La OCU dicta sentencia y dice que estas son las mejores galletas del supermercado

Para ello, se ha realizado un estudio de un conjunto de 286 marcas de galletas de venta regular en las grandes superficies. Así, y centrándose en la información disponible en el etiquetado, así como el análisis de sus principales ingredientes, la OCU ha establecido cuáles de ellas son más saludables. Según los resultados del análisis, debido a la gran variedad de este producto, es normal que se encuentren muchas diferencias en cuanto a composición. Igualmente, es normal que algunas marcas sean consideradas más equilibradas que otras. No obstante, tal como lo advierte la OCU, pese a tener ingredientes más o menos saludables, su ingesta diaria es poco aconsejable.

Si vamos al detalle del análisis, la OCU ha podido establecer que aquellas galletas más sencillas o con menor número de ingredientes son las mejores. En contraste, aquellas opciones tipo rellenas, barquillos o que involucran otros ingredientes como el chocolate, suelen ser menos saludables. Respecto al primer tipo, las galletas tipo digestive, integrales, tostadas o doradas, son las «menos desequilibradas», e incluso podrían ser consideradas como aceptables. En este orden, las galletas de avena sin gluten de Santiveri, pese a tener varios ingredientes ultraprocesados, son la mejor elección. Otras recomendables son aquellas integrales, sin azúcares añadidos y sin grasas saturadas.

Finalmente, y para hacer un análisis consciente de este tipo de productos y poder elegir la opción más sana, la OCU recomienda lo siguiente. Un aspecto clave para seleccionar, no solo galletas, sino cualquier producto del supermercado, es comprobar su etiquetado. Una vez con esto en mente, y con los ojos muy bien puestos en los ingredientes, el siguiente paso es identificar los niveles y el tipo de cada uno de ellos. Es decir, si son galletas integrales, está bien fijarnos de qué están compuestas. En muchos casos, pueden ser de harinas refinadas mezcladas con fuente de fibras, por lo que no conviene tanto. Lo mismo sucede con el tipo de azúcar o grasa usada en su fabricación. No es lo mismo usar miel, que azúcar moreno, sacarosa o dextrosa. Y en el caso de las grasas, no es lo mismo el aceite de oliva o girasol que el de palma, coco o karité. En definitiva, lo ideal es evitar al máximo ingredientes ultraprocesados como edulcorantes, colorantes o jarabes, y decantarse mejor por ingredientes más naturales.