El aeropuerto de Granada está preparado para resolver un incidente como el del Air Canadá

IDEAL ha querido profundizar en ello y conocer si el aeropuerto granadino podría estar preparado ante tal empresa. La realidad, a grandes rasgos, es que sí. Tal y como explica la entidad pública que gestiona los aeródromos españoles, AENA, «todos los aeropuertos de la red están preparados para atender una emergencia aeronáutica». De acuerdo con ello, «cada uno de nuestros aeropuertos dispone de un plan de autoprotección, destinado a minimizar las consecuencias que tendrían un accidente aéreo o cualquier incidente que se produjera en sus instalaciones, con el objetivo básico de velar pos las vidas humanas y la continuidad de la operatividad», indican desde la entidad aeroportuaria.

Para lograr sobreponerse a algún hecho similar como el ocurrido en Madrid con Air Canadá, AENA dispone de una red que coordina a los diferentes equipos que pueden participar en la resolución del problema. Medios del propio aeropuerto como dirección, Centro de Coordinación Aeroportuaria, bomberos, señaleros, aerolíneas, Servicios Aeroportuarios, torre de control, vigilantes o las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado destacados en el aeropuerto. Así como medios externos donde participan 112, 061, GREA, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Administración central, autonómica y local, Bomberos, Policía Local, Instituto de Medicina Legal y psicólogos para la atención a víctimas y familiares.

Sin embargo, para que todo funcione a la perfección, el aeropuerto ha de estar preparado para cualquier anomalía que se presente. En ese sentido, los planes de autoprotección que ejecuta AENA se actualizan en simulacros periódicos. En el caso del aeropuerto Federico García Lorca Granada-Jaén, el último de carácter general tuvo lugar en mayo de 2018 y en él participaron un centenar de personas. «El guion del mismo giró en torno a un avión que, al aproximarse al aeropuerto, perdía altura y caía en una zona de difícil acceso, cercana al edificio terminal. Como los simulacros generales se celebran cada dos años, en 2020 nos toca organizar otro», explican en AENA.

Además de esa clase de simulacros, se llevan a cabo otros denominados parciales. En ellos se abordan los que corresponden a cada uno de los equipos que participan de un rescate mayor. Estos simulacros se realizan a lo largo del año y son formaciones en las que, por ejemplo, se mide la respuesta de los bomberos, se simula una atención a unas víctimas y se llevan a cabo evacuaciones de edificios. Todo con el objetivo de prevenir y estar alerta y coordinados ante posibles hechos anómalos.

No obstante, cuando se producen incidentes como el del Air Canadá, cuyo tiempo en vuelo permitió una coordinación estudiada en tierra, el aeropuerto de Granada no se considera la principal alternativa para el aterrizaje. Si una aeronave tiene tiempo aún en vuelo, y debe quemar combustible como en este caso, lo habitual será que acabe aterrizando en Málaga, al ser un aeropuerto internacional que tiene más medios para enfrentarse a un caso así, según explican fuentes de emergencias consultadas.