Tribunales en Granada

Absuelto un guardia civil de Caleta de llamar «morralla» a un justiciable

Con tanto trasiego es normal que se produzca algún momento más o menos tenso por los nervios y las prisas de algunos justiciables, pero no es habitual que acabe en una causa judicial, como en la que derivó la denuncia formulada por un ciudadano contra uno de los guardias de la puerta en octubre de 2021. El hombre le acusó de haberle llamado «morralla», insulto que la Justicia no cree que se produjera.

Según las fuentes judiciales consultadas este jueves por IDEAL sobre aquel episodio, aquella denuncia del ciudadano contra el guardia se tramitó como un posible delito leve y acabó en un juicio en uno de los nueve juzgados de Instrucción de la capital. El órgano dictó entonces una sentencia absolutoria que terminó siendo ratificada el año pasado por la Audiencia Provincial de Granada.

Fue exactamente el 21 de octubre de 2021 cuando el ciudadano, en situación de «libertad condicional», procedió a acceder al edificio donde se encuentra ubicado el Decanato. Iba a presentar «una documentación que le era necesaria en el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria».

Al pasar por el interior del edificio, el ciudadano fue requerido por el agente, que llevaba a cabo labores encomendadas para preservar la seguridad en el edificio. El guardia preguntó entonces al denunciante dónde iba (un interrogante que los agentes suelen lanzar en general a todo visitante antes de cruzar el arco de seguridad de la puerta).

IDEAL ha podido consultar la sentencia de la Audiencia, que recogía la versión dada por el denunciante. Este aseguraba que «el denunciado tuvo hacia él un comportamiento totalmente inadecuado, al no devolverle los buenos días que aquel le manifestó y llamarle morralla». Pero no solo eso. Según el ciudadano, «el agente procedió a cogerle del pecho y zarandearlo, al mismo tiempo que, según su versión de los hechos, le amenazó con denunciarlo».

Pero la Justicia concluyó que los supuestos hechos denunciados por el ciudadano, negados categóricamente por el guardia, no quedaron acreditados. Cabe recordar que al ser un edificio oficial, cuenta, lógicamente, con cámaras de videovigilancia que captaron lo sucedido, o mejor dicho, lo no acontecido.

Y de la visualización de esas imágenes «no se observa nada de lo denunciado», determinó la Justicia. Además, otro guardia civil de la Comandancia que había acudido a presentar unos atestados en el Decanato fue testigo de la escena y no vio nada de lo denunciado. De hecho, este sostuvo en el juicio que «todo se redujo a una llamada de atención por el agente al denunciante por su mala educación y su comportamiento inapropiado e irrespetuoso, negando que su compañero le cogiera del pecho o lo zarandeara».

Si este episodio llegó hasta Plaza Nueva -allí está la Audiencia de Granada- fue por un recurso que el denunciante interpuso contra la absolución del agente. Solicitaba la nulidad del juicio, en el que intervino incluso el abogado del Estado en defensa del guardia. Alegaba que las grabaciones que se visionaron en la vista estaban incompletas y que se le había causado indefensión. Sugería la posibilidad de que las imágenes hubieran sido manipuladas, pero la Justicia lo rechazó.

En este punto, las fuentes explicaron que las grabaciones fueron requeridas a la Delegación de Justicia -la Junta es la competente en los medios materiales y humanos de los juzgados- por el órgano que enjuició el asunto en su día, el Juzgado de Instrucción 2, por lo que la Audiencia terminó rechazando que el agente denunciado tuviera la oportunidad de quedarse a solas con el material, manipularlo y eliminar algún vídeo que pudiera comprometerle, «ni en la Delegación ni en el juzgado».

Fuentes judiciales de la Caleta consultadas por IDEAL indicaron que normalmente impera la tranquilidad en los controles en los accesos, donde los agentes desarrollan su labor «con profesionalidad» pese a que de vez en cuando haya ciudadanos que acudan exaltados o nerviosos. Basta con permanecer un rato como espectador en la entrada para comprobarlo.