«Este triunfo me hace ver que no hay distancia que se me resista»

Ganó un campeonato por el que ni tan siquiera tenía pensado competir con una marca de dos horas, 44 minutos y 17 segundos que supuso una nueva plusmarca nacional y la segunda mejor marca de siempre, solo superada por la de la italiana Eleonora Giorgi el 26 de enero de 2020, con 35 segundos más. «Me dijeron a cuánto lo tenía en la última vuelta y apreté, pero es que no tenía ni idea porque no tenía pensado conseguirlo. Es un aliciente estar entre las mejores marchadoras del mundo, pero yo no estoy aquí para batir récords sino para escribir mi propia historia, sobre todo si en plena pandemia puede inspirar a alguien que necesite esa motivación. Quienes amamos la disciplina de la marcha debemos hacer ver a los más pequeños que sus referentes están ahí; por eso terminé los 35 kilómetros», argumenta María Pérez.

En cualquier caso, el reto fue mayúsculo tanto a nivel físico como psicológico. «Fue muy positivo, sobre todo mentalmente. Me permitió preparar la capacidad aeróbica y anaeróbica. El objetivo era hacer treinta kilómetros en menos de dos horas y 33 minutos y añadí otros cinco; me sentí muy bien. Nunca había rodado tantos kilómetros e iba notando la carga, pero no me noté tan pesada. Aunque fuese a ritmos más lentos que en 20 kilómetros, porque empecé al mismo ritmo que suelo acabar en 20, me viene bien salir de la zona de confort», refleja la marchadora del Valencia.

Tantos kilómetros le dieron para mucho. «Tenía mucha incertidumbre respecto a cómo iría en los diez últimos kilómetros, y en esa recta final me iba hablando y cantando, haciéndome reír. Así se me pasaba más ameno. De vez en cuando enganchaba a algún hombre del 50 y me iba a por otros si tenían un ritmo más lento, pero nos íbamos animando. No le di demasiadas vueltas a la cabeza, aunque me dio para pensar», comenta con humor la campeona, cuya fortaleza mental siempre fue una de sus mayores virtudes.

Al terminar le dolían hasta las uñas por el impacto continuo con el asfalto. «Tuve algunas molestias al dormir y me levantaba de los espasmos, pero amanecí bastante bien, aunque con algo de molestia en el tobillo de tanto armar el pie durante tantos kilómetros y no estar acostumbrada», reconoce. Ahora le toca recuperarse, con una semana por delante en el CAR de Sierra Nevada con el beneficio de la altura, antes de plantarse el próximo 14 de marzo en el Campeonato de España de 20 kilómetros marcha en Murcia.

«Lo suyo sería hacer el doblete tras conseguir el de 35 kilómetros para obtener la plaza para la Copa de Europa de marcha, pero la Federación ya sabe cómo me encuentro y que motivación no me falta. El mayor aliciente no son las medallas sino encontrarme bien y saber que estoy en el camino correcto hacia los 20 kilómetros de los Juegos Olímpicos de Tokio en agosto. Aun así, el doblete sería muy estimulante para ir luego a Japón», admite la marchadora, que demostró ser la mejor del continente en los 20 kilómetros de Berlín 2018 y en el Mundial de Doha en 2019 con un octavo puesto de finalista.

Porque María Pérez tiene los cinco sentidos puestos en Tokio. «Es el gran objetivo de la temporada y allí la única distancia por ahora para mujeres será la de 20 kilómetros, así que es para la que trabajo. No teníamos pensado hacer 35, pero es una buena base para el verano, que es cuando tenemos que llegar más finos. Aquí el que manda es Jacinto, mi entrenador, y yo solo ejecuto, pero estaba contento y confío mucho en él», asegura la de Orce. «Siempre he tenido claro que las temporadas no son cómo se empiezan sino cómo acaban, y yo quiero terminar mejor de lo que he comenzado», se desafía, con la pelea por las medallas en los Juegos Olímpicos en el horizonte.

No obstante, este estreno en los 35 kilómetros le abre una puerta de futuro. «Va a ser una distancia asequible porque es el punto medio entre los 20 y los 50 kilómetros y puede ser divertido, porque al haber más kilómetros existe más incertidumbre de cara a las clasificaciones finales. Puede que sea una prueba incluso más atractiva mediáticamente», apunta María Pérez, que hoy en día no le dice que no a nada.