125 bolardos de madera para asegurar el comienzo del camino al Llano de la Perdiz

El camino que lleva al Llano de la Perdiz parte de un lateral del cementerio de San José. Estacionar en el camposanto es tarea ardua. Si bien hay un centenar de plazas de aparcamiento con línea blanca, es decir, gratuitas y libres;es cierto asimismo que la gran afluencia de automóviles hace que las plazas estén siempre ocupadas y haya que utilizar los aparcamientos de pago de las inmediaciones.

Para evitar el pago cuando las plazas libres están ocupadas, los conductores aparcaban en el camino del Llano de la Perdiz, entre ambos cementerios, en sentido ascendente en la parte de la derecha. Esta situación, por un lado, está completamente prohibida, como así anunciaban las señales de tráfico. Por otro supone aparcar en una pista que termina en su vertiente derecha ascendente en un barranco, lo que la maniobra de aparcar resultaba extremadamente peligrosa.

Las obras de reparación y mejora paisajística en el camino forestal que da acceso al Llano de la Perdiz, encargadas por el Patronato de la Alhambra y Generalife y que se iniciaron el pasado día 26 de mayo, han solucionado la anterior situación.

La actuación se ha desarrollado en el interior de la zona declarada Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento, en el entorno de la Alhambra y el Generalife, dentro del monte público Dehesa del Generalife, propiedad del Patronato y colindante con el parque periurbano del mismo nombre.

En esta primera fase se ha actuado sobre un tramo de cuatrocientos metros, entre el cementerio de San José y el barranco adyacente al cementerio musulmán. El camino presentaba un firme muy deteriorado, con baches y zonas erosionadas. Los trabajos han consistido en la sustitución del pavimento por un firme granular, limpieza de cunetas, adecuación de pasos de agua e instalación de señalización con indicaciones de uso.

Se han instalado bolardos para delimitar las zonas de paso y evitar el estacionamiento en áreas no autorizadas o inseguras. Durante las obras, el acceso al camino quedó temporalmente cerrado. En total son 125 bolardos de madera de un metro de altura que parten desde el Cementerio de San José y llegan hasta la primera curva a la derecha que abre el camino una vez sobrepasado el cementerio musulmán.

A modo de anécdota, este lunes dos vehículos consiguieron estacionar sus vehículos en los dos únicos puntos donde no hay bolardos. El primero, en el ínfimo espacio que hay entre el comienzo del camino y el primer bolardo colocado. El segundo en un zona tras el cementerio musulmán donde el carril se estrecha tanto que se ha considerado que no eran necesario los bolardos. Apartir de este punto, el camino vuelve a encontrarse en un estado de conservación muy deficiente, con todo tipo de fisuras y baches.

El proyecto cuenta con el visto bueno de la comisión técnica del Patronato y la autorización de la delegación territorial de Cultura y Deporte de la Junta.