Emuvyssa cuenta los días para su funeral

Como ejemplo de la rentabilidad de Emuvyssa basta tomar la cuentas anuales del ejercicio 2013, en el que la venta de VPO se saldó con una sola vivienda adquirida. Sin embargo, a pesar de ello, la sociedad fue capaz de generar un volumen de negocio de 15.522.243,21 euros, según los datos aportados por la directora gerente en ese último consejo de administración. Más sorprendente aún es que el fondo de maniobra positivo de que dispone la empresa asciende a 56,95 millones de euros. Estos, según el informe de la directora gerente, «son los fondos líquidos por encima de las obligaciones que están disponibles como margen de seguridad frente a las incertidumbres». Son los recursos con los que una empresa puede hacer frente a sus obligaciones a largo plazo para financiar las necesidades operativas a corto plazo. Dicho de otro modo, es la capacidad de una compañía de sobrevivir a los pagos y los cobros. Quiere decir esto que Emuvyssa tendría capacidad de actuar con prontitud en caso de tener que hacer frente a cualquier situación de pago de alguna deuda, por ejemplo.

Esto último se completa con el hecho de que la empresa municipal ha dado beneficios hasta en los peores momentos. No en vano, su balance en 2013 arrojó un saldo positivo de 1.449.327 euros. Aún así, el informe de gestión de ese ejercicio advirtió de que la actividad de Emuvyssa en ese año estuvo «marcada por la profunda crisis económica y financiera que se manifiesta con especial gravedad en el sector inmobiliario, reflejándose en la paralización de la demanda de inmuebles y, fundamentalmente, en la compraventa de viviendas». Esta circunstancia se había observado desde la gerencia en la evolución de los cinco ejercicios anteriores (2008-2012). En 2013, señala el informe, la caída en la compraventa de vivienda protegida «ha sido las más fuerte de las registradas en estos ejercicios transcurridos y marcados por la crisis económica».

Rehabilitación

A lo anterior, Emuvyssa suma «las restricciones de crédito a los particulares y la falta de financiación, así como las mayores cautelas exigidas en la concesión de préstamos hipotecarios a las familias de los inmuebles promovidos por Emuvyssa». Los bancos han endurecido a lo largo de los últimos los criterios de evaluación de riesgos para la concesión y subrogación de préstamos hipotecarios y eso ha frenado las ventas. Con este coyuntura, Emuvyssa decidió hace tiempo dejar de promover la construcción de viviendas y tratar de deshacerse del stock que mantienen en cartera, mientras aplicaba una política de reducción del gasto desde 2009.

En paralelo ha colaborado en la política municipal de rehabilitación de viviendas con el fin de destinarlas al alquiler. En este sentido, a principios de este año, en el mes de marzo, la junta de gobierno local aprobó la adjudicación definitiva de distintas ayudas a nueve titulares de viviendas deshabitadas. Es otro de los ejemplos de que la empresa municipal ha mantenido -y mantiene su actividad- a pesar de la crisis. Y es precisamente la rehabilitación de viviendas uno de los fines a los que podría haber dedicado la compañía el Ayuntamiento en caso de haber decidido mantenerla con vida. Es una de las propuestas que el portavoz de IU, Francisco Puentedura, ha lanzado en algún debate plenario a la edil de Urbanismo. En el PSOE se han mostrado partidarios también de enfocar Emuvyssa a proyectos de rehabilitación de vivienda mientras el mercado inmobiliario no se recupera o las entidades financieras deciden abrir de nuevo el grifo hipotecario para las VPO.

Sin embargo, el equipo de gobierno ha hecho caso omiso a esa proposición y ha decidido seguir adelante con su idea de hacer desaparecer la sociedad anónima. El responsable de temas urbanísticos del PSOE en el Ayuntamiento, Miguel Ángel Fernández Madrid, lo definió así: «Se han cargado Emuvyssa con medio folio». La 'esquela' aparece en la documentación del último consejo de administración y se denomina 'Propuesta de elevación a la Junta General de Accionista de reparto de dividendos con cargo a reservas voluntarias por importe de 6.500.000 euros'.

En ese punto se expuso a aprobación el traspaso al Ayuntamiento de Granada de esas reservas de dinero acumuladas por la empresa. La operación se estipula en dos pagos. El primero por importe de 3,5 millones de euros. De este montante ha extraído el equipo de gobierno 2,2 millones y lo ha destinado a gastos de la Concejalía de Movilidad, un trasvase que ha sido criticado con dureza por la oposición, que ha visto en esta operación una evidencia clara de que la implantación del nuevo modelo de transporte público, incluida la Línea de Alta Capacidad (LAC) ha creado un «agujero económico» en las arcas municipales. En el último pleno, celebrado el pasado viernes, el socialista Baldomero Oliver lo expresó así: «Sobre el incendio que han montado en esta ciudad (LAC), echan fuego». Y vaticinó: «Esta ocurrencia de las nuevas líneas (las tres de largo recorrido anunciada el pasado jueves) van a estar funcionando hasta mayo, porque luego no habrá dinero. Le van a echar dos milloncitos más de los fondos de reserva de Emuvyssa». El gobierno se escuda en el concepto de 'caja única', según replicó el edil de Hacienda, Francisco Ledesma.

Emuvyssa, mientras, aguarda su funeral. Y dejará aún cerca de 30.000 euros de beneficio de 'herencia' final.