«Que 2016 sea el año de la recuperación del Darro»

¿Qué imágenes le vienen a la mente al llegar las navidades?

Es una mezcla agridulce de sentimientos e imágenes. Son fechas en las que recuerdas a las personas que ya no están, y eso te hace sentir un cierto grado de tristeza, pero a pesar de ello, me gusta, la considero un tiempo de felicidad porque es el momento par ala familia y tus propios recuerdos de la niñez. Soy muy casero, y la Navidad me gusta en casa.

¿Se ve de forma especial desde la óptica de un geólogo?

Más que de geólogo como científico y apasionado de la naturaleza, porque en esta época el campo se viste de forma especial. Me gusta la nieve y el frío, los charcos helados. En el campo los barrancos presentan alfombras de hojas y los caminos tienen el suelo duro y blanco por la escarcha. Eso es la Navidad.

¿Qué recuerda de las fiestas de su infancia?

Además de la reunión familiar, que entre mis hermanos y yo, somos cinco, siempre hemos intentado continuar, y los regalos, que como cualquier otro niño de los sesenta, eran muy poco variados, ya que a todos nos encantaba vestirnos de vaqueros y a mi, en particular, me apasionaba la estrella de Sheriff y el revólver. Mis hermanos, un poco más jóvenes, ya vivieron la época del Geyperman y el Scalextric, pero en la mía, fueron los 'cawboys' y los balones de fútbol.

¿Cuál sería su deseo para el año que entra?

Desde el punto de vista profesional, o de mis devociones, me gustaría que 2016 sea el año en que se inicie el proyecto de recuperar el río Darro y hacer ese sendero circular que enlace desde el camino del Avellano a la Abadía y por el Sacromonte vuelva a la ciudad. Es imprescindible para dar un impulso más a la Granada verde y al turismo de naturaleza.

Es el responsable del proyecto 'Conoce tus Fuentes, Manantiales de Andalucía', y el blog 'Paisajes del Agua', ¿cuál es su paisaje del agua en Navidad?

Si duda alguna, la vereda de la Estrella. Esa imagen del anfiteatro que forman los colosos de Sierra Nevada y el río Genil bajo ellos. Es una postal incomparable y que muestra la esencia de Granada.

¿Y el aroma?

El olor a resina y acículas de pino en casa de mis padres, cuando se vendían pinos de las sacas que hacían los forestales en el Puerto de la Mora.