Andaluces encara otra oportunidad para resolver sus déficits históricos

La estación padece desde hace décadas problemas en las dimensiones del vestíbulo o en los andenes que le restan posibilidades de crecimiento

Domingo, 11 de mayo 2025, 00:13

En febrero, Granada se convirtió en el centro del universo cinematográfico español. Los más importantes intérpretes y realizadores del panorama nacional pasaron por la ciudad ... con motivo de la gala de los premios Goya. Las operadoras fletaron trenes AVE de doble composición con los que cubrir la gran demanda de viajeros que existía por la ocasión. Las estrellas, sin embargo, no llegaron a la capital nazarí en esos convoyes. Tuvieron que desplazarse desde Málaga ante la imposibilidad de la estación de Andaluces de acoger vehículos con esas dimensiones.

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Lo sucedido entonces no deja de ser uno de los últimos ejemplos de que las instalaciones ferroviarias siguen sin estar a la altura de lo que requiere una urbe como Granada. Así lo resaltan expertos y trabajadores ferroviarios con los que este periódico ha conversado en las últimas semanas para analizar la situación de la estación en un momento clave para su futuro por las conversaciones que el Ministerio de Transportes, la Consejería de Fomento y el Ayuntamiento mantienen con motivo del proyecto de integración.

Con la próxima cita a la vuelta de la esquina, prevista para este miércoles, y a la espera de que se resuelvan los detalles, lo que está claro es que Andaluces tiene ante sí una nueva oportunidad para resolver déficits históricos. Así lo cree Salvador Molina, responsable ferroviario de UGT e histórico trabajador de ADIF.

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Su postura es muy crítica con la evolución de la estación en las últimas décadas y, muy especialmente, tras las obras acometidas para la llegada de la Alta Velocidad. «Nos hicieron una castaña», lamenta. En su opinión, pocas estaciones del país están en una situación peor que la de Granada, «con una falta de capacidad anormal si se tiene en cuenta que da servicio a una ciudad con más de 300.000 habitantes y monumentos que atraen a millones de visitantes».

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Como insiste, buena parte de los problemas se visibilizan a diario en el vestíbulo, «con apenas 625 metros en la que coinciden los pasajeros, las tiendas, los escáneres y la cafetería». «Ya desde el primer día se vio que no cabían las personas y es una vergüenza porque, en días de lluvia o de frío, la gente que ha pasado el escáner debe esperar al raso junto a los andenes o, si no han pasado los escáneres, sentándose por donde pueden porque prácticamente no tenemos bancos», explica.

Una de las cuestiones a debate con motivo de la integración es la ampliación del hall, que podría duplicar su tamaño. Para Molina y para otros trabajadores de ADIF también consultados por IDEAL, sin embargo, no es suficiente. «Nos hicieron una chapuza y duplicar la chapuza no arregla nada. Hay que ser ambiciosos y dar a Granada lo que merece. Como muestra, solo hay que ver que Antequera, con mucha menos población y menos usuarios, tiene 3.500 metros cuadrados», refiere.

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Playa de vías en la estación de Andaluces. IDEAL

Otro de los trabajadores de ADIF consultado por este periódico coincide con la visión del representante de UGT y apunta a los andenes. Como reconoce, «somos muchos los que sentimos vergüenza cuando vimos que el AVE de los Goya no podía entrar en Granada por falta de capacidad». Con apenas tres andenes en servicio y solo uno de gran longitud, las dobles composiciones no pueden entrar en Andaluces.

Cierto es que las obras complementarias recientemente adjudicadas por ADIF implican mejoras en este ámbito, pero, como reconocen todas las fuentes consultadas, no es suficiente para aprovechar todas las posibilidades que las mejoras previstas en la línea Granada-Antequera van a suponer. Se refieren, en concreto, a la duplicación de vía que está impulsando el Gobierno, una iniciativa que permitirá ampliar la capacidad del tramo y que, al menos en teoría, más trenes puedan entrar o salir de la capital nazarí.

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«La estación de Granada tiene apenas 625 metros en la que coinciden los pasajeros, las tiendas, los escáneres y la cafetería»

Salvador Molina

Responsable ferroviario de UGT

«El problema que tiene repensar las instalaciones es que si se saca fuera de la ciudad se perdería mucho de su valor»

Carlos Miró

Especialista en vertebración del territorio

«Nos vamos a gastar un dineral en una obra, la duplicación, que es imprescindible si queremos tener unas conexiones dignas y más frecuencias, pero si la estación no está dotada con suficientes andenes difícilmente vamos a poder gestionar con solvencia la subida y bajada de pasajeros, un problema que puede ser mayor si, como se está debatiendo, se apuesta por recuperar los cercanías», reflexiona uno de los trabajadores.

Para Molina, que coincide con esa tesis, la solución pasaría por aprovechar los terrenos que ADIF tiene al otro lado de la vía del metro. «Llevar el vestíbulo a esa zona y dejar el edificio actual como terminal de viajeros nos permitiría ampliar la capacidad y, además, convertir en la estación en un lugar atractivo no solo para los viajeros», señala.

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Prestaciones altas

Para Carlos Miró, especialista en vertebración del territorio que trabajó en la adecuación del acceso a Andaluces, la clave está en que Granada aproveche el momento para hacer una adecuada planificación a medio-largo plazo y aprovechar una de las fortalezas de la estación, su ubicación central en el núcleo urbano. «El problema que tiene repensar las instalaciones es que si se saca fuera de la ciudad porque no haya espacio suficiente se perdería mucho de su valor, así la solución pasaría, como ya se está planteando, por una estación pasante en el exterior que permita hacer ciertas conexiones, las de algunos trenes que puedan venir de Loja, Almería o Moreda, sin tener que entrar en el fondo de saco que es Andaluces», explica. Para Miró, las necesidades de ampliación del vestíbulo son fácilmente solucionables y alude al ejemplo de Antequera-Santa Ana. «Se puede hacer sobre las vías, es sencillo y no implicaría un gran gasto», explica gráficamente.

Es, sin embargo, la cuestión de la «coherencia» de la red en la que prefiere poner el acento. «El ejemplo a seguir es el de ciudades como Barcelona y las relaciones que está desarrollando ahora con urbes cercanas como Tarragona o Lérida», cuenta. «Creo que en el futuro debe ser fundamental priorizar de una vez el transporte regional de prestaciones altas, como ocurre entre Toledo y Madrid, donde el Avant te permite estar en menos de una hora sin necesidad de ponerse a 300 kilómetros. Con buenas conexiones de ferrocarril que unan infraestructuras puede hacerse crecer aeropuertos como el de Granada. Los planificadores deben pensar una red más compleja y versátil. Ahí está la rentabilidad».

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