Ciclismo

David Valero inicia el calendario de copas del mundo con el reto de defender su número uno

Con el deportista bastetano siempre está la incertidumbre de si la edad acabará pasándole factura a lo largo de la temporada. En 2022, disipó de un plumazo estas dudas con una grandísima gira norteamericana y un podio en el Mundial, en el que incluso se quedó con las ganas de colgarse la medalla de oro. Esta temporada se espera otro golpe en la mesa similar que demuestre que Valero todavía tiene gasolina para defender el próximo verano la medalla de bronce lograda en Tokio en los Juegos Olímpicos de París.

Antes está una exigente temporada que el deportista granadino ha preparado a conciencia sin esconder sus objetivos. «Estoy con mucha ilusión y ganas tras la gran temporada de 2022. Quiero conseguir puntos para clasificar para París 2024, que es el gran objetivo», asegura Valero, al que le motiva «mucho» representar a España en cada carrera de la Copa del Mundo.

«La tranquilidad al conseguir el objetivo de Tokio me ayudó mucho, ese no obsesionarse es muy importante. He ido cambiando cosas, metiendo más gimnasio… Con los años es complicado mejorar mucho, tienes que ir hilando más fino con el descanso, la alimentación, pero intentaré dar todo para rendir al máximo y poder estar entre los mejores de nuevo», expresa el corredor de Baza, que compone con Luca Braidot y Nino Schurter un trío de treintañeros que se resisten a dar paso a las nuevas generaciones del ciclismo de montaña y que quieren aguantar al menos hasta la cita olímpica de París, que se celebrará para los tres cerca de casa. David Valero ha entrenado este invierno en Granada y se concentró en Sierra Nevada tres semanas. El CAR suele ser una parada habitual de muchos deportistas de alta competición, pero en su caso además se complementa con los parajes próximos a la estación de esquí, que le han permitido incluso trabajar sobre la bicicleta de montaña. «La altura es una base importante en mi preparación. Muchas veces no es por la hipoxia o el efecto de la altura, sino por estar tranquilo, estar centrado entrenando, cuidándome y descansando. Estoy haciendo una buena pretemporada de cara a las primeras carreras, focalizado en la Copa del Mundo que junto con el Europeo y Mundial son los objetivos», destaca el corredor de Baza.

El calendario todavía es algo liviano en el mes de mayo, pero en junio pisa el acelerador de forma intensa y no da respiro hasta el final de verano. El fin de semana del 9-11 de junio se celebrará la segunda Copa del Mundo de la temporada en Lenzerheide (Suiza). Una semana después será la tercera, en este caso en Leogang (Austria). Tras esta cita se detiene la gran competición del ciclismo de montaña internacional y los corredores europeos viajarán hasta Cracovia (Polonia), en donde tendrá lugar el Europeo. A la siguiente semana se retomarán las copas del mundo en Val di Sole (Italia), en donde la competición finalizará con el mes de julio ya iniciado. Ahí habrá un pequeño parón, pero los ciclistas comenzarán la preparación del Mundial, que se disputará cerca de Edimburgo, en Glentress Forest (Escocia), el fin de semana que va del 9 al 12 de agosto. Tras ello comenzará un frenético final de la Copa del Mundo de 2023, con varias pruebas casi encadenadas. Agosto finalizará en Pal Arinsal (Andorra) y del 7 al 17 de septiembre está previsto en la Alta Saboya de Francia que coincidan todas las disciplinas del ciclismo de montaña en un gran festival de este deporte. La temporada de copas del mundo acabará con la gira norteamericana, que de nuevo hará parada en Snowshoe (EEUU), del 28 de septiembre al 1 de octubre, y en Mont-Sainte-Anne (Canadá), el siguiente fin de semana.