Las obras de emergencia en un puente cortarán hasta junio el principal acceso a Albolote desde la Gr-30

Según el informe de ADIF, la utilización de un hormigón «pobre» que facilitaba las filtraciones en todo el tablero del puente habían acelerado la corrosión de las armaduras de las vigas y el fallo de los anclajes, «provocando la situación actual de riesgo de caída total o parcial del voladizo del paso superior sobre la vía».

Desde ADIF explican que venían vigilando las deficiencias del puente desde 2023, pero fue una comunicación del Ayuntamiento de Albolote la que el pasado mes de noviembre daba la voz de alerta de la gravedad de los desperfectos. El pasado 9 de noviembre, ADIF enviaba a un equipo de expertos en patología estructural a inspeccionar el puente y la conclusión fue tajante: no había tiempo para tramitar expedientes, ante los daños que repercutían «en primer grado» en la seguridad de las circulaciones ferroviarias. En diciembre se adjudicaron los trabajos de aseguramiento de la estructura, un proyecto con un presupuesto de 1.771.350 euros. Además, como medida de seguridad, se ha establecido un límite de velocidad temporal de 30 kilómetros por hora para el paso de los trenes por este punto.

Fuentes de ADIF explican que impulsaron la actuación de emergencia en el puente de Albolote ante el riesgo para la circulación ferroviaria, pero que se trata de una vía de titularidad municipal del Ayuntamiento de Albolote, al que piensan enviarle la factura de las obras. Un punto que amenaza con traer polémica, ya que el alcalde de Albolote, Salustiano Ureña, no entiende que esto sea así. «Si fuera nuestro no tendríamos que pedir permiso hasta para poner farolas», esgrime.

Los 'daños colaterales' de la actuación de emergencia son el corte del tráfico en este puente que conecta Albolote con la GR-30, lo que mantiene bloqueada la principal entrada desde la autovía del polígono empresarial con más actividad de la provincia, Juncaril. El proyecto tiene, según ADIF, un plazo de ejecución de doce meses, pero la previsión con la que trabajan los ayuntamientos de Peligros y Albolote es que la fase de los cortes se prolongue unos cuatro meses –hasta junio– e incluso pueda volver a abrirse antes la salida.

«Los primeros días fueron los más complicados, pero ahora los conductores ya se han habituado y hay más fluidez en la circulación. Tanto la Policía Local como la Guardia Civil de Tráfico, por tratarse de la autovía, están muy pendientes», señala Ureña.

Los que más están sufriendo las obras son los empresarios y trabajadores del Polígono de Juncaril, para los que el bloqueo de la principal entrada se ha convertido en un quebradero de cabeza. Desde febrero, las retenciones en las horas punta están siendo diarias. La salida y entrada a Albolote y al polígono tienen que realizarse por la GR-30 desde Peligros, por la carretera de Maracena y por Atarfe, y por la salida 3 de la GR-30 incorporándose a la A92 para luego conectar con la carretera de Albolote/Atarfe.