El empleado que creó una red de talleres para todos los vehículos

La actividad que ejercían desde el principio era sobre todo venta, montaje y reparación de neumáticos industriales de todo tipo (camión, agricultura, maquinaria pesada) además de hacer bandas transportadoras para canteras y cooperativas de aceite. El negocio creció y se montó otro taller en el polígono Juncaril de Albolote, llegaron a ser ocho personas trabajando en la empresa, contando con la incorporación tanto de personal externo, como de los hijos de ambos socios. Así se fue construyendo la historia familiar y empresarial.

En el año 1998, Dionisio Extremera Cabrera se separa de su socio hasta ese momento. «Es cuando junto con mis hermanos una persona externa y yo pasamos a ser Neumáticos Buitrago», recuerda Mª José Extremera Buitrago. Y el nombre quedó en la familia también. «Nuestra madre, Cándida Buitrago Hernández, que aunque no está físicamente en el negocio, acompaña a nuestro padre en todas los cambios que ocurren en su vida profesional», detallan los hijos. En ese año se cerró el taller de avenida de la Constitución. Era «inviable por su ubicación seguir ejerciendo la actividad».

Por lo que «seguimos centrándonos en el trabajo con el que inicialmente comenzó nuestro padre, en Juncaril, pero además ampliamos, y empezamos a trabajar vehículos turismos, seguimos ampliando y empezamos a tocar mecánica, abriendo un segundo taller en Juncaril en 2004, y le siguieron más talleres en polígono El Florío, en Motril… También participamos en el proyecto de otra empresa con varios socios a nivel nacional para dar servicio a nuestros clientes del transporte tanto en territorio español como europeo, (Seas24Horas), con sede en Madrid. Al mismo tiempo continuamos con nuestro plan de expansión para seguir abriendo talleres por la provincia de Granada».

Jubilación

En 2006, Dionisio Extremera Cabrera tiene oficialmente su jubilación, pasando el testigo a sus hijos: Juan de Dios, David y Mª José Extremera Buitrago. Aunque él sigue visitando el lugar de trabajo a diario. Saben bien lo que es trabajar codo con codo con los seres queridos porque son muchos años. «Trabajar en familia es no desconectar del trabajo en las reuniones familiares, ni desconectar de la familia en el trabajo, es mezclar sentimientos y emociones sin que salgan al exterior y sean vistos por todos las personas que componen el entorno laboral, pero también es sentirte en tu casa», reflexionan.

«Las principales enseñanzas de nuestro padre han sido la honestidad, seriedad, constancia, resiliencia y humildad; necesarias en el mundo de los negocios. Fue un hombre de carácter fuerte, que se hizo a sí mismo, trabajando desde muy joven en distintos sitios, hasta que aprovechó la oportunidad del emprendimiento por necesidad», rememoran sus vástagos. Falleció en 2018, orgulloso de ver como crecía su legado.

Cándida Buitrago sigue orgullosa la evolución de la empresa familiar. «Nuestra madre sigue viviendo a través de nosotros el negocio, aunque ya más desconectada al llevar varios años jubilada». No cabe duda que está orgullosa de ver en la empresa que se ha convertido aquel taller en el que nuestro padre empezó, y que literalmente ella habla de «que en aquel momento les tocó la lotería, a pesar del trabajo que había por hacer», repasan.

En la actualidad tienen siete talleres en la provincia de Granada, cinco talleres móviles para dar servicio 24 horas al sector del transporte, y 48 personas en plantilla. Venden más de 20.000 neumáticos al año de todo tipo. Hacen más de 1.000 intervenciones de vehículos al mes. Dan servicio integral a cualquier vehículo, trabajan tanto a particulares, como empresas, sectores como transporte, taxistas, entre otros. 

Los hermanos Extremera Buitrago explican que su fuerte en la provincia son «nuestros talleres industriales, ubicados en el polígono Juncaril de Albolote, y Motril, donde están los equipos más grandes, y los que nos hacen marcar la diferencia con nuestros competidores, amplitud de horario y calidad en el servicio siendo profesionales de primer nivel».

Fueron uno de los primeros talleres en España, allá por el año 2000, en tener una certificación de calidad ISO900. También fueron los elegidos por su trabajo en taller industrial por la marca de neumáticos Continental para hacer un reportaje que tuvo repercusión a nivel internacional donde salió su personal, talleres y clientes.

«Nos hemos ido adaptando al mercado en lo que a maquinaria se refiere para la mejora continua de nuestro negocio, poniendo al cliente en el centro. Buscando una buena gestión de sus vehículos mediante ahorro de costes y mayor rendimiento. Los cambios en software de gestión y la digitalización del negocio también llegó a Buitrago, para la mejora de nuestros procesos técnicos, administrativos, contables, análisis de datos en tiempo real», destaca María José Extremera.

Todos estos años han forjado un buen servicio y fidelización de su clientela a la vez que incorporan nueva. «Tenemos clientes que son segunda generación, que sus padres eran clientes de nuestro padre», presumen.

El personal, añaden, es lo más importante. En lo referente a la innovación, tanto a nivel técnico como a nivel gestión, han ido poniéndose al día «asistiendo a ferias, informándonos, formándonos de forma transversal acompañando a nuestro equipo».

En el año 2024 se quedaron con el séptimo taller, donde hacen venta y mantenimiento de taxímetros, además de los trabajos en mecánica que venían haciendo al sector del taxi. También han ampliado recientemente su taller de Motril, «damos servicio de mecánica al vehículo industrial, a consecuencia de ello hemos ampliado instalaciones y duplicado el personal de ese centro».

«Seguimos abiertos a proyectos que aporten valor a nuestra empresa y nos hagan seguir creciendo como hasta ahora», avanzan desde la empresa que tiene afán de ser referente en el sector en su ámbito de actuación.