El rebujito surgió de forma casual en la caseta 'La Rebotica' en 1985
Un grupo de amigos buscaba algo para quitarse el calor y les dio por mezclar vino amontillado y un refresco tipo casera blanca
antonio arenas
Lunes, 11 de abril 2016, 13:39
Como muchos y transcendentales inventos a veces no son fruto de profundos estudios o campañas comerciales sino de la pura casualidad. Así nos los contaba ... el farmacéutico Antonio Baquero: "El rebujito es una bebida creada por los farmacéuticos granadinos en la Feria granadina del Corpus del 1985, en la caseta "La Rebotica" y claro le pedimos detalles y nombres de las personas que estuvieron presentes en ese curioso nacimiento. En concreto, la comisión de fiestas con la que esta caseta iniciaría su andadura, siendo presidente de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos granadino, Francisco Ortiz de Saracho, estaba formada por José Luis Nestares García Trevijano, Paco Fidalgo, Jesús Cabo, los tres fallecidos, además de Pepe Parejo y como responsables de la barra, Luis y Andrés, del bar de la Facultad de Farmacia que fueron testigos. Como es habitual en este tipo de "empresas" la caseta se montó con la aportación de los farmacéuticos con oficina de farmacia más la colaboración de distintos laboratorios.
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Un año antes había nacido la Caseta del Real Club de Farmacéuticos de Sevilla, tesitura que aprovecharon sus "hermanos" granadinos para solicitar gran parte de sus elementos decorativos, al tiempo que alquilaron el armazón y las lonas de la carpa de su caseta a "Los amigos del Compadre" de tal forma que según cuenta, Pepe Parejo esa primera caseta de "La Rebotica" se asemejaba a una auténtica botica hasta el punto de que hubo vecinas del barrio de Almanjáyar que se acercaban con sus bebés a comprar leches infantiles y potitos. Sería durante el montaje de la caseta cuando, debido al calor y cansancio, echaron mano a algo para refrescarse. Entre los trastos, cajas y restos del año anterior encontraron un par de cajas de botellas de vino amontillado del Laboratorio Calmante Vitaminado que les había hecho llegar su propietario Diego Pérez Giménez. Tras probarlo comprobaron que estaba algo "picaíllo" por lo que decidieron añadirle algún refresco, en este caso Seven Up. El caso es que mejoraron tanto el sabor y el resultando fue tan bueno que "que durante el resto del montaje de la caseta y durante todas las fiestas del Corpus, se convirtió en la bebida de moda, pero ya era con Sprite".
De hecho cuenta Parejo que "entre las que se bebieron, se llevaron y se regalaron desaparecieron rápidamente". En cuanto a la denominación explica Baquero que García Trevijano o Güí, como le conocían los amigos, recordaba que por Huelva llamaban rebujo a un vino que se mezclaba con azúcares y agua carbonatada.
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