Adiós a uno de los últimos grandes intelectuales de España
IN MEMORIAM: JOSÉ GUILLERMO GARCÍA VALDECASAS ·
Fue rector del Colegio de España en Bolonia durante cuatro décadasEste miércoles nos ha dejado José Guillermo García Valdecasas, rector del Colegio de España en Bolonia desde 1978 hasta 2015, uno de los últimos grandes ... intelectuales de nuestro país. Habría deseado no tener que escribir esta carta nunca, pero como él mismo me dijo en alguna ocasión, «todo llega en esta vida, incluso aquello que no se desea». La emoción y el recuerdo me invaden, me reconozco incapaz de referirme a su figura y a su densa obra en este momento. No sabría por dónde empezar, pero quienes le conocieron me entenderán y también me perdonarán.
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José Guillermo García Valdecasas fue una persona de una cultura abrumadora. Se ocupó del Colegio de España durante casi cuatro décadas, procuró al mundo universitario varios centenares de estudiosos formados en el Alma Mater, recuperó la memoria del Cardenal Gil de Albornoz como nadie lo había hecho, consiguió para la ciudad de Bolonia un Premio Europa Nostra de la Unión Europea (2012) y, con mucho esfuerzo, talento y gran finura, restauró el patrimonio del colegio. A sus colegiales y discípulos nos enseñó a ser libres y buscar la verdad, atrevernos con conocimientos que nos eran ajenos, pero también a amar una ciudad y su universidad. Hoy somos legión quienes portamos con gran orgullo el nombre de la Universidad de Bolonia por todo el mundo.
Junto a María y a sus hijos Alfonso, Diego y Fernando, también gracias a nuestros formidables trabajadores, consiguió construir una gran familia en el número 4 de la Vía Collegio di Spagna de Bolonia. Solo quienes la han conocido pueden tomar conciencia de ello. No todo sería un camino de rosas, ni mucho menos. A las dificultades iniciales de su rectorado debemos añadir los problemas de su final. Un infame asedio orquestado desde despachos ministeriales impidió la justa despedida de quien dejó su vida, y en gran parte la de su familia, en el Colegio y en Bolonia. Pero José Guillermo García Valdecasas fue inmensamente feliz en la ciudad de los pórticos.
En su última carta, de hace solo unas semanas, nos decía a sus colegiales que no rezáramos por él porque él mismo ya no lo hacía; no iba a enseñarle su oficio al Omnisciente, así que mejor que se hiciera su voluntad. Se despidió de todos nosotros de la siguiente manera: «He tenido una vida inmerecidamente maravillosa. Desde hace un lustro, solo con miedo por el asalto al Colegio de España. Ahora ya me acojo a la sabiduría griega: la muerte de un joven es un naufragio, la del anciano es la llegada al puerto. Mi situación no tiene nada de triste. Conlleva un toque sentimental. El pensamiento se centra en la familia, los seres queridos, los instantes hermosos. Todo se apaga y borra menos lo que es amor. Os quiero como nunca».
Quienes tuvimos la inmensa suerte de vivir con él, conocerle, disfrutarle y aprender de él, le vamos a echar mucho de menos. Pero también sabemos que ya está en un lugar mejor.
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