Samuel Molina, a la izquierda, durante un combate. R. I.

Kickboxing

Samuel Molina, un prodigio de los puños y las patadas

El de Huétor Tájar, tras proclamarse doble campeón del mundo, ya apunta al campeonato de España y Europa con expectativas

Fran Peláez

Granada

Miércoles, 4 de junio 2025, 17:29

Samuel Molina, peleador de kickboxing con tan solo 17 años, hizo historia al proclamarse doble campeón del mundo en la Turkish Open Wako World Cup ... 2025, celebrada en mayo. Su ambición no queda ahí. Este joven granadino ya apunta al campeonato de España y Europa. Sueña con volver a proclamarse vencedor internacional.

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El kickboxing provincial tiene un modelo a seguir. Samuel, originario de Huétor Tájar, ya toca el oro y demuestra que el talento, la disciplina y la pasión no entienden de edad. Desde que pisó el tatami en Turquía, Molina tenía claro que no iba a desaprovechar su oportunidad. «Se te pasa de todo por la cabeza. Por ejemplo, pensamientos negativos sobre si podré. Luego piensas que eres el mejor o si no tendré condición física suficiente; todo muy contradictorio. Una vez piso el tatami y choco a mi rival, todo eso se va», abunda.

Su camino hasta el oro no fue fácil. Molina se preparó para este torneo mientras estudiaba para la PAU. «Le he dedicado once horas a la semana. Antes entrenaba 16, pero mi actual entrenador me enseñó que la clave era trabajar eficaz», confiesa Molina. «Mantener una buena rutina y rodearte de personas que te apoyen en tu día a día es clave para mantener la motivación», añade. El joven practica en el club Dekesthai de Huétor Tájar además de en su casa.

Colgarse dos oros no parece suficiente para Samuel. Este ya ha comenzado su preparación para el campeonato de España que se celebrará del 11 al 15 de junio, además de tener apuntado también en el calendario el Europeo que se disputará a mediados de septiembre, en los que declara que quiere volver a ser campeón. «Dentro de unos años me veo siguiendo en este mundillo, ya en la categoría sénior donde espero que me cueste poco adaptarme. Me veo con mejores resultados y con mejor nivel técnico que ahora, habiéndome sacado mi carrera de Fisioterapia, pudiendo relacionarlo con mi deporte», argumenta Molina.

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Sus mayores apoyos

Cuando Molina se proclamó campeón, no lo hizo solo. «Mi mayor apoyo son mis padres, pero mi motivación a la hora de pelear sobre el tatami es mi abuela Emilia. Ella falleció hace unos años y me quedé con una cosa, jamás paró de luchar. Esto a mi me ha inspirado a llegar a lo más alto», cuenta el joven, mostrándose orgulloso de los suyos.

Los deportes de contacto cada vez están más a la orden del día en cuanto a visibilidad y a gente que los practica, Molina habla sobre cómo practicar esta disciplina le ha ayudado en su vida fuera del tatami: «El kickboxing es un deporte relativamente moderno. La gente se piensa que hace a la gente agresiva pero todo lo contrario. Nos hace disciplinados y nos enseña un gran autocontrol».

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Competir por el país no le queda grande a Samuel. «En la copa del mundo representé a España. Sentí fuerza y un poco de nervios, pero cuando hablamos de representar a Huétor Tájar, mi pueblo, me siento fuerte porque sé que hay mucha gente que me apoya y me da fuerza para la pelea», expresa Molina. Además, lanza un mensaje motivacional para aquellos jóvenes que les gusten los deportes de contactos y no se atrevan. «A un niño o niña le diría que es un mundo muy bonito. Conoces a personas que comienzan siendo tus entrenadores o compañeros y se acaban convirtiendo en tu familia», concluye el granadino.

Dos copas del mundo parecen saberle a poco a este granadino. A dos años de pasar a la categoría sénior y con toda su carrera por delante, Samuel Molina apunta a convertirse en uno de esos deportistas que lleven la bandera de Granada y de Huétor Tájar por el mundo.

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