Ver fotos

Los participantes siempre tuvieron cerca una mano amiga y agradecieron los aplausos recibidos durante la carrera. REPORTAJE FOTOGRÁFICO: RAMÓN L. PÉREZ
Atletismo

El atletismo llena el Zaidín de solidaridad

La sexta edición de la carrera solidaria organizada por Aspace Granada acaba siendo un rotundo éxito gracias a la desinteresada colaboración de casi mil granadinos

Antonio Navarro

GRANADA

Domingo, 17 de octubre 2021, 19:39

El día invitaba a la práctica del deporte y casi mil granadinos no desperdiciaron la ocasión de calzarse las botas por una buena causa, poner ... su energía y sus fuerzas al servicio de Aspace –Asociación Granadina de Atención a Personas con Parálisis Cerebral – y correr por dos buenos motivos, por puro divertimento y por el hecho de que, al ser esta una carrera de marcado carácter solidario, cada euro de su inscripción irá destinado a personas que realmente lo necesitan para llevar una vida plena a pesar de las dificultades que han tenido que atravesar a lo largo de los últimos años.

Publicidad

La ilusión y la solidaridad eran los sentimientos que este domingo latían con más fuerza en el barrio del Zaidín, donde en otras ocasiones –y casi siempre en otros deportes– ganar es más una obligación que un premio. En la calle Mercedes Gabrois, en la que se encuentra la sede de Aspace y en la que se instaló la salida y la meta de la prueba, los más de 600 corredores inscritos querían competir pero sobre todo pasárselo bien ya que después de un terrible 2020 en el que la prueba fue muy descafeinada por los besos y los abrazos que la pandemia robó, esta vez la situación era bien diferente y el buen ritmo de vacunación permitió que la precaución –necesaria aún– no estuviese reñida con un abrazo o un saludo entre personas que se han visto obligadas a guardar muchos gestos de cariño durante los últimos meses.

Una vez iniciada la carrera algunos corredores activaron rápidamente el modo competición, destacando por encima de todos el papel de Césareo Ceballos –un habitual en los podios del Gran Fondo de Diputación–, que fue el indiscutible ganador al completar los cinco kilómetros del recorrido en 15 minutos y 49 segundos. Y si importante fue la presencia de corredores para que la carrera ganase visibilidad e incrementase su recaudación, imprescindible resultó la labor de más de 150 voluntarios y trabajadores de la asociación que se dejaron la piel en que todo transcurriese sin ningún problema.

Uno de ellos, David Rodríguez, cambió la adrenalina de la carrera por el voluntariado para probar cómo era la experiencia de ayudar organizando y no corriendo. Desde su silla de ruedas fue uno de los encargados de cortar el tráfico para que los coches que desconocían la existencia de la carrera y necesitaban pasar por el recorrido pudieran tomar un desvío y no interferir en la prueba. «Este año quería cambiar. Vivo con mi familia, pero vengo a la asociación porque trabajo con ellos y me hace ilusión ayudar en lo que se pueda», explicaba. Que la carrera se celebrase por una buena causa también animó a las instituciones públicas a arrimar el hombro y en la carrera y posterior entrega de premios hubo representantes de Ayuntamiento de Granada, Diputación y Junta. También hubo algunos rostros conocidos para los amantes del deporte granadino como la atleta Carolina Huertas –que se impuso en categoría femenina– o el atarfeño Juan Carlos Liñán –exjugador del Covirán Granada cuando el club militaba en ACB– que se acercó a correr pero, sobre todo, «a echar una mano».

Lo agradecieron participantes como los hermanos Jorge y Claudio Arrabal, que se impusieron en la categoría 'Discapacidad Silla Manual'. Jorge comentó a IDEAL que esta era «la tercera vez que corro con mi hermano», al que ayudaba con su silla manual, mientras que Claudio estaba más que ilusionado con la radio que iba incluida en su bolsa del corredor y que no dudaría en escuchar en cuanto lograsen comprar unas pilas. También disfrutaron Arturo, que tiene 62 años y vive ingresado en la sede de Aspace desde hace catorce, y su familia, que lo ayudó a completar el recorrido. Su hermana Encarnita no podía ocultar su emoción al verlo feliz porque esta experiencia «es muy emocionante» y porque el de la pandemia fue un año «muy duro» en el que estuvo «cuatro meses sin poder verlo ni besarlo». Ahora eso se ha solucionado y Encarnita pide subrayar la importancia que tiene la terapia con perros para que su hermano sea feliz. Como lo fueron todos los que ayer se acercaron al Zaidín para dignificar los valores del atletismo y ayudar a los demás.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad