La ciudad que se exprime las 24 horas
El ocio no está reñido con el trabajo. Los 'erasmus' compaginan eso de 'hincar' los codos con disfrutar de Granada al 100%
CRISTINA GONZÁLEZ
Miércoles, 22 de junio 2016, 02:06
Viernes noche. Una de la madrugada. Plaza de Los Lobos. En este rincón del centro de Granada, a pocos metros de la Facultad de Derecho, ... hay uno de los puntos de encuentro por excelencia de los estudiantes 'erasmus'. El Pub Legend es una de esas tradiciones orales que se van transmitiendo de generación en generación. Hasta en Google hay referencias a la afluencia de estudiantes extranjeros. Damos fe. Es constatable con sólo agudizar el oído. De repente italiano, de repente francés, de repente inglés... Una auténtica Torre de Babel perceptible a duras penas entre tanto 'chunda, chunda' de los últimos éxitos musicales. Alessandro Mariani, uno de los responsables del establecimiento, desvela algunas de las costumbres de la gran familia de universitarios venidos de otros países. «Son casi los únicos que salen entre semana y más temprano que los españoles. Cuando llegan empiezan viniendo a las diez y después a las once, a las doce», explica. Les gustan las fiestas temáticas: de países, de décadas, de colores, de despedida de los que vuelven a casa, de bienvenida a los que aterrizan... La excusa para divertirse, aunque no estén muy boyantes. «Piden lo más fuerte pero lo más barato», añade. Así que vengan chupitos, de todos los colores. Y vengan brindis, por lo que sea.
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Mañana y tarde
Pero el día de los 'erasmus' no empieza a la una de la madrugada ni la semana arranca en viernes. El ocio no está reñido con el trabajo y, lejos de los tópicos, la mayoría de los 'erasmus' compaginan eso de 'hincar' los codos con disfrutar al 100% de Granada, una ciudad que se exprime las 24 horas del día. Sara Cuéllar, una de las coordinadoras de la asociación ESN (Erasmus Student Network) sostiene que, por la mañana y por la tarde, «se tiran todo el día en la universidad estudiando». «Cada día me sorprenden más. Les dices de hacer algo y te dicen que no. Sacan muy buenas notas», subraya.
Precisamente, ese cambio en el ritmo de las clases que ha protagonizado la universidad en los últimos años, con visitas a las aulas durante toda la jornada, ha trastocado también los hábitos de estos estudiantes. «Muchos se quedan a comer en las facultades en lugar de ir a sus casas», indica. Aunque ir de tapas es sagrado. Les gusta probar todo lo típico de la gastronomía, «son bastante lanzados». Por ejemplo, se desviven por la tortilla de patatas y ahora están descubriendo el salmorejo y el gazpacho, que ayuda a refrescar el subidón del mercurio. Propuestas multiculturales y, por supuesto, los bares que dan mucho por poco dinero se llevan la palma en zonas como calle Elvira, Plaza de Toros, Gonzalo Gallas o Pedro Antonio. El centro, siempre el centro. «Se mueven básicamente por el centro», constata Samir Brighech, de Erasmus Friends Granada, que podría considerarse un área amplia. «Para un estudiante es una ciudad perfecta porque no es ni grande ni pequeña», abunda.
Por eso tampoco hay una zona donde los 'erasmus' concentren su residencia. Hay preferencias, como el Albaicín, pero se dispersan por toda Granada. «La mayoría está por el centro por la cercanía de las universidades pero hay un gran porcentaje que escoge el Albaicín por las vistas, porque es una zona diferente, como un pueblo dentro de una ciudad», añade Samir Brighech. Sara Cuéllar suma zonas como las inmediaciones de la estación de Renfe, Plaza de Toros, Pedro Antonio, el Realejo, Obispo Hurtado o Gran Capitán. «Desde 120 euros pueden encontrar una habitación en Cartuja y si te vas acercando más al centro entre 150 o 200 euros más gastos», apunta. Lo normal es que quieran compartir con personas que sean de otras nacionalidades para esforzarse con los idiomas, lo que viene a ser pisos tipo ONU (Organización de las Naciones Unidas) donde se entremezclan los orígenes más dispares y también se montan fiestas. Algunas incluso sonadas, en el sentido literal, porque el ruido obliga a la intervención de la policía.
Flamenco y cuevas
Fiesta en casa y fiesta en la calle. No sólo en el Pub Legend se mueven los estudiantes 'adoptados' por Granada. Todos tienen parada obligatoria en un espectáculo de flamenco y/o en una cueva del Sacromonte. «Es como las tapas, al menos una vez van. Sobre todo las primeras semanas. A veces suelen dejarlo para cuando vienen sus familias o amigos a verlos», apuntan desde la asociación ESN, uno de los mayores colectivos de estudiantes a nivel europeo presente en más de 500 universidades de 30 países.
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Un espectáculo de flamenco para un guiri es como para los musulmanes la Meca, hay que ir al menos una vez en su vida. Pero al margen de ese tipismo, cada uno tiene su gusto musical. «Si les gusta el rock los encontrarás más por Pedro Antonio pero a otros les gustan más las discotecas y en Granada hay muchas donde elegir», continúa. Como El Camborio, otra parada obligada por sus vistas de la Alhambra. Como lugares de referencia son Chupitería 69, otro templo 'erasmus', o los pubs irlandeses de El Realejo, coto de ingleses o estadounidenses.
«En general sí van a intentar moverse y conocer a gente española pero también puedes encontrar a quienes van sólo con 'erasmus'. También entran en juego los propios españoles, que quieran conocerlos y relacionarse con ellos», añade Sara Cuéllar. Aquí es fundamental no sólo la labor de ESN, que les acoge cuando llegan a Granada y organiza viajes y actividades culturales. También los planes de fines de semana, en los que se dedican, según afirma esta cicerone de los universitarios foráneos, a «descubrir mundo». «Suelen ir de viaje y, si se quedan en la ciudad, van a los miradores, conocen mejor Granada u organizan barbacoas», matiza Samir Brighech, de Erasmus Friends Granada. Viajes a otras capitales andaluzas, a la playa e incluso, si hay puentes festivos, a Madrid, Barcelona o Portugal. 'Erasmus' que no paran.
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