Aviso de Repsol por el efecto del frío en la gasolina o diésel de tu coche

A menudo, los conductores se preocupan por la posibilidad de que el combustible se congele en sus depósitos durante los meses más fríos. La realidad es que se congela a una temperatura mucho más baja de la que experimenta la mayoría de las personas. Por lo general, la gasolina se congela alrededor de los -60 °C. Esto significa que, en condiciones normales, es prácticamente imposible que afrontes este problema en la mayoría de las zonas del planeta.

Por otro lado, el gasoil tiene un punto de congelación más alto. Esto puede ser una preocupación en zonas donde las temperaturas caen significativamente. El gasoil comienza a volverse más espeso y a perder fluidez cerca de los -15 °C, lo que puede causar problemas en el sistema de combustible de tu automóvil.

¿La gasolina y el gasoil llevan aditivos para que no se congelen?

Es habitual que los conductores se pregunten si su combustible contiene algún aditivo para que no se congele el gasoil o la gasolina. La respuesta es que sí. Ambos tipos suelen contener aditivos que previenen la formación de cristales de hielo. Los anticongelantes son especialmente importantes en el gasoil, ya que su punto de congelación es más bajo que el de la gasolina.

Estos aditivos mejoran la fluidez del combustible a bajas temperaturas, asegurando que el motor de tu automóvil funcione de manera óptima incluso en los días más fríos. Sin embargo, si vives en una zona con temperaturas extremadamente bajas, podrías considerar utilizar un aditivo anticongelante que aumente la protección.

Es un componente esencial del sistema de refrigeración de tu coche y su importancia aumenta en invierno. Un buen anticongelante no solo evita que el agua en el motor se congele, sino que también protege tu vehículo contra la corrosión y ayuda a mantener la temperatura ideal del motor.

Cada coche puede requerir un tipo específico, dependiendo de su modelo y las especificaciones del fabricante. Es necesario que sepas qué anticongelante lleva tu coche para asegurarte de que eliges el correcto. Además, es importante revisar y cambiarlo periódicamente. Si no estás seguro de cómo hacerlo, aprende a cambiar el anticongelante del motor siguiendo nuestra guía detallada.

La prevención es clave cuando se trata de evitar que el diésel de tu vehículo se congele. Utiliza aditivos para que no se congele durante los meses de invierno. Los aditivos ayudan a reducir el punto de congelación del diésel, asegurando una mejor fluidez incluso a temperaturas muy bajas.

Si te encuentras con que el gasóleo ya se ha congelado, lo primero es mantener la calma. Traslada tu vehículo a un lugar más cálido, como un garaje para permitir que el combustible se descongele lentamente. Nunca intentes forzar el arranque del motor, ya que esto podría causar daños.