Luces y sombras del medallista Paquillo Fernández

Todo fueron honores para el accitano, tan popular en su tierra como el mismísimo Pedro Antonio de Alarcón, dado que llegó a las cotas más altas soñadas. Su palmarés, envidiable. El marchador de la selección española, nacido en Guadix el 6 de marzo de 1977, acumuló títulos, triunfos, medallas y éxito en pocos años.

La plata olímpica de Atenas 2004, en la que todos le empujamos, incluso corrimos como él –había fotos de Paquillo con los dos pies sin tocar suelo en los últimos metros a meta–, le encumbró tras numerosos podios, fue la culminación a dos copas del mundo y tres subcampeonatos mundialistas, que tampoco fueron moco de pavo, más dos títulos europeos. Gloria, alegría, euforia, agasajos, homenajes, hasta Granada le dedicó un pabellón con su nombre... Y repitió olimpiada en Pekín 2008, donde sacó el diploma, al acabar séptimo clasificado en la prueba de los 20 kilómetros.

Sin embargo, la leyenda del marchador granadino se desvaneció con la famosa Operación Grial, una investigación intensa contra el dopaje de élite, profunda, que cercó a deportistas de primera fila, de atletismo y ciclismo principalmente, con médicos también implicados.

Las sospechas, por desgracia, se confirmaron. A Francisco Fernández Peláez se le vino el mundo encima. Habían encontrado sustancias prohibidas, dopantes, en su domicilio tras un control por sorpresa. El atleta accitano confesó la pertenencia de ellas, aunque siempre aseguró que no había consumido. La sanción fue inevitable. Le marcó y le llevó a la retirada en enero de 2013 como atleta profesional.

Paquillo tenía en el horizonte dedicarse a la enseñanza de la marcha, para comandar la escuela local y seguir con la tradición del primer gran marchador de Guadix, Manuel Alcalde, también olímpico por partida doble, su maestro y descubridor, al que dedicó la plata conquistada el 20 de agosto de 2004, contra pronóstico, en los 20 kilómetros, por detrás del italiano Ivano Brugnetti. Alcalde había fallecido poco antes, el 23 de abril de ese mismo año.

El paso del tiempo aplacó el tsunami creado por la Operación Grial en torno al deportista accitano. Esa tierra vio crecer, mientras, a otros gigantes de la marcha internacional, como María Pérez. También a Alberto Amezcua. Fernández Peláez pudo, con el perdón y la humildad, mantenerse en las luces y salir de las sombras, para dedicarse a día de hoy a entrenar a futuros valores para el atletismo granadino.

Paquillo brinda fotos de sus gestas y carreras heroicas en su página web, al tiempo que se define con todo lo positivo que tuvo, y mucho, en su carrera profesional como atleta. Reconocido como el mejor atleta español en varias ocasiones, fue incluido entre los mejores atletas del mundo. Las medallas de Andalucía (2003), Olímpica del COE (2004) y de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo (2007) adornan la figura de un atleta único.