El encausado, que no negó su culpa, hacía las devoluciones fabuladas y empleaba los nombres de sus compañeros. fotolia

Dos años de cárcel para el empleado de una tienda de Granada que se quedó con más de 50.000 euros

Deberá devolver al comercio, que se halla en la capital y vende productos informáticos, la suma que hizo suya

Yenalia Huertas

Granada

Domingo, 6 de junio 2021, 00:18

La picaresca ha existido siempre; también detrás de un mostrador. J. M. G., exempleado de una tienda de informática de la capital granadina, sucumbió a ... la tentación de apropiarse del dinero de sus jefes haciendo «pequeñas devoluciones ficticias». Con estas operaciones, que llevó a cabo entre enero de 2017 y agosto de 2018, logró hacerse con más de 50.000 euros.

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El fallo ha sido dictado con la conformidad de las partes y, junto a la pena privativa de libertad, cuya suspensión podrá pedir el extrabajador por su extensión y carecer de antecedentes penales, se le ha impuesto una multa de 540 euros.

Así figura en la resolución dictada por la Audiencia Provincial de Granada, a la que ha tenido acceso IDEAL y que plasma el acuerdo al que llegaron el mismo día del juicio la fiscalía, la defensa de J. M. G. y la acusación particular que ha ejercido el comercio cuya confianza traicionó.

Inventarios

El procesado, de unos 30 años, prestaba sus servicios en el referido establecimiento desde 2014. Realizaba, entre otras labores, los inventarios periódicos de mercancías que en la tienda se llevaban a cabo, «dada la confianza que los dueños depositaron en él», recoge la sentencia.

En ella, los magistrados de Plaza Nueva dan por probado que «aprovechando dicha confianza y su cargo en la tienda», J. M. G., en el período antes indicado, «procedió a realizar, en más de ocho ocasiones, pequeñas devoluciones ficticias a clientes figurados, siempre en metálico y usando tickets de caja, relativos a artículos inexistentes».

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Esas falsas devoluciones le servían para hacer suyas las cantidades en metálico, las cuales «cogía directamente de la caja registradora y guardaba en su bolsillo». En total, se hizo con 52.607,62 euros.

El fallo, fechado el 14 de abril, detalla que para emitir los tickets de caja que generaba por esas devoluciones fabuladas utilizaba el nombre de sus compañeros de trabajo: así eludía el suyo para no levantar sospechas.

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Las partes han calculado, según consta en la resolución, que la deuda total contraída con los dueños de la empresa, incluidos los intereses legales y las costas de la acusación asciende a 61.853,81 euros.

De esa cantidad, el acusado ha ingresado ya un total de 10.000 euros a favor de sus exjefes antes de que se celebrase la vista oral. Aparte, se ha comprometido a abonar el resto en un período de cinco años.

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Delito

El ilícito por el que ha sido condenado este granadino es un delito continuado de apropiación indebida, en concurso medial con otro delito continuado de falsedad en documento mercantil. En él se han aplicado dos circunstancias que atenúan la pena: la de reparación parcial del daño (por la devolución de los 10.000 euros antes de la vista) y la de confesión.

Y es que cuando J. M. G. fue citado en el juzgado de Instrucción para declarar en calidad de investigado reconoció los hechos «sustancialmente».

Además, el día del juicio mostró su conformidad expresa con lo relatado y con las penas solicitadas por la fiscalía y los dueños del establecimiento, que han estado representados en el proceso por el abogado Javier López y García de la Serrana, director del bufete jurídico HispaColex.

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Pagada esa primera cantidad de 10.000 euros a quienes fuera sus jefes, al procesado le quedan por abonar algo más de 51.800 euros.

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