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Los atletas granadinos volvieron a trabajar al aire libre sin restricciones. M. P.
Desescalada

La élite del deporte granadino vuelve a sonreír

Los profesionales de alto nivel aprovechan para entrenar sin restricciones, aunque todavía haya 'policía de balcones' que se lo recrimine

Martes, 5 de mayo 2020, 01:52

Los deportistas granadinos de élite vuelven a lucir sonrisa tras más de cincuenta días confinados. Por fin ayer pudieron volver a entrenar sin restricciones horarias ... ni municipales, con el margen de libertad necesario para dedicarse profesionalmente a sus deportes. Algunos aprovecharon para salir fuera de las franjas horarias asignadas a deporte y paseo para el resto de la población; otros, para evitar que se les señalase, lo hicieron a la misma hora que todos los demás.

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Ni por esas se libró de cruzarse con otras personas María Pérez. La marchadora dio la vuelta a la Base Aérea «y a las 19:30h ya había gente», reseña. «Me fue muy bien, aunque se me hizo raro marchar en un carril bici después de tanto tiempo sobre tapiz. Me quedé con buenas sensaciones, aunque las agujetas ya las tenía, y espero ir mejorando poco a poco en modo de pretemporada», explica feliz la de Orce, en lo que ya considera «el inicio del camino hacia los Juegos Olímpicos de Tokio».

No se quedaron atrás sus compañeros marchadores Alberto Amezcua y Ainhoa Pinedo, quienes ya completan rodajes de 8 kilómetros. «Salí un poco tarde y lo pasé falta por el calor, pero podía esperar sensaciones peores. Salí por un circuito en los alrededores de Guadix, sentí algunos achaques pero llevé un ritmo aceptable», reseña el accitano. «Fue maravilloso entrenar bajo el sol y cruzarme con gente que también disfrutaba de su ratito de libertad, aunque ayer tuve agujetas», admite, por su parte, la algecireña residente en el Parque Nueva Granada.

El ciclista bastetano David Valero aprovechó ayer para rodar por carretera lejos de su municipio, cuya sierra ya visitó el sábado. «Nunca había estado tanto tiempo sin montar y eso que hasta he tenido huesos rotos. Fue una sensación bastante extraña, pero muy satisfactoria», reconoce. Aún lejos de sus territorios habituales, las pistas, el tenista Roberto Carballés y el palista Javi Ruiz también corretearon felices por Otura y la Ruta del Colesterol. «Aunque he estado haciendo mucho gimnasio pero salí el domingo y ayer me levanté con unas agujetas terribles, por aquí hay muchas cuestas», apunta Carballés. «Salí el mismo sábado y había mucha gente, así que para las siguientes madrugaré para salir a las siete de la mañana, que se está en la gloria», se promete Ruiz.

También van arrancando motores poco a poco los velocistas Dani Rodríguez y Laura Bueno. El primero trata de respetar su entrenamiento habitual de mañanas en la vega de Casanueva: «La verdad es que disfruté cuando salí, tenía ganas de que me diera el aire en la cara mientras corría». Ella, tras un año complicado de lesiones, sigue apreciando sus progresos aunque no abandone la prudencia: «Sentí algo cargados los ligamentos, pero es por la adaptación. Estoy muy feliz y deseando corretear sin ningún problema».

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«Me sentí un delincuente»

La otra cara de la moneda la vivió ayer el atleta Ignacio Fontes, que fue recriminado por algunos ciudadanos al hacer series en el Tico Medina para evitar aglomeraciones. «Tuve que pelearme con dos personas que me dijeron que no estaba respetando las franjas. Me sentí un delincuente, pero la ley está ahí. A mí tampoco me apetece entrenar a 30 grados, que me va a dar un chungo con el solazo», se justifica el mediofondista, feliz como un niño pequeño pese a la 'policía de balcones'. A ese respecto, Ainhoa Pinedo asegura que por ahora prefiere ceñirse «al horario de todo el mundo». «No puedo entender qué tienen algunos en contra de nosotros», apostilla Alberto Amezcua.

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