Colegios electorales

La mesa de las mujeres

Pocas personas se acercan a emitir su voto temprano. Señoras y señores mayores y alguna que otra familia joven, esencialmente. Una madre pide permiso a la presidenta de la mesa para que su hija, que apenas levanta tres palmos del suelo pero ya se mueve con soltura, sea quien emita el voto por ella. Sujeta con cuidado la manita que acaba introduciendo la papeleta, con una sonrisa. Y se van los tres tan campantes, «a desayunar churros, que es una costumbre que tenemos los domingos».

El ambiente general es de tranquilidad, también entre los interventores y apoderados de las distintas candidaturas. En la mesa del CEIP Andrés Segovia, de Vergeles, donde ha votado la candidata de VOX, Beatriz Sánchez, hay incluso camaradería entre los representantes de formaciones situadas en lugares opuestos del espectro político. «Vamos a ficharte para las próximas elecciones», le dice el apoderado de la formación verde al de Podemos, a quien saluda la candidata. «Este es un día de felicidad para todos», le dice Sánchez. «Vamos a disfrutarlo», le responde el representante de la formación morada.

En este mismo colegio, nos encontramos una mesa en que todas sus integrantes son mujeres. Serena es interventora del PSOE, Laura y María del Carmen son interventoras designadas por la Junta Electoral, Montserrat es la presidenta de mesa, y Ana es la interventora del PP. Quienes representan a formaciones políticas lo hacen con el objetivo de ayudar a los proyectos en los que creen. Las tres personas designadas 'a la fuerza' llevan con resignación este hecho. La presidenta, Montserrat, autónoma, es especialmente incisiva: «Nos hacen perder el día y nos pagan la irrisoria cantidad de 70 euros. En teoría, los trabajadores por cuenta ajena tienen derecho a cinco horas remuneradas para descansar al día siguiente, pero a los autónomos, ¿quién nos compensa?», se pregunta. Llevan toda la mañana con un café y una botella de agua, y esperan «con un hambre tremenda» el bocadillo de al mediodía. Para ellas, será una jornada muy larga, pero Ana, la interventora del PP, tiene claro algo: «Vamos a ser la mesa que va a cerrar el escrutinio en primera lugar». «Seguro que sí», admiten al unísono sus cuatro compañeras.