¿Vestuarios del Getafe? «Bartra es limpio y ordenado»

Su padre le puso Melissa, «porque era superfán de La casa de la pradera». Y algo le ha condicionado el nombre. «Soy muy happy, veo siempre el lado bueno de las cosas, porque lo malo ya llega solo». Meli, como la llama su pareja, vivió en Bélgica hasta los dos años y medio. Habla francés e italiano y de belga tiene... «que me pirran las patatas fritas con mejillones». En su brazo derecho lleva un tatuaje: el número ciento setenta y tres escrito en francés. Tiene historia. «Es un tatuaje familiar. Nos lo hicimos mi padre, mi hermana y yo cuando falleció mi abuelo paterno. Él trabajó en la mina y el primer día que llegó le dieron un candado con el 173. Desde entonces se convirtió en su número favorito. Nosotros nos lo tatuamos en homenaje a él».

Qué habría dicho aquel humilde minero al ver a su nieta convertida en una periodista televisiva y famosa novia de un futbolista del Barça, es algo que Melissa ni se imagina. Pero la realidad es que a sus 28 años, es una WAG rica y famosa, pareja de Marc Bartra, defensa central del Barça. «Yo mientras él sea feliz, como si es farmacéutico», tercia la reportera. Bartra tiene 24 años, «tres y medio» menos que ella; y nada que ver con el cantante Dani Martín, su anterior novio. «Creo que Marc y yo hasta nos parecemos físicamente. Yo tengo más carácter, pero él también sabe sacar el suyo cuando hace falta». Se conocieron a través de los motoristas Espargaró. Y lo suyo fue un flechazo. «Cuando alguien es para ti todo cuaja. Y con Marc cuajó desde el principio». Llevan dos años juntos y ya tienen una hija. La han llamado Gala, porque Melissa (con dos eses, algo que ha tenido que recalcar toda su vida) buscaba un nombre fácil de deletrear. «Además leímos que significa mujer con carácter». Que se lo pregunten a Dalí...

Dice Melissa que Shakira no le ha dado todavía ningún consejo sobre cuidados maternales. «Solo somos conocidas». Y que le «dolería mucho» que a Bartra le pitaran en el campo como a Piqué. «Sobre política prefiero no pronunciarme. Marc es jugador de la selección española; él está orgulloso de serlo y yo también. Si algún día esto cambia estaré contenta de que vaya a la selección catalana, pero ahora estamos en España y él defiende lo que tiene que defender».

Sobre la polémica fiesta de Halloween en las dependencias del Getafe prefiere no opinar. Pero advierte: «Seguro que no hubo mala intención». Alves ha negado que él y sus compañeros dejaran el vestuario hecho un asco. Y Melissa puntualiza que su chico «es muy limpio y ordenado». Hoy y mañana, la periodista estará en el Gran Premio de Valencia, de nuevo retransmitiendo. «Me llevo a la niña y mi madre cuidará de ella mientras yo esté en el circuito». Cree que no llegará la sangre al río «porque Rossi y Márquez son dos pilotos inteligentes». Pero ella se decanta por Márquez. «Admiro mucho a Valentino. Sin embargo, aquí ha perdido los papeles. Y no me ha sorprendido, porque él en el fondo tiene mala uva, no es oro todo lo que reluce. El día de la patada tenían que haber sacado la bandera negra».

Aunque le apasiona su trabajo, la reportera no dudaría en dejarlo todo y seguir a Bartra en caso de que fuera traspasado a un equipo extranjero. «Me iría con él. Somos una familia». Es lo que ha hecho su amiga, Sara Carbonero, a la que Melissa ya ha felicitado por su segundo embarazo. «Estoy muy contenta por ella, creo que ha elegido un buen momento».