«Hemos llegado preparadas al momento decisivo»

–Primer año en Granada. ¿Qué tal le va todo?

–Bien. Está siendo atípico por el virus, pero estoy cómoda. En el equipo estoy muy bien y aún seguimos en la lucha, ¿eh?

–¿Se sienten realmente cerca de hacer historia?

–Fue un año tan raro, con tanto aplazamiento, los confinamientos... Que ahora, a dos partidos del final, aunque dependiendo de otros, sabemos que podemos hacer algo muy grande. Ojalá y Dios quiera que juguemos como el miércoles y podamos ganar los dos que nos quedan y esperar.

–Hábleme de la fe del 'Raca'. No sobra tamaño ni talento, pero sí competitividad.

–Cuando jugamos en equipo suplimos esas carencias. No somos las más grandes ni las mejores, pero en conjunto hacemos cosas.

–Hay un dato rotundo. En ataque, el 'Raca' solo supera a los dos últimos clasificados, Pozuelo y Sevilla. Pero su defensa es la mejor de la Liga.

–(resopla)Desconocía los datos exactos. Obviamente nuestro ataque no es el mejor, pero la defensa, el ser aguerridas atrás, nos da oportunidades de atacar mejor.

–También habla bien del equipo que llegue a su tope con la lesión de 'Nici' Gilday y con cierta irregularidad de 'Vee' Warner.

–Sí. Cuando fiché aquí me gustó que siempre había jugado contra un equipo muy guerrero, jugara quien jugara. Esté quien esté en la pista, este grupo responde. Y eso es bueno. Es muy difícil de parar a un equipo en el que todas aportan.

–Ante las dos jornadas claves, ¿es una ventaja llevar casi dos meses jugando al límite?

–Es así. Hace tiempo que vamos a dos partidos claves por semana. Casi todos han sido finales, prácticamente. La derrota con Canoe nos marcó, y ante UCAM se notó esa espina clavada, pero demostramos que seguimos en la pelea para lograr estar lo más arriba posible. Hemos tenido altibajos, y desde el inicio sabíamos que iba a ser una competición durísima. Ahora estamos demostrando haber llegado al momento decisivo preparadas para este tipo de partidos.

–Además, a usted le gusta la presión. Siempre aparece en los instantes finales de los partidos.

–Es verdad (sonríe), pero ante UCAM aparecí yo como pudo ser otra. Maribel (Piñar) siempre me dice que me muevo bien en esos momentos. Yo confío en todas las compañeras, pero cuando me toca, ahí estoy.

–Mañana visitan a Almería, su exequipo, que no se juega nada, ¿qué espera encontrar?

–Será muy duro. Da igual cómo vayamos en la tabla, porque la Liga está igualadísima. Conozco a varias jugadoras del equipo y sé que no nos van a regalar nada.

–Además, los duelos entre Almería y 'Raca' siempre son particulares.

–Es cierto. En mis dos años en Almería lo noté, aunque de inicio yo, al ser de fuera, no lo percibía tanto. Pero sí, no lo puedo negar, es un partido con cierto 'pique'.

–Su primera experiencia en España fue hace cuatro años en Lanzarote. ¿Cómo acabó allí?

–Si se lo cuento no me cree. Estaba a punto de firmar en Brasil y me surgió la opción de España, que era algo que quería cumplir, un sueño. Hablé con mi madre y me dijo que lo que decidiera estaba bien. ¡Sinceramente, dije que sí sin saber dónde estaba Lanzarote! No tenía ni idea de nada, palabra, y cuando la busqué por internet aluciné, claro. Es un lugar muy hermoso y la experiencia allí fue muy buena.

–¿Cómo ha llevado la pandemia tan lejos de casa?

–Lo cierto es que pensaba que no me iba a afectar algo tanto a nivel emocional. Siempre fui muy independiente y llevaba bien lo de estar lejos. Reconozco que durante los momentos más difíciles estuve tocada y me planteé si realmente era tan fuerte mentalmente como pensaba. Fue duro. Mi abuelo es mayor y tengo familiares de riesgo... Piensas cosas, claro. Por suerte pude volver en Navidad. Lo necesitaba, nunca había estado tanto sin verlos. Fue un chute de energía, de familia. Una alegría enorme.

–¿Maradona o Ginóbili?

–Ginóbili. Maradona es un grande, pero le conocí como personaje público más que como deportista. Lo que vino tras su muerte fue una locura, no me lo podía creer. Los argentinos somos muy fanáticos, pero la que se armó tal y como está el mundo… No sé.

–¿Qué es jugar para Argentina?

–Quizá le voy a decir lo típico, pero es que es difícil de explicar. Desde que cantas el himno, luchar por tu país es un sentimiento de amor. Vestir la celeste y blanca, defender a los tuyos, es un orgullo enorme. Estoy muy agradecida de poder hacerlo.

–¿Cómo fue aquel Preolímpico, ante la Estados Unidos de Diana Taurasi? Su origen argentino daría juego.

–Desde luego. Crucé algunas palabras con ella porque antes del partido le dieron una camiseta de Argentina con el 12, que es mi número. Le dejé claro que esa no me la iban a quitar a mí y me dijo que me quedara tranquila (risas). Jugar contra esa selección repleta de estrellas fue un lujo.

–¿Qué es más difícil, compartir equipo con su pareja o enfrentarse en la cancha con ella?

–Le digo la verdad, cuando juego contra Isa contra quien lo hago es contra Leganés. ¡Si hay que hacer un bloqueo, hay que ponerlo, ja, ja! El primer año que estuvimos juntas ya nos enfrentamos, luego jugamos dos años en Almería. Es verdad que alguna te llevas a casa, pero se habla y ya está. Somos muy profesionales y tratamos de no mezclar.

–Su otra gran pasión es el maquillaje. Tiene hasta una cuenta en instagram de consejos.

–Siempre me encantó. En la pandemia lo retomé, aunque ahora lo tengo algo abandonado. Me ayuda en momentos de inspiración. Seguiré haciéndolo porque disfruto. Me gustaría estudiar algo y dedicarle más tiempo.