María Pérez, entre lágrimas: «Los sueños se hacen realidad a veces»
Declaraciones ·
La marchadora de Orce agradece que «el trabajo duro tenga su recompensa» y reconoce que arriesgó al cambiar de ritmo porque la pierna se le podía «bloquear» por la molestia que arrastraba«Estoy en un sueño», admitió María Pérez en sus primeras palabras a la retransmisión en directo de Teledeporte desde Budapest una vez cruzó la ... meta para proclamarse también campeona del mundo en 35 kilómetros marcha tras hacerlo cuatro días atrás de los 20. «Si ya lo estaba entonces…», suspiró. «El trabajo duro tiene su recompensa. Todo este tiempo de sufrimiento… solo tengo palabras de agradecimiento para todas las personas que me han apoyado», compartió.
Publicidad
María Pérez celebró su título por error al concluir la penúltima vuelta. «Tocaron la campaña cuando pasé antes con otro chico por delante y con tantos doblados y tantos kilómetros perdí la noción del tiempo», reconoció. La de Orce tuvo que «torear» con una molestia muscular que arrastraba desde antes incluso de la final de 20. «Al final vine sin dolor, y tengo que agradecérselo a los servicios médicos de la Federación, que estuvieron mañana y tarde conmigo y son mis héroes, por eso los saqué para hacerme una foto con ellos: para dejarles ese recuerdo», agradeció.
«Tenía la duda de si podría hacer cambios de ritmo, y fui haciéndolos pequeños aunque no fuese bueno para mí, y tampoco sabía si podría acabar. Sacar dos minutos en la última vuelta es mucho y pude disfrutar en los últimos cuatro kilómetros. Me la tenía que jugar, porque en función de mi pierna y de si se me bloqueaba podía no terminar… pero decidí arriesgar y me salió bien», festejó.
El próximo objetivo de María Pérez son los Juegos Olímpicos de París en 2024. «Son el sueño de cualquier deportista y es la última medalla que me falta», apuntó la granadina, que en Budapest quería «disfrutar de las dos distancias y terminarlas como objetivo» y lo consiguió. Antes de concluir, la marchadora quiso enviar saludos a sus vecinos en su pueblo, Orce, así como a todos sus amigos y su mujer, Noe. «Los sueños se hacen realidad a veces», cerró.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión