Secuestro de la concejala

La exalcaldesa de Maracena sobre su expareja: «Yo ayudé a encontrarlo y a detenerlo»

La exregidora, vestida de azul, arribaba con el tiempo muy justo a su cita con la Justicia. Su comparecencia estaba fijada a las 10.15 horas y algunos informadores ya habían incluso barajado la posibilidad de que hubiera accedido al edificio judicial por otra puerta para evitar ser captada por las cámaras. Pero no. Todo lo contrario.

Linares fue generosa y atendió unos instantes a los periodistas antes y después de ser interrogada como investigada por su supuesta implicación, como presunta inductora, del secuestro -en realidad detención ilegal- de la concejala Vanessa Romero el pasado 21 de febrero. Por aquel suceso, que hizo a todo el país saber situar el municipio de Maracena en el mapa, el que fuera compañero sentimental de Linares está en situación de prisión provisional como supuesto autor material.

Aprovechando la primeras declaraciones de la exalcaldesa ante los micrófonos antes de comparecer ante el juez de Instrucción 5 de Granada, un grupo de funcionarios de Justicia se colocó estratégicamente a sus espaldas con sus carteles reivindicativos para exigir una solución al conflicto de sus retribuciones.

«Estamos muy contentos de que por fin se haya producido la posibilidad de declarar, de explicar, de contar nuestra versión y de demostrar nuestra inocencia» fue lo primero que dijo la exregidora socialista a los medios. Estaba aparentemente tranquila. «Lo que esperamos es que hoy salga todo bien y que el caso se pueda archivar y poder descansar».

En ese momento, uno de los informadores preguntó a la ex primera edil por qué mintió cuando, en sus primeras apariciones tras el escándalo, sostuvo que no había estado con su entonces compañero sentimental tras el secuestro. «Ya lo expliqué, ya lo expliqué en rueda de prensa«, recordó, para aclarar que se limitó a seguir las instrucciones que le dio la Guardia Civil.

»Fui yo la que ayudé a encontrarlo y a detenerlo», recalcó Linares, antes de que su letrado interrumpiera abruptamente las preguntas para evitar llegar tarde a la comparecencia, que se desarrolló en la sala de vistas de la sexta planta de Caleta -lógicamente sin público- y que fue grabada.

Aproximadamente dos horas y media duró el interrogatorio de la exregidora, un tiempo durante el que García Leyva, también investigado por su supuesta participación en la presunta inducción al secuestro, aguardó pacientemente sentado en un banco de la misma planta.

Se da la circunstancia de que éste también hizo declaraciones a su llegada y recordó que el caso de la pieza separada en la que él y Linares están investigados se encuentra en fase de instrucción. «Estamos en el momento de las declaraciones. Nuestra versión o las explicaciones que nosotros tenemos que dar no han sido oídas hasta ahora, y ahora deben ser contrastadas, como dice la ley (...). Ahora lo que toca es que la Justicia ponga a cada uno en nuestro sitio y esto acabe por fin», agregó.

La puerta de la sala de vistas donde Linares fue interrogada no se abrió hasta 12.52 horas. La socialista salió buscando al edil García Leyva con la mirada y le indicó que era su turno. Después volvió a atender a los periodistas que aguardaban su salida, a quienes aclaró lo que había declarado en sede judicial.

Mientras los ciudadanos que estaban en los exteriories de los juzgados observaban con curiosidad la estampa informativa, los cámaras de televisión se organizaban rápidamente para tener todos un buen ángulo. Los funcionarios volvían a irrumpir con sus carteles y los periodistas comenzaban a disparar preguntas de forma atropellada. En lo referente a la actuación de su expareja, Linares fue taxativa: «Lo que Pedro ha hecho es terrible» y «no hay explicación posible».

«Me han preguntado sobre la declaración de Pedro y he dicho que entiendo que es apoyada en la de Vanessa, que es anterior. Él mismo hace referencia a la declaración de Vanessa para acusarnos. Ella dice que nosotros somos los posibles culpables y él, un mes después, se apoya en esta declaración», especificó la expolítica.

En cuanto a su relación con Vanessa, la exregidora afirmó haberla llamado y no haber obtenido ninguna respuesta por su parte. «Me parece brutal y totalmente injusto que en el mismo momento en el que se produce un acto tan terrible ya le diga a la Guardia Civil que nosotros somos los culpables. Sin ninguna prueba. No llegué a hablar con Vanessa de si iba en las listas o no, eran conjeturas de ella», defendió.

En relación con su estado de ánimo, Linares afirmó sentirse «mal» porque «tenía un proyecto muy bonito» para Maracena y «unas encuestas más que favorables que nos daban la mayoría absoluta», además del «reconocimiento de la gente» antes de todo lo sucedido.

«Soy una ciudadana más que lo único que pretende es limpiar tanto mi imagen como la de mis compañeros y la del partido. A partir de ahí quiero llevar una vida normal y que todo pase cuanto antes para apaciguar el daño de nuestras familias y de cuantos están sufriendo por este tema», sentenció.

En lo relativo al supuesto caso de corrupción que motivó el secuestro, la investigada aclaró que, preguntada en sede judicial por si había irregularidades, había señalado que no, «que aquella era una tramitación normal, como la de cualquier expediente». «Nosotros, actuamos siempre bajo recomendación de los técnicos, por lo que no había conocimiento de ninguna irregularidad», dijo. «Era el funcionamiento normal de cualquier Ayuntamiento».

Finalmente, Berta Linares indicó a los medios que no se le había comunicado «ninguna medida» cautelar. «Estoy satisfecha con la declaración porque por fin he podido hablar y demostrar mi inocencia. Estoy a disposición de lo que me diga el juez. Careos o lo que haga falta. Soy inocente y no tengo nada que ocultar», sentenció.

«Yo le dije a las fuerzas de seguridad dónde, cuándo y cómo había visto a Pedro ese día, por lo que estaba tranquila. No he hecho nada de lo que me tenga que arrepentir. Las pruebas que nos inculpaban se han desmontado todas. Lo único que hay son las palabras de unos contra otros. Ahora mismo lo que más me preocupa es terminar cuanto antes el tema judicial, limpiar nuestra imagen. Respecto a volver a política, ya me lo pensaré», finalizó. Y la nube de informadores se comenzó a disolver.