«La residencia San Juan de Dios es la misma gloria, mejor que en casa»
Ángeles Peñalver
Lunes, 19 de octubre 2015, 01:44
Estrella Rodríguez, de 79 años, vivía a principios de este año en Almanjáyar con su marido. No tuvieron hijos. En un mes, él falleció y ... al siguiente a ella le dio un ictus que la dejó en silla de ruedas. Derrama lágrimas mientras narra que su trabajadora social le ha tramitado las ayudas de la Dependencia. Mientras llegan -lo previsible es que tarden más de un año-, paga una plaza en la residencia privada de San Juan de Dios de Granada, donde aporta su pensión y completa lo que le falta para llegar a la tarifa plena con sus «ahorrillos».
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«La limpieza y el cariño que tenemos aquí son lo mejor. Estoy contentísima. Salgo a la calle y busco novios -bromea-. Lo que sí es verdad es que el otro día me bajaron a Plaza Nueva y acabé tocando el tambor con público delante. Y me encantan los deberes», dice al colorear un dibujo.
María Aizcorbes -a su lado- ha tenido una vida durísima, pero su carácter de hierro la mantiene coqueta y despierta a los 80 años. Enviudó antes de cumplir los 45 años y ya tenía seis hijos, uno de ellos con esquizofrenia paranoide y otro con trastorno bipolar. Cuando todos se emanciparon y ella se quedó sola en su piso del centro de Granada con los dos enfermos -hace algo más de diez años- reunió a sus hijas y les dijo: «Me voy a una residencia». Sus dos descendientes con enfermedad mental viven gracias a distintos programas de Faisem, la fundación pública andaluza de enfermedad mental. «Yo misma elegí venirme a uno de los 14 apartamentos tutelados de San Juan de Dios. Entrego mi pensión y mis hijos -los que trabajan- completan lo que falta hasta los 1.400 euros», narra la señora, quien muestra con orgullo las dependencias de su coqueto piso -junto a Plaza Nueva- donde se lo limpian todo, le dan atención médica y le cocinan a diario. «Esto es la gloria. Es exquisito. Salgo a la calle cuando quiero y hago amigos. No derramo ni una lágrima», se despide.
José Luis Salcedo, gerente de la Orden de San Juan de Dios, explica que tienen las plazas cubiertas en apartamentos tutelados (cuestan 1.400 euros al mes) y en la residencia aledaña. Las tarifas de esta última son 1.700 euros para dependientes y 1.400 para ancianos autónomos. «Tenemos cinco plazas becadas para personas que sólo pueden aportar sus pensiones no contributivas (menos de 300 euros). Es la filosofía de la Orden», aclara.
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