Moisés Osuna (i) junto a su guía en plena competición. :: IDEAL
DEPORTE INCLUSIVO

Preparando a ciegas una maratón

Este fisioterapeuta de la Bola de Oro correrá la Industrial de Armilla y la Villa de Albolote con el objetivo bajar de las tres horas en la Maratón de Sevilla

CÉSAR GUISADO

GRANADA

Miércoles, 8 de enero 2020, 00:54

Pocas sensaciones más desazonadoras que la de correr sin visualizar qué hay cinco metros más allá de nuestros pies. Sostenidos únicamente por la cuerda que ... los une al guía y por el valor que sacan de las tripas, los atletas con discapacidad visual navegan por el asfalto de una carrera zozobrando entre el sonido de las tres mil zancadas que acompañan, el aplauso del público que se aposta en las esquinas al paso y la respiración que acompasa. Por eso, el mejor entrenamiento para una pareja de conformada de corredor invidente y guía, no es otro que la puesta en escena. Surcar realidades en pruebas que desembarquen en un gran puerto.

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Para Moisés Osuna, paratriatleta ciego, este puerto está en Hawaii, en una prueba Ironman de fama mundial a la que nunca decidió renegarse. No hay lesión, piedra en el camino o altibajo que le quite la ilusión. Si bien, este fisioterapeuta de la Bola de Oro sabe que para llegar hasta allí, tendrá primero que cumplir con pequeños retos, estos a su vez, desgranados en otros tantos desafíos. Por ejemplo, Maratón de Sevilla se antoja como un buen test y en febrero allí que estará acompañado de sus dos guías, Manuel Rodríguez y Wilder Alvarado. Pero antes, tocará probarse en la media hispalense y en dos citas aquí en casa, la Industrial de Armilla y la Villa de Albolote, ambas pertenecientes al Gran Premio de Fondo de Diputación.

Y no es fácil poder hacerlo con dos guías. «Era una idea que tenía ya desde el año pasado, pero no puedo encontrarlos para la de Maratón de Valencia, así que ahora que sí puedo contar con esta ayuda, hemos decidido hacer un test para la de Sevilla, teniendo como objetivo bajar de las tres horas, algo que ya me han dicho que es muy difícil, pero ponerme metas así es lo mejor para mejorar», dice el corredor. Osuna, que nació en Sevilla, estudió en la capital y bajó hasta Granada para desarrollar su profesión, es un tipo acostumbrado a los grandes retos, «todo este plan forma parte de ese reto que sigo teniendo a largo plazo y que es hacer el Ironman de Hawái. Y mientras, procuro que sirva para que se visibilice el esfuerzo del guía, porque me parece una pieza muy importante dentro de un equipo así, y que poco mérito se lleva en cada carrera, pese a su enorme trabajo», pondera.

En concreto, el plan será realizar la maratón con un guía en cada media. «La mayor barrera que tiene un deportista con discapacidad visual es la de encontrar guías. A Sevilla voy con Manuel Rodríguez, que es con quien correré la Media Maratón y una mitad de la Maratón. El otro es Wilder Alvarado, un corredor boliviano que también está haciendo un gran trabajo. Y no lo hacen como algo solidario únicamente, porque además se preparan físicamente a un nivel muy alto para competir, hacen una labor deportiva de bastante nivel», explica Moisés.

Comienza el reto. La Media de Sevilla, Industrial de Armilla, Villa de Albolote y Maratón de Sevilla. Más de ochenta kilómetros con apenas un mes de margen, sin contar los entrenamientos. Hawái espera impasible en el calendario. Llegará. Mientras, este equipo de atleta invidente y dos guías, invisibles para los focos, imprescindibles para los atletas, se preparan para un reto más, que será el de superar otra barrera, el de hacer una nueva muesca en la zapatilla.

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