Arranque tranquilo del fin de semana con 14 denuncias por fiestas en pisos y botellones

«Parece que los botellones han pasado a ser lo que eran antiguamente, disfrutar de unas vistas sin que ello estuviera necesariamente asociado al consumo de alcohol», se congratulan en el Consistorio, tras el recuento de unos datos «positivos», aunque insisten en mantener la prudencia hasta tener un balance del fin de semana completo. Las 14 denuncias notificadas por fiestas y botellones quedan lejos de la treintena que se llegaron a registrar en algunas noches desde el inicio de la pandemia. La Policía Local desarrolló un dispositivo específico que cubrió las zonas de mayor afluencia habitual de la capital, entre las que se incluyen miradores, como el de San Miguel o el de San Nicolás, y vías tan concurridas como Ángel Ganivet o Pedro Antonio de Alarcón. «La verdad es que ha habido mucha gente las calles, pero las incidencias registradas francamente han descendido», reconocen las citadas fuentes.

El bullicio vespertino en las zonas de tránsito intenso del centro de la capital se dividió entre bares, restaurantes y pubs conforme cayó la noche. Puntos de reunión habitual para hacer botellón, como el Camino del Avellano, quedaron casi vacíos, a excepción de algunos grupos reducidos de jóvenes que huyeron de los locales. En el mirador de San Miguel Alto sí se dieron cita alrededor de cien personas, pero en su inmensa mayoría simplemente disfrutaron de las vistas que ofrece la ubicación. «Los pocos casos de consumo de alcohol en la vía pública que se detectaron se han denunciado», puntualizan.

En concreto, el cuerpo de Policía Local involucró por turnos a 200 agentes durante toda la jornada del viernes, de los que 159 patrullaron en la calle. En horario nocturno, fueron 32 los efectivos que velaron por la seguridad ciudadana y el cumplimiento de la normativa. En este sentido, se prestó especial atención a que los locales no excedieran su horario de apertura permitido, fijado en consecuencia del nivel de alerta sanitaria aplicado en cada municipio. En la capital, quedó señalado a las 00.00 horas para bares y restaurantes; a las 2.00 horas para establecimientos de ocio nocturno. «Contactamos con los encargados de cada uno de los locales de ocio, y con los porteros en algunos casos, para organizar una salida ordenada, ágil, y que, por supuesto, se respete el horario», aclaran desde el Ayuntamiento. Los registros provisionales no recogen ninguna incidencia en esta línea.