Una experiencia de cinco tenedores para los mayores de Granada

«¡Es el evento del año!», aseveraban varios empleados con tan solo poner un pie en el interior de la residencia. Había llegado el martes 28 de noviembre, fecha marcada en rojo en el almanaque de la residencia. Música de bolero y pasodoble, baile en directo, un salón especial... Y un menú a la altura de la cita. Todos los ingredientes necesarios para que los usuarios de la María Zayas, que forma parte de la Fundación Gerón, vivieran la jornada más divertida de 2023 desde primera hora.

Los reputados cocineros granadinos Tony Parra y Miguel Ayala se encargaron del diseño del menú. Una emulsión de crema Potiron con brocheta de langostinos marinados para abrir boca, una blanqueta de suprema de ave al estilo de Normandía como segundo plato y un postre de sobaos pasiegos al almíbar de cítricos, crema de mango y chocolate trufado. Unas muestras gastronómicas cinco estrellas para unos clientes de idéntica consideración.

«En nuestra carrera hemos cocinado para jefes de gobierno, jefes de estado u otras celebridades, pero servir a los mayores es una gran satisfacción. Son personas que vivieron su vida en el pasado, que tuvieron su oficio y que ahora pasan aquí sus días. Son nuestros maestros y referentes. Queremos darles un servicio excepcional para que se sientan como en un restaurante de cinco tenedores y se olviden por un rato de la medicación», han explicado a IDEAL ambos cocineros. Así lo viven usuarios como Luis. A sus 94 años de edad aún le queda mecha para rato. Disfruta de la fiesta y no para de charlar con quien se cruza por su camino. Su traje con corbata lo delata: es el evento del año.

«La comida gourmet es la fiesta más esperada por todos los residentes de María Zayas. Esta es la quinta que celebramos. Tuvimos que cancelarla durante la pandemia por motivos de higiene y seguridad, pero por suerte la retomamos el año pasado con normalidad. El objetivo es que disfruten de un almuerzo especial, ya que muchos de ellos ya no están en condiciones físicas o psíquicas de acudir a grandes restaurantes. Por ello les traemos el restaurante a la residencia», ha desgranado la directora del centro, Mariola Hita.

La cerveza y el vino corren durante la comida como si se fuese a acabar el mundo. Eso sí, la mayoría sin alcohol. La fiesta se baila y se vive hasta el final, pero siempre con responsabilidad. Las palmas acompañan los boleros de Antonio Machín mientras los trabajadores de la residencia sirven los platos. Toca disfrutar después de haber lanzado un mensaje a las autoridades de todo el mundo: el de la paz mundial. La comida gourmet lleva por bandera una reivindicación para el final de los conflictos bélicos que asolan el globo. Desde la masacre en la franja de Gaza, hasta la ocupación en Ucrania.

«Desde la residencia María Zayas, tanto empleados como mayores pedimos el cese de la violencia en todo el planeta. Es la única forma para que todos podamos vivir en paz sin atravesar estas situaciones extremas», han comunicado a través de un manifiesto. Antonia, de 79 años, escucha con atención desde su asiento. «Es una causa bonita. Ojalá podamos comer así de bien muchas veces más», ha afirmado. Una iniciativa cinco estrellas en el corazón de la Vega de Granada.