Las abejas, en las cornisas de Santo Domingo y muertas en la acera. PEPE MARÍN

Las abejas de Santo Domingo inquietan al Realejo

La colmena de las cornisas ha crecido y los insectos ya revolotean a pie de calle, mientras los vecinos buscan solución

Javier Morales

Granada

Miércoles, 24 de marzo 2021

El callejón de Santo Domingo y la calle Aguado forman un recodo a espaldas de la iglesia del Realejo. Lejos del ajetreo junto a la ... comisaría, este estrecho pasillo es transitado solo por los vecinos de la zona. Quienes la conocen han tomado por costumbre cruzar de acera al pasar por allí: en una de ellas, las abejas revolotean entre los peatones.

Publicidad

Una colmena en las cornisas de Santo Domingo inquieta a los residentes del Realejo, que buscan soluciones ante la presencia de estas incómodas –aunque, en principio, inofensivas– vecinas. Llevan allí más de una década, pero nunca se habían hecho notar tanto como ahora.

La propia acera de estas callejuelas es testigo de su presencia. Hay decenas de ejemplares muertos sobre las baldosas y en el empedrado por el que ruedan los vehículos. También sobre los techos y capós de los coches. Al paso junto a la esquina se escucha el zumbido de los insectos.

«En los últimos días hemos tenido noticias de vecinos y otros colectivos sobre la aparición de gran cantidad de abejas muertas en las inmediaciones de la iglesia de Santo Domingo. Tras reconocer el lugar, la colmena se encuentra en la esquina de la calle Callejón de Santo Domingo con la calle Aguado. En principio, se ven abejas entrando y saliendo de la colmena, que es inaccesible». Es el mensaje que la asociación de vecinos del Realejo publicó enFacebook, pidiendo que un experto aclarase si las muertes son naturales o provocadas por algún insecticida y recordando que, por ley, no se pueden dañar.

Publicidad

El presidente de la asociación,Alejandro Corral, explica que la intención de los vecinos es trasladar la colmena hasta un lugar seguro en el que pueda ser aprovechada por un apicultor, sin generar incomodidad entre los residentes de la zona. El problema, apunta un bombero experto en la eliminación de colmenas, es que no hay un mecanismo concreto para retirar los panales de las cornisas. Los vecinos se tienen que poner de acuerdo y avisar al 112, contactar con alguna empresa especializada en este tipo de tareas, o con un apicultor que se quiera encargar de ella.

No son un peligro

Sergio Guerrero, apicultor especialista en 'rescate' de enjambres, empieza por advertir de que las abejas no suponen ningún peligro:no suelen atacar a los humanos a no ser que se sientan amenazadas, puesto que mueren después de clavar el aguijón. Sobre el proceso para eliminarlas, cuenta que en este caso la operación es complicada. Haría falta un camión equipado con grúa para llegar hasta el tejado. Y si las abejas están entre las tejas y hay que levantarlas, albañiles para reconstruir la cobertura sobre la marcha. En definitiva, un gasto que puede superar fácilmente el millar de euros.

Publicidad

Sobre las abejas muertas alrededor de la iglesia, Guerrero explica que una reina puede por cada día unos 1.500 huevos. Las productoras de miel tienen una vida promedio de 40 días. De ahí el crecimiento de la colmena y la cantidad de insectos que aparecen cada mañana muertos sobre la acera. Las abejas limpiadoras las sacan de las celdas cuando fallecen y las 'tiran' a la calle, que a este ritmo en unas semanas será una alfombra de abejas muertas.

El consejo del experto a los vecinos del Realejo es claro: las abejas no atacan, mejor que se acostumbren a ellas. Si no, tendrán que asumir un desembolso importante.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad