El pacto electoral de Jaén, en boca de todos
Cs exhibe las 'llaves' del Ayuntamiento de Jaén, y PP y PSOE, sus estrategias de presión | Los 'populares' dicen que no reeditar el tripartito con Vox puede abrir una crisis en la Junta, y los socialistas resaltan su victoria y que el cambio es quitar el PP
¿Y ahora qué? Es la pregunta en Jaén, y en otros municipios, como Linares, donde el 26M dejó el gobierno municipal pendiente de varios ... posibles pactos. Desde que cerca de la medianoche el PSOE de la capital perdiera en la 'photo finish' su duodécimo concejal y, con él, la posibilidad de sumar con Adelante Jaén (IU y Podemos) una mayoría absoluta, se suceden las cábalas. Una situación que tiene un precedente en las anteriores municipales, cuando el PP perdió la mayoría absoluta y tanto 'populares' como los socialistas cortejaron ya a Ciudadanos, encabezados entonces por Salud Anguita, ahora en Vox.
El entonces candidato del PP y alcalde en funciones, José Enrique Fernández de Moya, se llevó al final el gato al agua, pese a que los ediles de Cs y PSOE habían llegado a un acuerdo, hasta el punto de que los concejales 'populares' recogieran sus cosas de los despachos. Pero la dirección de Cs estableció como norma - y envió a sus dirigentes para hacerla cumplir - que allí donde no gobernasen dieran su apoyo a la lista más votada. Eso hizo que los ediles de Jaén, a regañadientes, votaran en blanco y dieran en 2015 la alcaldía al PP.
¿Y ahora? La realidad de Ciudadanos ha cambiado, como apuntó su alcaldable, María Cantos, cuando presentaron en sociedad la candidatura, en referencia a que hace cuatro años era un partido que acababa de extenderse desde Cataluña al resto del país y tenía escasa implantación, mientras que ahora no se contentaban ya con ser solo llave de gobierno sino que aspiraban a ser la lista más votada y, como en el caso de Juan Marín en la Junta de Andalucía, entrar en los gobiernos.
Cs crea un comité nacional de gobiernos, que se reúne hoy para estudiar caso por caso
Al final, Cs quedó por debajo de sus expectativas y tuvo 4.500 votos menos que en las generales de un mes antes (entonces quedó a 2.500 del PP), obteniendo cuatro concejales, solo uno más que en 2015. Un resultado que llevó la decepción a su sede durante casi toda la noche, hasta que con el 96% del recuento estallaron en gritos de alegría cuando la izquierda perdió la mayoría absoluta y volvían a tener la llave, que de forma simbólica exhibió su candidata al final de la noche.
Mayor alegría hubo aún en el local de La Carrera donde el PP esperó el desenlace. A su candidato y alcalde en funciones, Javier Márquez, le estuvieron dando ánimos y el 'pésame' durante casi toda la noche, pero nada más perder el PSOE el edil decisivo se vio de nuevo con muchas opciones de seguir de regidor.
Estrategias
Para ello, cada uno juega sus bazas y mete presión. Márquez dejó claro que lo lógico sería reeditar el tripartito de la Junta y que de lo contrario puede crearse una crisis entre los socios del Gobierno andaluz. Y el presidente del PP provincial, Juan Diego Requena, dijo ayer que mientras las matemáticas den opciones, buscarán gobernar. Y en el PSOE repiten y remarcan su holgada victoria y que la situación no es la misma que la de la Junta, pues el cambio en el Ayuntamiento de Jaén pasa por quitar al PP tras ocho años.
Difícil decisión, por tanto, para la candidata de Cs, a la que pueden terminar por 'quemar' la llaves, pues no se antoja fácil que cumpla su profecía de que la decisión que tomen no defraudará a ningún votante de la Ciudadanos, pues ya la noche electoral hubo quien en la sede mostró su alegría por poder pactar con PP y Vox, mientras que otros no entendían que hacerlo con la extrema derecha fuera motivo de júbilo.
Una disyuntiva envenenada que ha rescatado del recuerdo filias y fobias. Así, hay quien recuerda la sintonía entre al actual alcalde y Marín, y otros que la relación del líder andaluz de Cs con el candidato del PSOE, Julio Millán, es también buena. Y que Marín en su día acusó al PP de cobijar a los tres concejales jienenses tras su expulsión de Cs, que consideraba tránsfugas. O que María Cantos, siendo presidenta vecinal de OCO, pidió en 2026 a estos tres ediles, entre los que está la ahora líder local de Vox y concejala electa, que renunciasen al acta, calificando la situación de «bochornosa y ridícula» y que carecía de «moralidad».
Una situación compleja, la de los pactos en general, que ha hecho que Ciudadanos cree un comité nacional de gobiernos, que estudiará caso por caso y que hoy se reunirá por primera vez, sin descartar de entrada los pactos con Vox y con el PSOE.
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