La agroindustria de Granada fija sus retos en la gestión del agua, la comercialización y el talento de los jóvenes

Con la sesión de este jueves, el foro Granada Conectada radiografía las necesidades del campo, donde también destaca la apuesta por el desarrollo de las infraestructuras.

La periodista Ángeles Blanco dio la bienvenida en una tarde ventosa desapacible. Eso sí, el marco era insuperable, con el Puerto de Motril y el mar Mediterráneo como telón de fondo. Explicó que Granada cuenta con un sector agrario diversificado con productos como el vino, el aceite o los subtropicales, «que genera un empleo directo por encima de la media andaluza». También definió la Costa Tropical como lugar «única para el cultivo y para vivir».

Respecto a Granada Conectada, recordó que su misión es buscar un modelo de Granada ciudad y provincia para el futuro, «en un contexto de pandemia y ahora con una guerra recién comenzada». «Hoy buscamos propuestas para mejorar este sector clave», añadió.

Participaron sobre el escenario expertos en el sector, todos ellos respaldados por un amplía experiencia profesional, como Eduardo Valverde, gerente de Conde de Benalúa y consejero de C.R.D. Montes de Granada, José Luis Lapuente, director general de la Denominación de Origen Calificada Rioja, Ignacio Elola, consejero delegado del Grupo Lactalis Iberia y Fernando Martín Gerente de PROCAM, Sociedad Cooperativa Andaluza. 

Las intervenciones fueron salpicadas con vídeos de referentes granadinos como Fulgencio Torres, presidente de Cooperativas Agroalimentarias de Granada; Matilde Barón, directora de la Estación Experimental del Zaidín; Macarena Díaz, vicepresidenta de la Denominación de Origen Aceite de Oliva Montes de Granada; José Manuel Pérez, director de EFA El Soto; y José García Fuentes, presidente de Autoridad Portuaria de Motril.

Granada Conectada es un foro organizado por la Cámara de Granada, la Confederación granadina de Empresarios y CaixaBank, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Granada, la Diputación de Granada, la Junta de Andalucía o el puerto de Motril, entre otros patrocinadores.

La periodista Ángeles Blanco lanzó en la tarde de este jueves siete preguntas a los participantes. Se empezó previamente con una contextualización de la situación. Eduardo Valverde trasladó que «en una oportunidad magnífica para que la agroindustria sea una palanca de crecimiento». José Luis Lapuente aseguró que «se crea un marco incomparable para la reivindicación y para la concienciación de las autoridades para que todos los intereses estén alineados».

La primera pregunta era obligada. Los retos de la nueva PAC, la Política Agraria Común de la Unión Europea. Para Eduardo Valverde servirá para transformar la agricultura para que sea sostenible, aunque avanzó que «esta visión ecológica va a tener un costo». Ignacio Elola pidió que no se legisle sin consultar al productor. José Luis Lapuente pidió que sirva para generar valor para toda la cadena, «no solo para el final de la cadena». 

Fernando Martín puso el dedo en la llaga con un discurso comprometido. «La nueva PAC quiere fijar a la gente en el territorio y cambia su estructura. Ahora se reciben las ayudas por cumplir requisitos. Parece que va a ser por cumplir objetivos. Y algunos objetivos son curiosos. Por ejemplo, que haya relevo generacional. Y muchos serán difíciles de cumplir si no resolvemos problemas que ya tenemos».

El segundo tema se centró en el papel de las administraciones. Y hubo consenso. Se escucharon frases como «todo tiene que tener un retorno, un sentido y una visión a largo plazo de lo que tenemos que proteger». O bien: «Necesitamos unidad de mercado, seguridad jurídica frente a agentes exógenos, plazos razonables y objetivos concretos, partiendo de la realidad que tenemos». También se habló de la necesidad de implicar al agricultor. «El concepto de la granja a la mesa tiene un costo económico muy importante, y el consumidor también lo va a pagar». Por supuesto, se pidió también «agilidad en los trámites». 

Las siguientes preguntas versaron sobre el papel de la innovación y de la Universidad de Granada. Fernando Martín desglosó cuatro líneas de investigación fundamentales. «Incrementar la productividad de las explotaciones. La segunda, la más importante, extender la comercialización de productos tropicales, aguacate y mango, porque son únicos en el mercado europeo. El objetivo sería producir los doce meses del año. La tercera es aprovechar el cien por cien del producto en alimentos con alto valor nutricional. La cuarta es la eficiencia en la utilización de recursos».

Ignacio Elola, por su parte apostó por «hacer más con menos para  impactar lo mínimo posible en el medio ambiente». Por ejemplo, trabajar en envases sostenibles que reduzcan el desperdicio alimentario o reducir la huella, reducir el impacto de CO2. 

Respecto al papel de la Universidad de Granada, José Luis Lapuente puso el ejemplo del trabajo que se realiza con la Universidad de La Rioja. «Buscamos el cultivo del talento. De esta forma se ha lanzado un máster enoturístico para involucrar al sector». 

Respecto a la capacidad de producción del campo granadino y su adaptación a sus posibilidades y demanda del mercado se valoró que queda mucho margen de crecimiento. «Podríamos ser más grandes», compartió Valverde. Lapuente apostó por colocar al consumidor en el centro. «Hay que monitorizar lo que quiere el consumidor más allá de pensar en lo bueno que es nuestro producto. Conquistar al consumidor y fidelizarlo».

Interesante es el debate sobre el campo como alternativa real de empleo para los jóvenes. Se escucharon frases como que «el campo va a fijar población de talento». Pero también se apuntó que «los jóvenes tienen que ver una alternativa rentable en el campo. Es uno de los problemas de la España Vaciada. Hay que trabajar por la rentabilidad real del sector».

Lapuente, desde La Rioja, fue optimista. «Estamos viendo jóvenes que vuelven al campo a la explotación familiar. Se ven brotes verdes. El reto es generar atractivo». Martín avanzó que «el campo tiene que ser una alternativa para los jóvenes, pero hay que hacer muchos cambios. Hay una percepción de que el que no vale para estudiar va al campo. Y así no vamos cambiar el relevo generacional». 

Por último llegó la pregunta del millón, la que afecta a las infraestructuras, y en este caso, a la gestión del agua, la reivindicación eterna de Granada. Valverde sostuvo que «la gestión del agua debe garantizar la rentabilidad económica de la producción agrícola. Sobre todo en un entorno de sequía». Elola entiende que «necesitamos infraestructuras que garanticen la viabilidad, para arraigar la población al terreno, porque no hay vida sin agua».

Lapuente afirmó por su parte que «hay que abogar por el uso inteligente del agua, como riegos aplicados sin despilfarrar ni una gota». Martín, por último, destacó sobre el terreno que «en Granada tenemos una ventaja, ya sabemos lo que no hay que hacer. No tenemos que repetir los errores del pasado».

El cuarto foro de Granada Conectada terminó con una ronda de conclusiones a modo de titulares de periódico, según pidió Ángeles Blanco. Fueron las siguientes.

Eduardo Valverde: «Granada se construye con la gente de Granada. Lo que pase aquí en los próximos años depende de lo que hacemos todos todos los días».

José Luis Lapuente: «El producto agroalimentario español es valioso y hay que reivindicarlo».

Ignacio Elola: «Somos el cuarto país exportador de productos agroalimentarios en Europa. Seguimos necesitando agua. Merecemos ser escuchados».

Fernando Martín: «Hay que conocer los nuevos retos resolviendo los que tenemos. La palabra clave es presupuesto en innovación. En cuanto a comercialización la palabra clave es promoción y otra vez presupuesto. En formación, empleo y talento lo primero es cambiar la percepción de los jóvenes hacia el campo. Respecto a infraestructuras, no cometer los errores del pasado».