Manuela Ibáñez, esposa de Díaz Berbel, con su marido al llegar a la sede electoral del PP, tras la victoria. GONZÁLEZ MOLERO

Elecciones históricas | 1995

La primera mayoría absoluta del PP

A la segunda fue la vencida. Díaz Berbel obtuvo el mejor resultado del Partido Popular en Granada hasta aquel momento, la mayoría absoluta con 15 concejales. Acabó siendo su único mandato como alcalde. Su oponente en el PSOE fue Jesús Quero.

Viernes, 19 de mayo 2023, 00:31

Las quintas elecciones municipales de nuestra democracia reciente se celebraron, curiosamente, el mismo día que tendrán lugar las de este 2023: el 28 de mayo. ... España vivía los últimos coletazos del 'felipismo' y los resultados anticiparon los de las generales del año siguiente, adelantadas para evitar males mayores. Esa ola de entusiasmo del centro derecha la capitalizó, de nuevo, su candidato, José Gabriel Díaz Berbel, que en aquella ocasión se midió otra vez a Jesús Quero, alcalde durante el mandato anterior. En los grandes titulares que coparon las portadas durante los primeros días de la campaña electoral se habló de ciertos arreglitos caseros hechos, se decía, sin coste al entonces presidente de la Diputación, Antonio India, por empleados de Ifagra, la empresa pública de la Feria de Muestras. La guerra interna en el PSOE –entre guerristas y felipistas, recuerden–, hizo que los cuchillos se disimularan muy tenuemente bajo la mesa, cuando no se sacaban para ir a degüello.

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Los tipos de interés que ofrecía la libreta de ahorro de La General eran del diez por ciento –estaban más altos los tipos de las hipotecas–. Sin embargo, para cifras apabullantes, las del número de actos y mítines en espacios públicos que organizó el PSOE. Nada menos que 80, por 16 de Izquierda Unida, 8 del PP y 4 de los andalucistas disidentes encabezados por Pacheco, el PAP. Hubo 'overbooking' de líderes nacionales. Guerra, Solana, Rubalcaba, Chaves y Almunia estuvieron por el PSOE, y Rato, Gallardón y Cascos arroparon a Díaz Berbel.

Las rutas de El Legado Andalusí, un proyecto que se desdibujó en la niebla del tiempo, ilusionaba todavía, y contaba con apoyo estatal. En el mismo negociado, andábamos a vueltas con la expropiación del Carmen de los Catalanes, 20.000 metros cuadrados en el recinto de la Alhambra, cuyo precio cifraba la familia propietaria, los García–Valdecasas, en 1.300 millones de pesetas –unos ocho millones de euros, al cambio–, mientras que la Alhambra ofrecía 150 millones, unos 900.000 euros de hoy. Tanta diferencia como la que se registra al contar los asistentes a las manifestaciones, dependiendo de cómo corra el aire.

Puesto a puesto

La campaña se hacía en la 'marcha verde' de Almanjáyar, donde el común destacaba la altura de Jesús Quero, mientras unos y otros repartían programas, rogando que se los llevaran a casa y no los tiraran. Mientras, Díaz Berbel recorría 40 kilómetros en bici –una de sus grandes pasiones– y anunciaba mejoras para el deporte base y gratuidad para los mayores en las actividades deportivas organizadas por el Patronato de Deportes.

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Preocupaban los problemas de salud de Carlos Cano, que aquel año volvió a nacer en Nueva York, provincia de Granada. Y también un agujero de 750 millones detectado en CajaGranada, al parecer por la mala praxis de un empleado, decía IDEAL. Se inauguró el Estadio de los Cármenes con un partido en el que el Real Madrid de Butragueño jugó con el Bayer Leverkusen de Schuster. Dos genios en la recta final de su carrera. El Teatro Isabel la Católica se remodelaba después de tres años cerrado. Casi tres décadas después, precisa otro lavado de cara, al menos el patio de butacas, un 'concierto' de chirridos en cada espectáculo. Mientras el entonces príncipe Carlos de Inglaterra descansaba en la finca del duque de Wellington –sin Camilla, su reina a la postre–, y España entera lloraba a Lola Flores, en la campaña se hablaba de pintadas que amenazaban con violar a una candidata, y formaciones de las que nunca más se supo, como FADI (Federación Andaluza de Independientes), planteaban que la ciudad creciera hacia dentro, lo cual, también tres décadas después, y ante el abandono gentrificador del centro, tampoco es mala idea.

Durante toda la campaña, las encuestas, los medios y la calle vaticinaron una victoria de José Gabriel Díaz Berbel. Y los vaticinios se hicieron realidad. Fueron 15 los concejales que obtuvo, por 8 del PSOE y 4 de IU. La segunda de sus tres victorias. Fueron los años de Clinton y las Spice Girls. Todo parecía indicar que en 1999 continuaría, pero como diría cuatro años después amargamente, «mis votantes se fueron a la playa».

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Manuel Matés, de baile andalusí con cerveza y plato. G. M.

Manuel Matés, del PA, animador de la campaña

No llegó a conseguir un concejal, porque la división del voto andalucista entre los 'pata negra' y los disidentes lo impidió. Pero el arquitecto Manuel Matés constituyó la nota de color de aquella campaña de 1995. Un eslogan perfectamente aplicable al día de hoy, 'Enamórate de Granada', le acompañó en un periodo en que abogó por el cuidado del patrimonio y en particular por recuperar la esencia del Albaicín como barrio. Entendía, por otro lado, que lo más grave de la corrupción «ya había pasado» que ya estaba bien de hablar de izquierdas y derechas, y que lo preciso era apostar por la ciudad y arreglar sus problemas. Matés, fallecido en 2015, pensaba que era el momento de pasar «de la lucha al amor». Muchas de sus propuestas acabaron materializándose.

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