El atleta Ignacio Fontes se alista contra el coronavirus

Fontes es estudiante de tercer grado de Medicina e hijo de ginecóloco. «Aunque no esté en el foco estos días, he visto a mi padre agobiado. Está estudiando el coronavirus, hay miedo por el hecho de que el personal sanitario pueda contagiarse. Faltan médicos y la gente va a montones con el virus», expone el joven granadino, de 21 años. Él, en plena formación, no debería asumir ninguna responsabilidad en principio, pero tampoco lo descarta. «Por ahora están diciendo que sólo irán quienes hayan hecho el MIR y los del último año, pero pasaron por un grupo una circular y me apunté por si hacía falta echar una mano. Estoy viviendo esta crisis como algo mío porque quizás en unos años esté en la misma situación», confiesa Fontes.

El atleta médico, o el médico atleta, es tan duro con la sociedad española como lo es consigo mismo. «Estamos en una situación bastante jodida que no nos quisimos creer pese a que en China construyeron un hospital en diez días incluso. Me incluyo a mí mismo porque yo también creía que el COVID-19 era solo una gripe», se señala. «Ahora todos debemos remar en la misma dirección siendo responsables para evitar que el contagio vaya a más, ayudando a los sanitarios, para que todo esto termine lo antes posible», pide.

Mientras no sea llamado a filas, Ignacio Fontes seguirá entrenando en su piso y gracias a su nueva cinta para correr. El último campeón de Europa sub-23 al aire libre y reciente plata del Campeonato de España absoluto de pista cubierta, ambos éxitos en la distancia de 1.500 metros lisos, dejará atrás unos primeros días de «teléfono, Play y Netflix» para ponerse a recuperar kilómetros. «Gracias a esta cinta puedo salvar casi todos los entrenamientos, aunque también aprovecharé para estudiar», subraya el discípulo de Jesús Montiel.

A Fontes le gustaría salir a correr, pero no le dejan. Y lo entiende. «Aunque este es nuestro trabajo y nuestros ingresos dependen de nuestra forma, comprendo que es difícil», razona. No le cabe, no obstante, que se pretenda mantener la fecha para los Juegos Olímpicos de Tokio, a los que aspira: «Es una vergüenza que nos tengan con la incertidumbre».