Francesco Cristiano toca su violín en la calle Oficios, donde los fines de semana hay un permanente trasiego de turistas.

Francesco Cristiano, el violinista de la Catedral

Es un italiano que mueve el arco con elegancia y sutileza. Toca melodías de ayer y de hoy. Melodías de siempre. Los turistas no se resisten; los de Granada, tampoco

Jorge Pastor

Viernes, 6 de mayo 2016, 10:50

Dar una vuelta por el entorno de la Catedral siempre resulta emocionante. La espectacular visión del templo desde las Pasiegas, el olor a especias... y ... las evocadoras melodías de músicos como Francesco Cristiano, un italiano que mueve el arco con elegancia y sutileza. Melodías de ayer y de hoy. Melodías de siempre. Los turistas no se resisten; los de Granada, tampoco. Porque Francesco, un adulto con aspecto de adolescente y mirada de niño, igual toca el 'Canon' de Pachelbel que una de Queen. Clásicos y modernos adaptados a las cuatro cuerdas de su violín, siempre afinado.

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En el repertorio de Francesco, de 35 años, nunca falta una tarantella de Nápoles, donde nació, se crió y estudió filosofía. «Elegí esta carrera -dice Francesco- porque me di cuenta que era la mejor manera de entenderme a mí mismo». «Es lo más honesto», agrega. Después se fue a Tenerife por amor. Y luego a Granada «porque decían que era buena para la música». Aquí fundó los Monkys. Tocan en grandes y pequeños escenarios. En La Rochelle (Francia) y en el Isabel la Católica, por ejemplo.

Francesco tiene una hija de seis años y muchas ilusiones por delante. Suele oficiar los fines de semana en la plaza Alonso Cano, entre el Sagrario y el obispado, y también en la calle Oficios. «Los turistas son más espléndidos, echan un euro. Los de Granada no pasan de los treinta céntimos».

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