Un techo más seguro para los leones más bellos del mundo
Restauración. Una obra de emergencia repara las cubiertas del patio más señero de la Alhambra, que no se tocaban desde hace cien años, para acabar con las filtraciones
Domingo, 8 de noviembre 2020, 01:05
Reparar el tejado del Patio de los Leones requiere de la precisión de un cirujano. La intervención –delicada– es en el corazón de la ... Alhambra, en la zona que compite en impacto visual con los Arrayanes. Por allí pasan más de dos millones de personas al año y el techo se había vuelto peligroso. Un mes y pico ha tardado el equipo que repara las cubiertas en colocar los andamios, preparar un espacio en las alturas para cortar maderas –techado con una lona– y hormigonar el acceso para que no se dañe el empedrado del suelo. Casi tan complicado ha sido llegar a una de las cimas de este monumento como será renovar el tejado que hacía aguas.
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Un paso en falso puede romper siglos de historia: es algo así como jugar a la pelota en un anticuario. Por eso, de esta obra de emergencia se encarga una empresa especializada en reparar monumentos con la máxima fidelidad y la mínima intervención. Así lo explica Francisco Lamolda, jefe del Departamento de Intervención y Proyectos del Patronato de la Alhambra y el Generalife, que cuenta cómo la voz de alarma la dio una viga combada. Durante el confinamiento, Antonio Peral, jefe de Servicio de Conservación y Protección, y su equipo realizaban un trabajo esencial en el espacio nazarí, la revisión del monumento y su estructura, cuando vislumbraron que una parte recta de la cubierta de los Leones se había vuelto curva por el agua y el tiempo. Allí, en el silencio mortecino de la Alhambra cerrada descubrieron que el techo de una de las galerías y de dos salas de uno de los patios más famosos del mundo suponía un riesgo serio.
Trabajo invisible
Mientras que el monumento estuvo cerrado se realizaron labores de inspección rutinarias para revisar el estado de las cubiertas, un trabajo invisible y minucioso que realiza el servicio de Conservación y que se aprecia menos del valor real que tiene. «Además de proteger a las personas, el arreglo urgente de las cubiertas busca preservar el patrimonio del monumento», resalta Lamolda.
Las conclusiones obtenidas de estas inspecciones consideraron actuar de emergencia en uno de los espacios más emblemáticos del monumento y de mayor afluencia de visita pública al recinto monumental, que acaba de perder una esquina completa con la presencia de este andamio que es una obra en las alturas.
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El arquitecto Antonio Peral acudió un día de lluvias intensas para descubrir cuáles eran las goteras del tejado y descubrió que había filtraciones en los frisos de madera que dan a la galería del Patio de los Leones. También se aprecian en la yesería de la sala de los Ajimeces.
Arriba en la cubierta, la vida transcurre en la estructura metálica donde se trabaja. Las tejas se han retirado y se analiza el estado de las vigas para sustituir las deterioradas. Algunas están intactas y otras, corroídas de manera aleatoria. Allí los operarios trabajan en silencio en un espacio convertido en mirador y desde el que se divisan los Jardines del Partal, al fondo el Generalife, la zona alta de Abencerrajes y, a lo lejos, la iglesia de Santa María de la Alhambra.
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La gran mancha de humedad en el paramento colindante con Dos Hermanas hizo reaccionar al Patronato, con Rocío Díaz al frente, y organizar rápidamente una obra de emergencia que se estima, a priori, que costará 662.051 euros y que acabará con el grave deterioro en la que se encuentran los tramos de cubiertas de la galería norte, tramos noreste y noroeste. La obra, que ya ha comenzado, no altera la visita pública en una maltrecha Alhambra que solo puede ser visitada ahora por los granadinos de la capital.
Silencio en la obra
Al tejado se accede por tres tramos de escaleras metálicas, colgadas en el vacío con la que se recorre el andamio, que está tapado por una lona que advierte de estos trabajos en varios idiomas, entre ellos, el chino. Algún visitante suelto atraviesa el Patio de los Leones sin inmutarse ante la obra. Arriba se trabaja en silencio, como lo hacen un par de chicos jóvenes que, sentados sobre el andamio, mejoran con mimo los canecillos de la madera de la galería que se está reparando.
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La parte de los tejados que se reparan ahora no se había tocado desde hace un siglo, según cuenta el arquitecto conservador de la Alhambra, Antonio Peral. «La gran mayoría de las intervenciones realizadas en las cubiertas de esta zona corresponden a obras ejecutadas en algunos casos hace más de cien años, con soluciones constructivas precarias que presagiaban las posibilidades de encontrarnos en esta situación extrema, lo cual indica su necesidad urgente de intervención con elementos constructivos y técnicas que resuelvan y mejoren las existentes sin alterarlas », explica Peral.
«Todo ello se realiza con un seguimiento arqueológico durante la obra, que puede afectar a la integridad de los muros, paramentos existentes afectados por la intervención susceptibles de precisar una lectura arqueológica, para la salvaguarda del patrimonio arqueológico paramental y emergente», apunta el arquitecto responsable de la conservación de la Alhambra.
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Los andamios han vuelto al Patio de los Leones cuatro años después de que se tuviera que acometer, también mediante una obra de emergencia, la reparación de las cubiertas de la zona sur. En estos trabajos, que terminaron en 2017, también se reconstruyeron las pendientes que han tenido las cubiertas a lo largo de la historia, a partir de su análisis con datos históricos y fotográficos, detectándose «testigos» de intervenciones anteriores, como la realizada en 1926 por el arquitecto y conservador de la Alhambra, Leopoldo Torres Balbás (1888-1960) que quedó registrada en sus 'Diarios de obra'.
Cae el canecillo
Tras el desprendimiento, a finales del mes de mayo de 2015, de un canecillo –una especie de vigas que sostienen la estructura del alero–, se realizaron una serie de catas para diagnosticar el estado de la cubierta. El agravamiento de las patologías detectadas en ese diagnóstico y los daños provocados por las lluvias han abocado irremediablemente a la intervención de emergencia. Con anterioridad, el Patronato de la Alhambra y Generalife encargó la redacción de un estudio sobre el estado de conservación de todas las cubiertas de los Palacios Nazaríes.
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La belleza del Patio de los Leones anula la presencia del discreto andamio para los pocos que pasean por allí. Sobre la estructura de metal se cortan las maderas para ir dando forma al tejado que se ha ido comiendo el agua. En pleno monumento todo cobra un sentido especial. Los operarios trabajan con minuciosidad las tripas del techo que tiene que volver a aguantar al menos cien años. Entonces se verá la calidad de esta delicada obra.
Las cubiertas de Mexuar se repararán sin 'emergencia'
El Patronato de la Alhambra y Generalife ya ha adjudicado la redacción del proyecto para la restauración de las cubiertas del Mexuar y los Palacios Nazaríes. El contrato también incluye la dirección facultativa para la ejecución de esta obraque es prioritaria para mejorar el estado de conservación de las cubiertas de algunas zonas del recinto de los Palacios Nazaríes. En concreto, las del Mexuar, Cuarto Dorado y acceso a Palacio de Comares.
La intervención sobre el edificio se concibe, según se recoge en los pliegos, como una obra de rehabilitación teniendo como objetivo la reparación de la construcción conservando su estética, respetando su valor histórico y manteniendo la funcionalidad compatible con los elementos y valores originales del inmueble y de sus pervivencias.
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