La madre del menor se ha hecho cargo en soledad de su educación y crianza. Y. H.

«Ante la ley es su padre, pero en la vida no»

La madre del menor que lleva un lustro sin ver a su progenitor cuenta a IDEAL cómo ha sido su vida hasta lograr que la justicia retire a su ex sus derechos sobre el niño

Yenalia Huertas

Miércoles, 12 de abril 2023, 00:05

La madre de Dani (nombre ficticio) tiene claro que llamarse padre es mucho más que registrarse con esas cinco letras. Y cuando se vino a ... Granada con su hijo de solo un año confiaba en que su expareja también lo tuviera claro. Pero el paso del tiempo fue borrando poco a poco el significado de la palabra. Su pequeño, que tiene ahora ocho años, lleva un lustro sin saber de su progenitor y ella acaba de lograr que cautelarmente se le retire la patria potestad.

Publicidad

«Yo me moví para ponerle un convenio regulador. Él tenía su régimen de visitas y se le facilitó bastante porque tuvimos en cuenta que vive en otra provincia y que económicamente no tiene medios», explica la mujer, que trabaja actualmente como empleada de hogar y está sacando sola a su hijo adelante.

En aquel convenio, según detalla, se fijaron las visitas paternas dos sábados al mes. Aparte, el hombre debía pasarle mensualmente una mínima cantidad de dinero (150 euros) para ayudarle con la alimentación, los estudios y la ropa del menor.

Al principio, el padre de Dani cumplió con las visitas. Veía al niño durante tres horas un sábado sí, otro no. Pero no sin dificultad. «En todo momento le he dado siempre facilidades», recuerda la mujer, que atiende a IDEAL con la condición de mantener su anonimato para proteger a su vástago.

Publicidad

«Al principio estaba bastante interesado en verlo, pero me di cuenta de que lo que quería era una reconciliación conmigo; seguir el contacto conmigo», expresa la madre. Ese interés paterno inicial se fue diluyendo con los meses.

«Yo le decía que si no podía venir un sábado, viniera el siguiente, siempre mirando por el interés de mi hijo». Pero comenzaron «las excusas baratas». Sobre todo a raíz de que ella le denunciara. «Él intentaba volver conmigo y ante mi negativa me amenazaba y me insultaba».

Publicidad

A raíz de ahí asegura que fue como si se lo hubiera tragado la tierra. Sabía de él a través de su exsuegra; recibió algunas llamadas puntuales de la abuela paterna del crío hasta hace «unos dos años y medio». «M epreguntaba por él, pero también me hablaba de su hijo y me metía en un mundo en el que yo no quería estar. Entonces, empecé a ser seca y a cortar». Y eso supuso también el fin de aquellas llamadas.

La ruptura de la pareja se produjo en 2016. En un primer momento, cuando llegó a Granada, se fue a vivir con su madre. Comenzó a trabajar y pudo independizarse cuando ahorró un poco. «Fue un poco caótico conciliar al principio», comenta. Hoy compagina perfectamente su trabajo con sus funciones de madre.

Publicidad

La mujer confiesa que, a raíz de la denuncia que formuló contra quien había sido su compañero sentimental, llegó a temer por la integridad de su hijo. «Es que me aburro», afirma que decía su expareja las últimas veces que vino a verlo. El crío tenía por aquel entonces solo tres años.

Dani, según su mamá, no echa de menos a su padre porque prácticamente no se acuerda de él. «Él siempre pregunta por qué no lo conoce». Ella le explica lo sucedido como puede. «Ante la ley es su padre, pero no en la vida», enfatiza la mujer, que se despide insistiendo en que la paternidad es mucho más que un término.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad