Macarena Olona, el martes, con Salobreña de fondo. Cristina Gómez
Elecciones 19J

«Como presidenta de la Junta, como vicepresidenta o en la oposición, me quedo en Andalucía»

Macarena Olona | Candidata de Vox a la presidencia de la Junta ·

«Tengo tan pocas ganas como el señor Moreno de gobernar juntos»

Quico Chirino

Martes, 7 de junio 2022

Macarena Olona ha dormido un par de horas tras el debate y vuelta a la carretera. El encuentro se produce en Salobreña, a la que ... se refiere como su «cachito de cielo particular». Entró en política hace apenas cuatro años, como paracaidista en la lista al Congreso por Granada, y ha terminado de candidata de Vox a la presidencia de la Junta. «Dije que no sería como otros políticos que, pese a nacer en Granada, se olvidan de las promesas cuando cruzan Despeñaperros. Soy la diputada electa por Granada que más iniciativas ha presentado, más de 10.000.

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El segundo es Carlos Rojas, con algo más de 4.000». Y en su recorrido por la provincia cuenta que descubrió la Costa Tropical y Salobreña, donde su hijo dio los primeros pasos. «Aquí me he sentido mamá Macarena». Luego está lo del empadronamiento, la campaña y sus rifirrafes con el ministro Bolaños en el Congreso. La entrevista está contemplada para media hora y durará 47 minutos. Habría bastado con hacer un par de preguntas y volver para recoger la grabadora. Hila una idea con otra con memoria de opositora y eso también puede ser una habilidad escapista; depende del momento.

–Se ha convertido en epicentro de la precampaña y de este inicio de campaña. ¿En contra de su voluntad?

–Se ha intentado ilegalizar a Vox y mi candidatura. ¡Casi me echan del pueblo, de Andalucía! Esto me transmite que algunos tienen mucho miedo a que, por fin, la voz y las propuestas de Vox se puedan escuchar de manera directa.

–La polémica del empadronamiento, ¿le ha beneficiado?

–Es muy triste tener que utilizar la fontanería sucia de Moncloa, con la mano del ministro perejil [llama así a Bolaños porque «está en todas las salsas»], para intentar desacreditarme. Y lo que es más grave, se han utilizado las instituciones públicas, en este caso el Ayuntamiento de Salobreña, para echarme de la carrera electoral. No se manda a la Policía Local para inspeccionar a los 30.000 extranjeros que de manera ilegal están empadronados para beneficiarse de la tarjeta sanitaria que pagan todos los andaluces. Y la mandan para buscarme en mi casa, el mismo día que podían ver en televisión que estaba en el pleno del Congreso. Y la alcaldesa de Salobreña tira para adelante, pese a que el informe de la Policía Local dice que no se pudo realizar verificación alguna, en ningún sentido. La pobre María Eugenia [Rufino] ya tenía la orden de Moncloa y se vino arriba.

–¿Por qué elige Salobreña?

–Es verdad, soy nacida en Alicante, orgullosa de mis raíces y española. En ese recorrido por la provincia quien me robó el corazón fue Salobreña. En estos tres años he venido con mi niño y ha dado aquí sus primeros pasos en la playa. He estado mezclada con los vecinos de manera anónima. He podido mantener mi intimidad y dar a mi niño un poquito de normalidad en su vida, que habitualmente es con escolta permanente.

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–¿Viene para quedarse? Se cuestiona ahora que vaya a dejar el acta en el Congreso.

–Hoy [por ayer], la Mesa del Congreso de los diputados ha resuelto mi solicitud, ha estimado mi petición y mi renuncia tendrá fecha de efecto el 14 de julio, tal y como me comprometí. Mi entrega a Andalucía es total. Si hay un intervalo entre la solicitud y la fecha de efecto es porque, tras elevar consulta al Ministerio de Justicia, me indicaron que no podía mantener mi condición de servicios especiales si no lo hacía así. Habría supuesto que no pudiera participar en la campaña. Esto no tiene marcha atrás. Yo ya he renunciado y no es revocable. Es un insulto que lo critique Ciudadanos con Edmundo Bal [tras no conseguir escaño en la Asamblea de Madrid ha seguido en el Congreso].

–Por eso, la duda es que haga un Edmundo Bal.

–Es también un insulto que lo diga el PSOE, que le ha puesto un colchón bien mullidito y pagadito a Espadas como senador autonómico.

–Pase lo que pase, y sea cual sea el resultado, ¿tomará posesión en el Parlamento?

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–Voy a vivir en Andalucía y, por decisión propia, mi hijo crecerá en Andalucía y tendrá el acento andaluz de su abuela y sus bisabuelos. Lo que no está en mi mano es saber si será como presidenta de la Junta, como vicepresidenta o en la oposición. En cualquiera de esas tres condiciones, yo me quedo en Andalucía.

Empadronamiento

«No se manda a la Policía Local para inspeccionar a los 30.000 extranjeros empadronados ilegalmente para beneficiarse de la tarjeta sanitaria y la mandaron a mi casa»

Macarena Olona

–Se le recrimina a Vox en esta campaña que se centre en el debate nacional o en las emociones y no se escuchan sus propuestas. De manera sintética, ¿cómo resumiría dos o tres propuestas concretas?

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–Hemos vivido una precampaña embarrada para impedir que se pudiera escuchar la voz de Vox; nuestro programa, programa, programa, como decía Julio Anguita. Al bulo del empadronamiento hay que añadir el racismo que llevó al PSOE a llamarme en un mitin inmigrante alicantina. Todo eso se ha hecho para evitar hablar de lo importante.

–Pero, ¿qué es lo que propone?

–Vox propone un cambio de rumbo absoluto. Lideramos las estadísticas más dramáticas de paro juvenil y desempleo, o la tasa de abandono escolar. Por eso fue hiriente escuchar a Juanma Moreno en el debate sacar pecho de su gestión, porque hay mucho dolor en las estadísticas. En Granada se suicidó un hostelero por la angustia de no poder pagar sus facturas. La situación actual es consecuencia de las políticas de cuarenta años de gobiernos socialistas y la gran traición del señor Bonilla y del señor Marín ha sido continuarlas. Se necesita un programa ambicioso que, sin sectarismo, haga un diagnóstico adecuado y proponga soluciones. Las políticas que se han mantenido durante cuarenta años con cambio de siglas nos han llevado a retornar a la época de los 50, cuando miles de jóvenes andaluces tuvieron que emigrar para perseguir un futuro. Me he reunido con médicos en Almería. Me decían que, en el mejor de los casos, se podían ir con mejores condiciones a Granada. Pero el billete de lotería era conseguir trabajo en Murcia.

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–Pero, ¿cómo plantea revertirlo?

–¿Cómo se revierte? La primera medida del programa de Vox es entrar a San Telmo con una tijera de podar para eliminar el despilfarro político que supone que los niños andaluces tengan que estudiar en barracones, que la sanidad pública no sea digna y que la única receta que proponga Juanma Moreno sea mantener la asistencia telefónica.

–¿Quitando el despilfarro político da para contratar médicos y hacer las aulas?

–La administración paralela creada por el Gobierno socialista y mantenida por el señor Moreno supone 16.931 millones de euros. En la administración paralela hay entidades que se tienen que mantener si son útiles para los andaluces, que son nuestros pagadores. Vamos contra la banda de Word Perfect. Es un insulto que Juanma Moreno diga que la ha mantenido por los derechos adquiridos de los empleados públicos.

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–¿Sostiene que se les puede echar?

–No se les puede echar, se les va a echar conmigo en el motor de San Telmo. Como no se les echará es si el PP se mantiene en el motor. Lo que ha hecho en estos cuatro años es mantener el abrazo oscuro con el PSOE. Juanma Moreno no hizo ni una sola mención a la banda del Word Perfect en el debate, pese a que le interpelé directamente. La Junta acaba de despedir vía pluma en el Boletín Oficial a miles de interinos, en su mayoría mujeres mayores de 50 años; como lo ha hecho el PSOE a nivel nacional. Lo que exigimos es que se haga una auditoría. Algunos de estos empleados interinos sí que han pasado un examen y llevan treinta años trabajando.

–¿Y al suprimir ese despilfarro se soluciona todo?

–Otra medida de Vox será eliminar las subvenciones a los sindicatos corruptos que han traicionado a los trabajadores. Se han convertido en plataformas personales de la ministra de Trabajo porque han sido sobornados con un incremento del 56% en las subvenciones a UGT y CC OO desde que está. El señor Juanma Moreno les ha perdonado 40 millones de euros. Esta panda de sindicatos corruptos, que son una organización criminal, lo que tendría que hacer es pedir perdón, disolverse y devolver la pasta.

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–Uno de los momentos de mayor tensión en el debate fue cuando dijo que las mujeres y los homosexuales caminan hoy menos seguros por las calles. ¿De verdad lo piensa?

–Es necesario luchar contra la inmigración ilegal y devolver la seguridad a nuestros barrios. Estamos importando culturas de manera descontrolada que a mí como mujer me consideran un ser inferior y a una persona homosexual la cuelgan o lapidan. Hay que reindustrializar Andalucía, garantizar salarios dignos. Hay que defenderse contra la competencia desleal que obliga a que nuestros campos sean sustituidos por los de Marruecos porque a nuestro producto se le obliga a competir con terceros países donde las condiciones laborales o fitosanitarias no son las mismas. Es necesario defender nuestras tradiciones, poner pie en pared y luchar contra leyes que han criminalizado nuestro campo y que se basan en un fanatismo climático. Hay que proteger el medio ambiente, pero pocas personas aman más la naturaleza que las que tienen en el ámbito rural su forma de vida. Frente al Estado de las Autonomías actual hay que defender la riqueza de las provincias. Se ha sustituido la capitalidad de la Villa de Madrid por la capitalidad autonómica y han desaparecido las singularidades provinciales. Hay que luchar contra las políticos de deslocalización industrial. Solo en 2021, 713 empresas abandonaron Andalucía. Es hablar de la Bahía de Cádiz o de Linares, polos industriales convertidos en solares. Vox pretende poner la perspectiva de familia en el foco de todas sus políticas. No voy a dar ayudas para abortar, sino para que se pueda formar una familia. Cada vez las clínicas abortivas están más llenas de españoles y los paritorios más vacíos de españoles. Lo que existe en la actualidad es la obligación por el Estatuto de que toda norma lleve un análisis de impacto de perspectiva de género. No sé qué utilidad tiene para los andaluces que veamos cómo impacta en las mujeres la construcción de una rotonda.

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–El debate no aclaró nada sobre los futuros pactos. Juanma Moreno dice que quiere hacer un Ayuso. ¿Cómo ve las líneas rojas que ha marcado? Una de ellas, el respeto al Estatuto, que usted ha dicho que hay cosas que no le gustan.

–Juanma Moreno ha dicho que quiere gobernar en solitario y que si no consigue su objetivo tendrán que repetirse las elecciones. Las elecciones cuestan siete millones de euros solo en gasto estatal. No sé quién lo asesora; en ocasiones pienso que es algún infiltrado de Vox. Yo tengo tan pocas ganas como el señor Moreno de gobernar juntos, pero nunca sería tan irrespetuosa con la democracia y el dinero público como para decir que se repitan las elecciones. O sacamos un resultado suficiente para que Vox sea motor en la Junta o el cambio real no va a producirse. Si la condición que me otorgan los andaluces es la de vicepresidenta, me va a costar la vida empujar al señor Bonilla.

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Subvenciones

«Esta panda de sindicatos corruptos, que son una organización criminal, lo que tendría que hacer es pedir perdón, disolverse y devolver la pasta»

Macarena Olona

–¿Pero las líneas rojas son asumibles por Vox?

–Tengo tan pocas ganas como el señor Bonilla de formar un gobierno de coalición. Pero, ¿qué va a hacer? ¿Ratificar las declaraciones del delegado de la Junta en Madrid cuando dijo que pretendía una abstención del PSOE? Aquí nada es gratis; una abstención del PSOE tiene un precio.

–El PSOE ha dicho que no se va a abstener.

–También dijo Sánchez que nunca pactaría con Podemos. El señor Espadas no es nadie; es la marioneta de Sánchez. Nuestro aliado natural es el PP, pero que nadie nos vote si pretende que después de las elecciones le entreguemos nuestros escaños y votos de manera gratuita sin que suponga un cambio real. Ni para Dios nuestros votos van a servir para una investidura que haga que votar a Vox no tenga un efecto útil. Estamos siendo muy claros; no quiero luego lamentaciones ni presiones. Entre la espada y la pared, elijo la espada. Hablo desde el privilegio, ganado con mi esfuerzo, no por cuota –yo me examiné con llagas en la espalda y el trasero–, de no estar aquí para tener que ocupar una silla pública. Estoy en política porque España me dolía demasiado y porque la entiendo como una forma de servir. Si estoy en Vox es porque desde el instante en que conocí a Santiago Abascal tuve clarísimo que estábamos en una comunidad de sentimientos.

–¿Juanma Moreno tendrá que cambiar sus líneas rojas?

–Fueron mantener el fanatismo climático; la legislación sectaria que criminaliza al 50% de la población, los hombres; y algo muy etéreo que no sé a qué se refiere, respetar el Estatuto de autonomía. No me tiene que hablar de respetar la ley. He interpuesto esta legislatura 36 recursos para combatir, con la Constitución en la mano, los ataques sectarios a los derechos y libertades de los españoles. Con dos sentencias ganadas del Tribunal Constitucional que tumban el estado de alarma. Ese tercer punto lo tendrá que concretar. Pero que lo haga teniendo en cuenta que quien pretende ser el motor del próximo gobierno de la Junta es una mujer de ley, orden y autoridad. Estoy convencida de que el señor Moreno Bonilla puede ser un buen vicepresidente. Puedo garantizarle desde ya que le voy a dar su sitio, se va a sentir reconocido, va a tener su espacio en los medios de comunicación. Puede ser un buen vicepresidente pero tengo la certeza de que solo con Vox en el motor se puede producir el cambio real.

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