Multan al capellán mayor por la colocación de aires acondicionados en la Capilla Real

La concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada ha decidido multar al capellán mayor de la Capilla Real por la colocación de dos aparatos de aire acondicionado en uno de los muros exteriores de dicho edificio histórico, un hecho que fue descubierto por un técnico municipal el pasado mes de julio y que desembocó en la apertura de una investigación que ya ha concluido con la imposición de una sanción económica.

Once agujeros

Sin embargo, el Consistorio ha clasificado la infracción como leve, lo que significa que la cuantía máxima del 'correctivo' no excederá de 600 euros. Urbanismo ha sido benevolente porque los aparatos en cuestión fueron retirados inmediatamente después de que los expertos municipales localizaran la instalación y comunicaran al capellán mayor que aquello no podía ser, según detallo Miguel Ángel Fernández Madrid, el edil responsable del citado departamento.

Además de abonar la multa -que puede ser recurrida-, el Ayuntamiento ha abierto un expediente de restauración que obliga a reparar los desperfectos causados. No obstante, será la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía la que asumirá el seguimiento de ese trámite, ya que la Catedral está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC). O lo que es lo mismo, es un «edificio monumental y de valor excepcional (...)» que ha de mantenerse «en su total integridad (...), procurándose su conservación y recuperación por todos los medios de la técnica». Nada de eso es compatible con la colocación de aparatos de aire acondicionado.

Cultura también tendrá que determinar si, aparte del 'castigo' municipal, existió también una alguna «infracción patrimonial».

Las 'secuelas' que dejó la obra consistieron en once agujeros, cinco de los cuales eran más preocupantes porque afectaban directamente a un muro de la Capilla Real. «La descripción de la actuación urbanística ejecutada sin título habilitante -sin licencia, que, por otra parte, no podía concederse al tratarse de un BIC-, habiendo abierto para ello agujeros en dos paredes, una pared en el lateral de Capilla Real (...) y en el lateral del inmueble dedicado a vivienda, que, al ser retiradas las máquinas, han dejado los agujeros de los soportes, cinco en el lateral de la Capilla Real», describe el informe municipal. El documento aclara que los trabajos no podían ser legalizados e insiste en que los boquetes deben ser reparados. Para ello, los responsables de la Capilla Real tendrán que solicitar licencia.

En 1504, los Reyes Católicos ordenaron construir el inmueble para que acogiera sus tumbas. El edifico quedó terminado en 1521 y los cadáveres de los monarcas, que estaban en la Alhambra, fueron trasladados hasta la Catedral.