El hockey patines se juega en Cájar

La competición se compone de 26 jornadas en las que los dos equipos de la provincia de Granada tratarán de hacer el mayor número de puntos posibles para evitar las cuatro plazas de descenso y mirar hacia arriba. En paralelo, está la incógnita de cómo gestionarán el avance de las jornadas. Las futuras lesiones o sanciones pueden complicar el rendimiento de unos equipos que son cortos porque la rotación de jugadores es limitada con solo cinco deportistas sobre el campo que están 'doblados' en el banquillo.

El hockey patines de Granada se ha propuesto convertir el bronce en plata. El CP Alhambra afronta una ambiciosa temporada en la tercera categoría nacional, en la que aspira a terminar entre los dos primeros para que eso le permita lograr el salto de categoría a Segunda división. Tras descender la pasada temporada a categoría autonómica y recuperar la plaza por la no inscripción de otro equipo de Andalucía, el CD Italicense, en este curso el club que preside y entrena Vicente Gran tiene claro que se ha reforzado bien y está en condiciones de competir con el resto de favoritos al ascenso.

Los números son el mejor termómetro para confirmar que este proyecto puede subir de categoría. En las diez jornadas que se han disputado por el momento los jugadores del CP Alhambra han ganado ocho encuentros y solo han perdido uno a domicilio, unos registros que les permiten ser ahora mismo segundos, derrotados únicamente por el equipo que les persigue en la clasificación, el PAS Alcoi, y con margen para seguir acumulando victorias antes de enfrentarse en la última jornada de la primera vuelta al líder de la competición, que aún no ha caído en esta campaña, al otro equipo de Alcoi, el Sporting Erum.

Vicente Gran, alma máter del proyecto, recuerda su etapa como jugador a finales de los años sesenta. Medio siglo después mantiene viva la llama del hockey sobre patines con uno de los dos clubes granadinos que participan en la Liga OK Bronce. Siempre ha estado vinculado a este deporte, que hace décadas se desarrollaba bajo el paraguas del Universidad de Granada, en el que Gran participó como jugador en el equipo de veteranos que tenía el club. Sin embargo, la Federación Española de Patinaje estableció hace décadas que ya no se podía jugar al descubierto y esto provocó que las instalaciones de la UGR ya no sirvieran para esta práctica deportiva, que requiere vallas para delimitar el campo de juego y dificulta el uso de una instalación para otros deportes. De hecho, la pista de Cájar es multiusos y el club debe compartirla con otros eventos que organice el ayuntamiento de la localidad.

«Los primeros años después de venir de Granada fueron de tránsito y en 2005 estuvimos cerca de dejar el hockey sobre patines, pero coincidió que vinieron unos jugadores de Cataluña a jugar con el equipo y dinamizamos el club, algo parecido a lo que también está ocurriendo este año», explica Gran, que ejerce como segundo técnico del equipo y también como presidente de la entidad. «La idea es contar con jugadores de aquí, pero también potenciar el equipo con chicos que vengan de fuera porque el nivel en España está bastante alto, cada vez va a más y es conveniente realizar fichajes», expresa Vicente Gran, satisfecho de los resultados que ha cosechado su equipo en las jornadas disputadas.

«El objetivo del equipo es subir a la Liga OK Plata», afirma con rotundidad el presidente de la entidad, que también espera que el Ayuntamiento de Cájar mejore las instalaciones de la pista. «Esto se puede potenciar bastante», asegura Vicente Gran, que recuerda que detrás del proyecto que se ha configurado para lograr el ascenso de categoría «hay que trabajar mucho en el rastreo de jugadores para conseguir fichajes». «Conseguir patrocinadores está muy complicado porque la salida de la crisis provocada por el coronavirus ha complicado muchísimo las ayudas», reflexiona el presidente del club, que recuerda que realizar incorporaciones como las de los jugadores catalanes que ahora forman parte del equipo es difícil para una entidad modesta como el CP Alhambra. No obstante, desvela que a través de un programa de ayudas de la Junta de Andalucía que favorece a las empresas que apuestan por patrocinar a equipos deportivos ha conseguido que entre dinero en la entidad. «Además tenemos algo de publicidad, vendemos lotería, lo típico…», cuenta Gran, que añade también que aunque lo habitual es solo jugar una jornada cada fin de semana hay ocasiones en las que se trata de concentrar partidos cuando se viaja a un lugar en el que hay más de un equipo.

Los entrenamientos son intensos. La plantilla, de diez jugadores, trata de aprovechar al máximo cada segundo que pasan encima de los patines para que el rendimiento cuando llega el partido sea el esperado. «Esta Liga ha madurado mucho, el nivel es muy alto», insiste Vicente Gran, que abandera también la máxima del partido a partido para después recordar que la Liga «es muy larga» y hay que trabajar «poco a poco» para lograr el objetivo. Ese entrenamiento es específico para los porteros, que trabajan de forma individual antes de medirse con sus compañeros en un trabajo más global y táctico. «La pareja de porteros que tenemos forma un gran tándem, tienen mucha complicidad y con los jugadores buscamos que trabajen los movimientos laterales», cierra.

El deporte en Cájar va sobre ruedas. Los patines son una insignia de la localidad gracias a uno de los clubes deportivos de hockey que compite cada fin de semana en la Liga OK Bronce. El Club Hockey Patín Cájar afronta una nueva temporada en la tercera categoría nacional, en la que juega con jóvenes forjados en su cantera que crecen con la ilusión de formar parte del sénior en el futuro. Un futuro que a día de hoy es una realidad para la primera plantilla del club, pero también para el resto de jóvenes promesas que se hacen mayores con un stick entre las manos. Medio centenar de chavales que saben patinar y golpear hasta el encontrar el minúsculo hueco que dejan los porteros para anotar.

Gabriel Muñoz es el vicepresidente del CHP Cájar. Tiene claro que el proyecto de su club se cimenta en potenciar el deporte base. «Empezamos con escuelas de patinaje para niños a partir de tres años en colaboración con el Ayuntamiento de Cájar, que ahora mismo cuenta con más de treinta niños. Luego, formamos a los chavales para que aprendan a utilizar el stick e integren las categorías del club», explica. El objetivo de Muñoz es que los pequeños comiencen a practicar hockey patines porque cree que es un deporte «que poca gente que lo ha practicado lo ha dejado. Todo el que lo prueba se engancha porque es muy rápido, perfecto para verlo en vivo». En el hockey sobre patines se trabaja la coordinación, los reflejos, la velocidad y el equilibrio. «Inconscientemente estás trabajando todo el cuerpo. Es un deporte en el que la forma física tiene que estar bastante equilibrada», explica el vicepresidente de la entidad, radiante de ver cómo la pista de Cájar se llena de jóvenes dispuestos a ponerse los patines y empezar a correr y golpear.

El club se sustenta gracias a las aportaciones que los propios jugadores realizan, en muchos casos a través de sus familias. «Contamos con el Ayuntamiento de Cájar, que apostó hace años por este deporte, para la cesión de las instalaciones. No obstante, necesitan una modernización y esperamos que en los próximos años podamos hacerla, y con lo que nos dan los patrocinadores que tratamos de buscar, pero el coste del club es caro por los partidos que se disputan fuera de casa y los desplazamientos», desarrolla Gabriel Muñoz. El CHP Cájar cuenta este curso con once equipos que comienzan a competir en categoría benjamín y crecen hasta convertirse en sénior. La plantilla de los 'mayores' lleva tres temporadas en la Liga OK Bronce, la tercera división nacional. El plantel fue séptimo en la pasada temporada y este año aspira a repetir esa posición y quizá aspirar a algo más. «Nos enfrentamos a equipos con mucha entidad en el hockey, pero no hay que dar ningún partido por perdido hasta que no se juega», añade el vicepresidente del club.

«Es muy complicado», reconoce Muñoz. Por debajo, hasta cuatro equipos descienden para abrir hueco a las entidades que se han quedado campeones en las ligas autonómicas. En ella, el CHP Cájar cuenta con un equipo 'B' en el que los jugadores más jóvenes se foguean antes de pasar al primer equipo. «Apostamos por la cantera, nuestra política no es hacer fichajes porque lo que buscamos es que se queden en el primer equipo cuando sean mayores y en el hockey patines las plantillas son de diez jugadores», explica Gabriel Muñoz.

De la gestión de la plantilla, que logró su primer triunfo el primer finde de diciembre, se encarga Moisés Yáñez, director deportivo del club y responsable del entrenamiento de los porteros del CHP Cájar. «Me dedico a organizar los entrenamientos de los equipos del club. Es un puzle complicado de cuadrar, sobre todo cuando hay que encajar los partidos», cuenta. Él es uno de los cerebros organizativos del club, pero también trabaja con quien tienen que guardar la meta de los equipos. Antes de asentarse en la entidad granadina trabajó para la diferentes federaciones autonómicas y ahora también es seleccionador femenino sub-17 de Andalucía.

Yáñez es uno de los integrantes del club que tiene el privilegio de entender el hockey desde sus dos vertientes, la del portero y la de los jugadores. «Ambos juegan un deporte diferente, porque los jugadores trabajan mucho la combinación y la constancia, mientras que el portero necesita explosividad y reflejos en poco tiempo», desarrolla Yáñez, que cuenta con un día a la semana en el que trabaja de forma específica con los porteros. Esto permite que el CHP Cájar sea reconocido fuera de Granada como una entidad en la que los porteros son un referente. «Se dice que los porteros son el 70% del equipo y con un buen portero parte del resultado está asegurado si se trabaja. Somos la envidia de Andalucía y en España se nos reconoce», cuenta Moisés Yáñez. En Cájar trabajan con esos porteros y con el deseo de ser el orgullo del hockey patines granadino.