Évole, el truhán y el señor
La estrella de ‘Salvados’ estrena productora y temporada con un cara a cara en un bar entre Pablo Iglesias y Albert Rivera. «Es una imagen inédita que rompe corsés»
nuria rozas
Domingo, 18 de octubre 2015, 14:15
Por favor, tres cafés con leche». La frase de barra de bar no tendría nada de especial si no saliese de la boca de Jordi ... Évole, que ha sentado por primera vez en la misma mesa a Albert Rivera y Pablo Iglesias. Sin atriles, en una cafetería de barrio. La charla se podrá ver en Salvados (La Sexta), a las 21.30.
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Cuando usted pregunta a sus entrevistados qué canción les gusta de Julio Iglesias, Pablo responde «soy un truhán» y Albert añade «soy un señor». ¿Les van bien los papeles?
Sí, sí. Ja, ja, ja. Ellos mismos, una vez grabado el fragmento, lo comentaron: Fíjate, quién ha dicho quién es el truhán y quién es el señor y se partían de la risa.
Hace cuarenta años fue la pelea del siglo entre Fraizer y Cassius Clay. ¿Reviviremos mañana un combate semejante?
No, una de las cosas que destacaría del cara a cara es el tono; han huido de la tertulia que invita a la crispación. Hay pocos momentos de debate de esos de Déjame hablar a mí. Estuvieron más por construir que por destruir.
¿Se hicieron amiguetes?
Hubo discrepancias, pero también hubo cosas en las que, dos personas que optan por la regeneración, están de acuerdo. El hecho de hacerlo en un bar, de irse a un barrio... Nos fuimos a Nou Barris, en Barcelona, que además es un sitio curioso porque en las municipales ganó Ada Colau en coalición con Podemos y en las autonómicas, Ciudadanos. Un terreno neutral. El paseo con la gente de la calle, la expectación que se montó de golpe y porrazo con los dos líderes nacionales... Es una imagen inédita en el mundo de la comunicación política. Es bueno romper los corsés.
¿Cómo definiría a cada uno?
(Se lo piensa) Rivera tiene muy claro lo concreto y ha hecho un paquete de medidas precisas: y Pablo tiene un concepto más filosófico de lo que quiere llevar al poder.
¿Y a quién votaría?
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¡Hostia! Yo pensé que en este país el voto era secreto, pero ya veo que últimamente no.
Era por si colaba...
Ya he visto... ¡Bien probado, bien probado! Te puedo garantizar que votaré, pero todavía no lo tengo claro. Además, en estas elecciones, vamos a tener más opciones que nunca, y opciones ganadoras.
¿Ha intentado un debate a cuatro con PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos?
Sí, lo intentaremos y si no quieren propondremos otro formato. La política va a estar presente, pero de manera diferente. De hecho, el cara a cara entre Albert Rivera y Pablo Iglesias ya lo es porque no está pactado. Lo único pactado fue que ellos estuvieran allí. No hay cronómetros, no hay atriles, no hay turnos de palabra, no hay temas concertados, están en un bar y no en un plató... Llegaron los dos juntos en el mismo coche y antes tuvieron que romper el hielo porque iban solos... Son elementos que ayudan a destruir el muro entre ciudadanía y política.
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Cambiando de tercio. Arrancó con una entrevista a Julio Iglesias, ¿qué le ha parecido?
Fue casi una broma. Iba a hacer la promo del programa, como un cameo, y una vez allí, le planteamos hacerle cuatro preguntas. Ese día estaba muy por la labor, se las hicimos y lo convertimos en el preestreno.
No le metió mucho las gomas...
No sé. ¡Es que tampoco me parece que sea un personaje como para meterle caña! Él tiene una trayectoria muy respetable, lo que me interesaba es que me explicase cosas que él ha vivido en primera persona ligadas a la política. Cuando me contaba: Yo levanto el teléfono y se pone Henry Kissingerex secretario de Estado de EE UU, porque he pasado treinta Navidades con él y su mujer Nancy, a mí se me ponían los ojos como platos. Buff... ¡Alucinante!
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Veo que le acabó camelando.
Tanto como camelando no sé si es la palabra. Pero te puedo decir que en las distancias cortas cae muy bien. Como dice él, tiene mucho charm (encanto).
Quién lo iba a decir: Julio Iglesias y Jordi Évole juntos.
No me gusta renunciar a nada. Siempre digo que esta profesión es como un menú degustación en el que hay que probar todo. A veces simplemente para no repetir. Me encanta que sea un programa ecléctico y que tengan cabida cosas que a priori piensas: ¡Hostia! Julio Iglesias en Salvados, ¿pero esto qué es?, y luego dices: Pues tampoco ha estado tan mal, que fue la reacción de mucha gente. La entrevista se grabó finalmente en Miami, pero se barajó Punta Cana, donde Julio Iglesias tiene una casa paradisíaca, donde invitó a Évole, y un hotel, en el que se alojaría su equipo.
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Se ha llevado Salvados a su nueva productora. ¿Quiere hacerse rico como Julio Iglesias?
¡Ya más rico no puedo ser! Pero de espíritu... (risas). No, no es cuestión de riqueza, es algo que llevaba años hablando con Buenafuente y finalmente lo hemos hecho de buen rollo. No puedo decir nada en contra de El Terrat porque allí he crecido y aprendido.
El primer sueldo de 3.000 pesetas se lo quiso dar a su madre. ¿Ahora también lo hará?
El problema es que no sé cuándo llegará ese primer sueldo, ja, ja, ja. Cuando te independizas... Estamos entre la ilusión y el vértigo. Nos hemos tirado a la piscina ¡y ya veremos si hay agua!
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Gabilondo y sus padres
Esta semana ha criticado a TVE por colocar la bandera española en el canal de niños. ¿Por qué?
Es una opinión más. Aunque a veces pienso que para qué me meto en esos jardines. Yo no critiqué que Televisión Española las colocase en sus canales, sino que la pusiese en el infantil. Es innecesario.
¿Se arrepintió después?
No me arrepiento, porque es mi opinión. Algunos pueden sacar una lectura equivocada, pero aquí en Cataluña ya me he declarado como no independentista y en el resto de España también.
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Se quejó en La Sexta de que no invitasen a periodistas independentistas. No se corta ni en su canal.
No, yo con Antonio (García Ferreras) tengo una relación magnífica. Tanto que me permite el lujo de decirle en directo, en su programa, lo que le dije. Hay que hacer un esfuerzo por la pluralidad y es bueno que si montas un debate que lo haya. Digo lo que pienso en un bando y en otro, y eso a veces trae muchos problemas.
¿Cómo solucionaría el conflicto actual en Cataluña?
Haría una inversión en tolerancia de los dos bandos.
¿Plantea un referéndum?
Sí, y es más, si hubiese un gobernante español que tuviese la valentía de hacerlo, y lo plantease de forma constructiva, habría muchas posibilidades de que saliera el no. Hay más independentistas a medida de que se cierra esa opción. No hay que tenerle miedo a la democracia.
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¿Rivera podría ser el indicado?
Yo discrepo, y él lo sabe, en que no quiere un referéndum.
Gabilondo le define a usted como el enviado especial de la ciudadanía. ¿Se siente así?
Yo me siento lo que diga Gabilondo... Ojalá algún día me parezca a él mínimamente. De pequeño quería ser como él, lo que pasa que cuando llamaban a mi casa y cogía el teléfono me decían: Anda niña, dile a tu padre que se ponga y pensé que con esta voz nunca podría ser Gabilondo.
Cuenta que presentárselo a sus padres fue su myor ilusión. ¿Más que llevar a su novia?
¡Hombre! Es que estoy convencido de que a mis padres les hizo más ilusión conocer a Gabilondo, ja, ja, ja... Ella lo entenderá perfectamente. En mi casa se ha escuchado toda la vida, desde que yo era pequeñito, ha formado parte de la familia sin que él lo supiese. Entonces, presentarle a mi padre a un primo suyo ha sido una gran ilusión.
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Ya con 12 años se colaba en la zona de prensa para entrevistar a Indurain. ¿A los 41 qué hará?
Lo que me molesta es perder parte de esa frescura y descaro. Cuando vas conociendo este mundillo más a fondo, a veces uno se amilana y se corta ante según qué cosas. Me gustaría no perder ese espíritu de ir con una grabadora, ponerle una pegatina de Cataluña Radio y colarme para entrevistar a los que eran mis ídolos. Me gusta ese punto de locura.
Empezó siendo el sherpa del cámara (el ayudante) y ahora el que tiene ayudantes es usted. ¿Se lo había imaginado?
Para nada. Lo bueno de haber picado mucha piedra es que ayuda a ver el trabajo de equipo: la producción del invitado, las preguntas, grabar con la cámara... Pues ahora tengo un equipazo que se dedica a eso y yo lo valoro mucho.
Su mejor amigo, Fran, le define como un tímido sin vergüenza. ¿O tiene más de sinvergüenza?
Como te decía con Iñaki, lo que diga mi amigo Fran, bienvenido sea. Porque es de esos amigos que todo el mundo querría tener. Y le quiero como a un hermano.
En su barrio le conocen como El Evolillo. ¿Ahora que ha juntado a Iglesias y a Rivera conseguirá ser El Evolote?
Ja, ja, ja. Lo de El Evolillo era en el cole, no sé qué decirte... Evolote no me veo sinceramente. Me sigo viendo más Evolillo en cualquier situación.
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