Harrison Ford se deja seducir por la Alhambra
El actor estadounidense ha pasado este jueves por Granada acompañado de su esposa, la también intérprete Calista Flockhart
Javier Morales
Viernes, 1 de julio 2016, 00:28
El reloj rozaba las tres de la tarde y los termómetros coqueteaban con los 35 grados. El artista estadounidense cruzaba la Puerta del Vino junto ... a su mujer, guardaespaldas y un par de guías para encarar el camino hacia el Palacio de Carlos V, punto de partida de su ruta turística en la Alhambra. Harrison Ford ha elegido la ciudad palatina para acercarse a la cultura de Granada durante su estancia en España.
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La escena de llegada, con el protagonista camuflado tras una frondosa barba blanca y un sombrero claro, aparentemente de paja, ha causado revuelo entre quienes trataban de esquivar el sol a la espera de acceder a los palacios nazaríes. No esperaban encontrar a la estrella de Indiana Jones, al intrépido piloto del Halcón Milenario en la saga Star Wars. Entre la algarabía de turistas y fotógrafos, bajo el arco de entrada al edificio ordenado por Carlos V, Harrison ha tirado de humor para contestar a un recibimiento en el que, en realidad, han participado más extranjeros que granadinos. Desenfundó su cámara réflex e hizo amago de disparar a los presentes, que celebraron la broma con una carcajada.
Quizás esperando que la persecución de los visitantes quedara ahí, levantó el brazo para saludar y dio media vuelta para encarar el patio circular del palacio. Pero nada más lejos de la realidad. A pesar de su aspecto, que dista de la imagen que ha presentado en sus últimas películas, quienes disfrutaban de la construcción renacentista se percataron de su aparición y acudieron a él. Fue entonces cuando Ford, que el 13 de julio cumplirá 74 años, rogó algo de calma y negó con un gesto de mano la petición de una seguidora que pedía una foto con él.
Su tercera esposa, Calista Flockhart, quien diera vida en televisión a la abogada Ally McBeal, se alejó durante un par de minutos. Harrison Ford aprovechó para descansar, de espaldas a los fotógrafos, sentado en una de las escaleras del palacio. Sacó su móvil y mandó algún mensaje antes de iniciar la ruta sin pasar por la cola habitual para acceder al recinto. Quiso el azar que, apenas unos segundos después de que el intérprete abandonara la zona, pasara por allí el alcalde de Granada, Paco Cuenca, quien acababa de tomar posesión como vicepresidente del Patronato de la Alhambra.
Como recuerdo de su recorrido, los célebres invitados se han llevado la guía oficial de la Alhambra, el libro Leer la Alhambra, del profesor José Miguel Puerta, y un ejemplar de los Cuentos de la Alhambra de Washington Irving. Un pañuelo y un abanico de decoración nazarí han completado el montante de souvenirs que llevarán a casa.
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Un lugar de cine
El alboroto provocado por Ford y Flockhart entre los históricos muros granadinos no ha sido el único de los últimos meses. En la lista de estrellas del cine que han pasado por la Alhambra está el norteamericano nacionalizado irlandés Mel Gibson. Éste se dejó caer por Granada en mayo y se acercó al monumento. No obstante, tal y como demostraron algunas de las instantáneas de aquella visita, Gibson sí se ajustó a la cola para entrar al itinerario de los palacios.
Ambos han seguido la estela de otras caras conocidas del séptimo arte. Brad Pitt vino a Granada en 1999 junto a la también actriz Jennifer Aniston. Lo mismo ocurrió con Gwyneth Paltrow, que en 2007 rodó en la Alhambra el capítulo de una serie sobre turismo, ocio y gastronomía.
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En el capítulo de rodajes, la colina de la Sabika ha servido como escenario para el rodaje de series como Isabel, El Príncipe o Carlos Rey Emperador. Pero quizás una de las grabaciones más sonadas es la de Indiana Jones y la Última Cruzada. Y precisamente porque no se pudo llevar a cabo en la Alhambra.
La película protagonizada por Harrison Ford se estrenó en 1989. Tal y como reflejó el experto en cine Juan José Carrasco en su tratado Granada y el cine, su historia, el director de la saga de aventuras, Steven Spielberg, pasó por la Alhambra para estudiar el rodaje de algunas tomas del film. Y para ello, requería meter un coche Rolls Royce en el Patio de los Leones. Argumentó el cineasta que no era necesario que se moviera, que bastaba con meterlo desde el cielo, enganchado en helicóptero. Pero claro, los responsables del monumento se negaron y Spielberg se decantó por Almería. Con la visita de este jueves, Ford ha cumplido con la cruzada a la que no pudo hacer frente Indiana. Y ha sobrevivido al particular enemigo de esta aventura: el calor.
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