Un experto andaluz avanza el precio del aceite de oliva hasta la próxima cosecha

Este panorama de precios contrasta con las sucesivas bajadas que se han presentado en origen. Por ejemplo, según Facua, el litro de aceite de oliva virgen extra ha alcanzado los 13,45 euros en abril. Es decir, un 4,1% más que a principios del año pasado, lo cual contrasta con el precio en origen, donde se paga 1,21 euros menos que en enero de este año. Aunque la bajada de precio en origen podría suponer o augurar una bajada de precios al consumidor final. Lo cierto es que, de por medio, hay varios factores que no permiten trasladar esta situación a los lineales de comercialización. Por lo tanto, seguimos viendo precios no tan módicos cuando acudimos al supermercado. Lo que a su vez genera la misma pregunta a todos los consumidores. ¿Hasta cuándo veremos un precio del aceite de oliva tan alto?

Como hemos señalado en notas anteriores, la subida de precios del aceite se ha generado por diversas condiciones desfavorables en la producción y en los gastos asociados a la comercialización. La principal de ellas, tiene que ver con la acuciante sequía que mermó considerablemente el resultado de la última cosecha. Con lo cual, un cambio en el panorama de precios dependerá consecuentemente de una mejora en dichas condiciones. De acuerdo con voces expertas del sector como Rafael Guzmán, presidente de la S.C.A. San Agustín de Linares, cooperativa y distribuidora de aceite de oliva, y Secretario General de Asaja – Jaén. «El panorama de precios actual está supeditado a la evolución de la floración en las distintas zonas olivareras».

Esta fase del proceso productivo «marcará el volumen de aceite disponible la próxima cosecha». Por lo tanto, se podrá evaluar si con una mayor oferta se pueden matizar o reducir más los precios. Al mismo tiempo, la floración y por ende, el estimativo del volumen de la producción para la próxima temporada, también definirá «las necesidades de compra de los envasadores». Debido a las dinámicas de final de campaña, muchos de ellos se enfrentarán a una nueva temporada «con unas existencias menores que hace un año, por lo que se espera un mercado de altibajos atendiendo al desarrollo estas circunstancias». En definitiva, por el momento, una bajada de precios es todavía bastante incierta, y para ello deberán sumarse mejores condiciones climatológicas, una producción mayor que la de este año y circunstancias de comercialización más favorables a los productores.