La alcaldesa de Montillana propone cerrar el pueblo tras pedir el confinamiento voluntario de sus vecinos

«La situación es alarmante», ha expresado en declaraciones a este periódico la alcaldesa, a la vez que indica que ya ha comunicado a la Guardia Civil su intención de cerrar las fronteras municipales, una decisión para la que espera luz verde de las autoridades sanitarias competentes, según ha explicado. Una vez obtenga el visto bueno, se plasmará en un bando municipal y se informará, a través de los cauces correspondientes, a los lugareños. Incluidas las redes sociales. «He planteado que nos cierren el pueblo, literalmente, durante diez días», recalca. El objetivo: controlar accesos y salidas para atajar la situación.

En este municipio, afortunadamente, desde que comenzó la pandemia no han tenido que lamentar ningún fallecimiento por la COVID-19. Sus vecinos, como resalta la alcaldesa, han cumplido por norma general (como en todas partes, siempre hay excepciones) con las medidas establecidas para frenar los contagios: sus habitantes usan la mascarilla, intentan respetar la distancia de seguridad y cumplir con las limitaciones que ha ido dictando la Junta de Andalucía.

Sin embargo, en estas fechas tan señaladas a las que este 6 de enero, día de Reyes, pone punto final, Cano sospecha que ha habido cierta relajación en las reuniones familiares. Y de ahí el incremento de casos positivos, que se ha detectado gracias a los test de antígenos que se han ido realizado los propios vecinos en clínicas privadas para prevenir antes que curar.

«Por ahora he aconsejado a la gente quedarse en casa, porque con los datos de contagios que tenemos, la situación es alarmante», dice la regidora, al tiempo que aclara que a raíz de registrase algunos casos positivos entre la gente joven los días 29 y 30 de diciembre, fue cuando los vecinos empezaron a hacerse pruebas por su cuenta y contactando con el Ayuntamiento para comunicarlo y resolver dudas.

«A raíz de ahí, comienza a extenderse todo como la pólvora. Muchos vecinos se realizan los test en clínicas privadas y otros tantos son los que nos llaman al Ayuntamiento. Y contabilizados por nosotros, por la gente que nos llama, ya van más de 30 casos», especifica la primera edil.

Ante este panorama, el Consistorio se puso en contacto con el Distrito Sanitario para trasladarle la situación existente en el pueblo y comenzaron entonces los rastreos para practicar las PCR y confirmar los casos. «Hasta este martes tenemos contabilizados 30 casos en datos oficiales. En los no oficiales no sabemos a cuántos podemos llegar», insiste.

Aún no se ha llevado a cabo ningún cribado masivo en una unidad móvil sanitaria desplazada 'ex profeso', sino que se están realizando las pruebas correspondientes a los rastreos (contactos estrechos con positivos confirmados) tanto en su consultorio médico como en el Centro de Salud de Iznalloz, al que están adscritos en este pueblo.

«La verdad es que sería bastante interesante, en el caso de que se sigan confirmado los datos que nosotros poseemos, que nos hicieran un cribado con los medios de que dispone la Junta de Andalucía, pues tenemos una población envejecida que creemos puede ser de riesgo y la situación se puede complicar más», añade, a la vez que desvela que a día de hoy, por fortuna, no han tenido que lamentar ninguna pérdida entre los censados. «Y toquemos madera para que sigamos así», añade.

En Montillana no hay residencia de ancianos y aún tampoco se han puesto vacunas en el municipio, según la alcaldesa, que tiene constancia de que en Torrecardela «están en una situación muy similar» y que en ese pueblo también se ha hecho un llamamiento a los vecinos para el confinamiento voluntario.

Sobre si los lugareños están haciendo caso a la petición del Ayuntamiento de quedarse en casa hasta que esta tempestad repentina se calme, la respuesta está siendo «mitad y mitad». Hay, como admite Eva María Cano, vecinos que pueden quedarse en casa y lo están haciendo. «También hay que tener en cuenta que está la campaña de recolección de la aceituna, y hay muchos vecinos que tienen sus cuadrillas dadas de alta y les está costando el dinero y que, por motivos laborales, no cumplen el autoconfinamiento», agrega en tono comprensivo. «Es de entender, es una situación complicada».