El padre y el hijo de Granada que quieren correr juntos el Dakar
Tras un 2024 lleno de éxitos, los granadinos Raúl Ortiz preparan su participación conjunta el año que viene en el rally más duro del mundo como progenitor e hijo a los mandos de un todoterreno
Granada vuelve a soñar con el Dakar. Después de dos ediciones sin ningún corredor de la provincia, los Raúl Ortiz pretenden acabar con la sequía. ... De Monachil, padre e hijo comparten nombre y primer apellido, aunque sin coincidencia en el segundo. Correa uno, Navas otro. Supone una de las escasas diferencias entre ambos, ya que también coinciden en cuanto a su pasión por el mundo del motor. Una afición que los llevó a competir por separado y de manera conjunta por todo el país y parte del extranjero. Si todo va bien, arrancarán el 2026 en equipo por las dunas de Arabia Saudí.
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El hijo y su progenitor quieren formar parte de la lista de competidores del próximo Rally Dakar. Después de un 2024 donde consiguieron grandes éxitos como el Campeonato de España de Rallyes Todo Terreno o el Iriki Rally marroquí, ambos sitúan su mira en la prueba más exigente entre los raids –carrera en campo a través– de todo el planeta. Todo un desafío de velocidad, orientación y supervivencia en mitad del desierto arábigo que bien conoce el 'pequeño'.
En 2021, Raúl Ortiz Navas corrió el Rally Dakar como copiloto del valenciano Pablo Olivas a bordo de un buggy ligero. Fue su debut en la competición, que completó con éxito en cada una de sus etapas. «No es fácil. Alrededor del 40% de los pilotos abandonan en algún momento. Se trata de una carrera muy dura en lo físico, pero sobre todo en lo mental. Hice tres etapas casi de forma consecutiva, durmiendo apenas una hora y media. Hay que estar preparado», rememoró el corredor ante IDEAL.
Tan solo tenía 29 años, además de toda una carrera por delante en el ámbito del rally. Años antes ya se había proclamado subcampeón junto con el piloto catalán Pep Fallada en la categoría de coches históricos del campeonato de España de todoterrenos o en el Rally de Merzouga, un preclasificatorio para el Dakar en Marruecos. Unos logros que lo llevaron al primer nivel poco antes de sufrir el susto de su vida.
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«En mayo de aquel curso corría el Rally Andalucía cuando tuve un accidente. En mitad de la etapa el vehículo explotó. No pude salir en el acto y me quedé atrapado. Me quemé las manos, así como otras partes del cuerpo. Pudieron sacarme a tiempo, pero necesité un año y medio para recuperarme por completo. Me sometí a doce operaciones y me quedé con la miel en los labios. Ese incidente cortó mi recorrido», reveló haciendo referencia a sus guantes, que son una parte más de su cuerpo. Una secuela de por vida. Raúl hijo no permitió que las llamas redujeran su camino a cenizas. Esperó, curó sus heridas y volvió a la carga. Esta vez junto a su padre y conductor, como en sus primeras etapas.
El copiloto volvió a sus orígenes para rehacerse dentro del automóvil. Su progenitor le inculcó el afán por los coches y los torneos cuando no era más que un niño. También compitieron juntos mano a mano. El padre en el volante y el hijo en el asiento contiguo. Así lo repitieron tras el accidente del joven, justo cuando su nuevo compañero de etapa rondaba la sesentena. Todo un veterano con un sinfín de kilómetros a su espalda desde los 16 años y un sueño por cumplir.
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Inversión
«Correr el Dakar lo es todo para mi padre. Nunca ha pilotado aquí y sabe bien que es la competición reina del automovilismo. Ya me acompañó como asistente en 2021. Se sufre muchísimo, anochece muy pronto, tienes que entenderte con una difícil navegación... Pero te rodeas de los pilotos más grandes. Queremos hacerlo juntos», avanzó. Los Ortiz cuentan con coche: el Toyota RAV4, un todoterreno preparado para aguantar sobre las superficies más difíciles. Pero hará falta mucho más que cuatro ruedas.
La inversión mínima para poder participar en el raid oscila «los 120.000 euros, más o menos», precisó Ortiz. En su caso, el montante total disminuye hasta «los 80.000» al descontar el importe de la máquina. «Tenemos infraestructura, pero será necesario comprar piezas de repuesto, contratar a un mecánico, pagar el traslado desde Monachil hasta el desierto... Hace falta mucho apoyo económico. Con nuestros fondos propios no nos basta. Nada más que la inscripción son 20.000», argumentó.
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Legado
En caso de lograr la financiación suficiente, Raúl Ortiz Navas y Raúl Ortiz Correa cogerán el testigo granadino en el Rally Dakar 2026. Con un 2024 y un 2025 sin corredores de la provincia, el padre y el hijo continuarán la saga. En el pasado quedaron nombres como el del copiloto herradureño Luis Barbero, que compitió en coches clásicos en 2023; el sexitano Yayo Carbonell, con motos en 2021; o el motrileño Miguel Puertas, que encadenó catorce ediciones como piloto y mánager. Este último debutó en 2004, justo cuando la competición marchaba por rutas europeas. Hasta Granada dio su pistoletazo de salida en 1995.
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