuarios del transporte público. Pero hay decenas de peatones, ciclistas, motoristas o conductores de taxis –aquí también son obligatorias– que se acercan a las paradas para solicitar la protección o preguntar dudas. «¿Estas se pueden limpiar, pulverizarlas con desinfectante o algo?», preguntaba ayer un ciudadano a los voluntarios frente al teatro Isabel La Católica. «Mejor airearla, dejarla varios días al aire», recomendaba uno de ellos. Otro pidió cuatro para llevar a casa.