Atletismo
Ignacio Fontes vuelve a entrenar con Jesús Montiel«Le escribí para tomarnos un café y creyó que era para decirle que me casaba, pero no; él sacó lo mejor de mí», justifica el mediofondista olímpico
Corría el mes de agosto cuando Ignacio Fontes le escribió un mensaje a Jesús Montiel. El mediofondista olímpico granadino quería tomarse un café con su ... antiguo entrenador, con el que se crio y al que cambió hace dos años por el irlandés Feidhlim Kelly. «Creyó que quería contarle que me casaba, pero no; quería volver con él porque fue quien sacó lo mejor de mí», justifica Fontes. «Asumía que quizás me dijera que no, por falta de ganas o de tiempo, y le di hasta dos semanas incluso para que me respondiera y eso si quería hacerlo, porque si no, no pasaba nada», sigue. «Tardé diez segundos; no podía actuar con la cabeza sino con el corazón», resuelve Montiel.
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Ahora, de vuelta al parque Federico García Lorca en el que empezó todo, atleta y entrenador retoman lo que dejaron a un año de los Juegos Olímpicos de París con la ilusión de plantarse en los de Los Ángeles. «El reto es grande», advierten en común. Y es que Ignacio Fontes viene de quedarse fuera del Mundial pese a lograr la marca mínima de 3:34.50 para los 1.500 metros con un nuevo registro personal de 3:32.55 que no le sirvió para nada al haber hasta tres mejores sin salir de España. «Ya lo tenía en mente de antes, porque el atletismo ha subido mucho su nivel y venía de no competir como quería pese a correr más rápido que nunca. Quizás no avancé todo lo que debía y como nunca había renegado de Jesús, ni ahora lo haré de Feidhlim, volver con él era la única opción viable», comenta el mediofondista, que recibió un ofrecimiento incluso por parte del padre de Jakob Ingebrigtsen –Gjert–.
Fontes, que seguirá afincado en Portugal, rescata aspectos positivos aun así de sus dos años con Kelly. «Descubrí otra cultura de entrenamiento y disfruté mucho. Tenía la inquietud de probar otros métodos. También me dio un respiro, después de tantos años compaginando el atletismo con mis estudios de Medicina; ahora, con la carrera acabada, siento que tengo las pilas cargadas de nuevo», reseña. «No tiraré a la basura nada de lo aprendido porque el propio Jesús me pide que no lo haga. Todo suma y construye», reflexiona.
Montiel, por su parte, reconoce que pasó «dos años duros» con la pérdida del que aún considera un hijo deportivo. «Me iba la rabia por dentro, también cuando le veía cabizbajo en carrera, pero antepongo todo lo bueno que compartimos. Veía imposible que volviera conmigo porque no suele ser lo normal, aunque sea por orgullo, pero con su vuelta y los demás niños que fueron viniendo a mi grupo siento que me ha tocado la lotería», se congratula el entrenador, que también disfruta ahora de la irrupción de Elena Torres, quien le devolvió «la ilusión necesaria en un momento crítico».
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Jesús Montiel tiene más o menos clara la receta para lograr que Ignacio Fontes vuelva a ganar carreras. «Le quitaré una carga de kilómetros innecesaria bajo mi punto de vista para recuperar la intensidad que creo oportuna, y lo demás ya es táctico. La forma de competir y de pasar rondas está cambiando y eso obliga a buscar algo distinto, quizás a ser un mediofondista-fondista pero un poco velocista al jugárselo todo en los 400 últimos metros. También trabajaremos que no le rompan el ritmo 'tocándole' en carrera», avanza.
En busca de la garra perdida
«A menudo, el rendimiento lo determinan más la cabeza o la suerte que las piernas», reflexiona Montiel. «Ignacio fue finalista olímpico por ganas y ahora quiero que logre victorias como en 2022 para mantener su estatus, y más si son ante grandes rivales como con Attaoui este pasado domingo en Jaén. Ya le voy viendo más confianza competitiva», esgrime el entrenador. «Con Jesús tuve la garra que me faltó estos dos últimos años incluso cuando estuve peor físicamente», concede Fontes, que ya va sintiéndose «más poderoso en los finales».
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Los primeros objetivos de Ignacio Fontes y Jesús Montiel pasan por el campo a través, con el Europeo de Lagona (Portugal) el 14 de diciembre y el Mundial de Tallahassee (Estados Unidos) el 10 de enero. «Será parte del entrenamiento para el invierno aunque no nos quite el sueño. Correr fuerte en 'cross', entre piedras, baches y barro, fortalece mucho la mente; te hace un toro», justifica el entrenador.
La mirada de Fontes a largo plazo, no obstante, se va a los Juegos de Los Ángeles en 2028. «Los ciclos olímpicos son muy intensos y se está poniendo todo muy duro; no sé qué haré después», sugiere el mediofondista, que aun así va «paso a paso» por recomendación de su entrenador. «Me gustaría que ganara un diploma olímpico, y creo que puede volver a una final de cualquier campeonato, aunque quizás el afán de conseguirlo pronto le condicionara en los Juegos anteriores», se atreve a reflejar aun así Montiel, a quien lo que más le preocupa por ahora es «volver a conectar con Ignacio e ir apartando rivales en España».
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Ignacio Fontes vuelve a ser el referente de todos los niños del grupo de Jesús Montiel, con lo que eso implica. «Es un ídolo cercano, y me viene muy bien para enseñarles que él empezó igual que ellos y que tienen la misma calidad que él tenía en su día, y que la historia puede repetirse», señala el entrenador. Por ilusión no será.
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