Laura Bueno e Ignacio Fontes aseguran su participación en el Mundial
Dani Rodríguez hace historia en los 200 metros lisos, una prueba que no es internacional en pista cubierta
Laura Bueno e Ignacio Fontes aseguraron en el Campeonato de España absoluto de Ourense su presencia en el próximo Mundial de atletismo de Belgrado, que ... tiene previsto celebrarse del 18 al 20 de marzo. Los dos atletas granadinos entrenados por Jesús Mundial formarán parte de la expedición española tras el oro de la velocista en 400 metros lisos, con la posibilidad incluso de conformar el relevo largo femenino, y la plata del mediofondista en los 1.500. Fontes ya contaba con la marca mínima exigida al haber corrido en 3:37.94 en Sabadell el pasado 8 de febrero, pero Bueno aún debía rebasar los 52.90 segundos. Lo hizo en la final, a lo campeona, con una marca final de 52.77 todavía por encima de su mejor marca personal de 52.67, con la que se hizo en 2019, en la primera ronda del Campeonato de Europa de Glasgow. Lo volverá a intentar este miércoles en el World Indoor Tour de Madrid.
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«Lo dieron todo y fueron los atletas de siempre o incluso mejores», remarca orgulloso su entrenador, Jesús Montiel. La cuarta plata consecutiva de Ignacio Fontes ante la exhibición de Adel Mechaal no hizo sino reafirmarle en su fe en su atleta: «Con tiempo le batirá, porque Mechaal cuenta con la ventaja de su mayor experiencia. Aun así, le tiene casi igualado. Si Mechaal es un dios ahora mismo, Ignacio es otro». «Fue inteligente, valiente y muy responsable; no le vi mirar hacia atrás nunca, aunque le perseguían dos atletas también con mínima mundial como Saúl Ordóñez y Kevin López, y eso es muy valioso», reseña.
«Todavía alucino con lo hizo Mechaal, pero el oro llegará. Mi objetivo era asegurar la plaza para el Mundial y allí, en la final en la que tengo que meterme, puede pasar cualquier cosa. Hacer dos buenas marcas en la semifinal y la final en dos días es positivo para Belgrado», rescata Ignacio Fontes. «La final fue rapidísima, pero creo que no vacilé en ningún momento y seguí a Mechaal. Cuando vi que salió a tirar, me puse detrás. A falta de 600 metros frenó algo y hasta pensé en pasarle, pero me había descolgado tanto saliendo así de fuerte, habiendo hecho tres carreras antes, que prefería guardarme un poco porque me veía bien. Pensé que en el último 300 le podía dar un susto, pero qué va; siguió cambiando y ya en los últimos cien metros vi que no le cogía y me resigné a la segunda plaza, aunque con una marca muy, muy buena», relata.
Allí le acompañará su compañera Laura Bueno, cuya final salió tal y como la había visualizado: «Sabía lo que tenía en las piernas y si no conseguía la mínima en Ourense sería en Madrid. Fue una final de infarto, de las más rápidas en la historia, pero quería disfrutar porque es cuando mejor salen las cosas». Intentará superar su mínima de 52.67 este miércoles en Madrid. «Ya no siento la presión por ir al Mundial», se congratula. «Aún puede arañar medio segundo y debe intentarlo. Confiábamos en que podía hacer la mínima mundial en Ourense y en el margen que creía, bajando un segundo de la semifinal a la final; en su tónica», agrega su entrenador, Jesús Montiel.
Velocistas consagrados
No estará en Belgrado el velocista granadino Dani Rodríguez, que volvió a hacer historia del atletismo por segundo año consecutivo –tras emular en 2021 el doblete en 60 y 200 metros lisos de Jordi Mayoral pero con mejores marcas– al convertirse en el único atleta español de la historia capaz de hacerse en cinco ocasiones con el título absoluto de 200 metros lisos, una distancia que no incluye la competición internacional bajo techo. «Tuvo muchísimas dificultades por el edema óseo que sufrió semanas atrás, pero gracias a un fisioterapeuta de mi confianza al que entreno para bombero, Sergio Siles, consiguió llegar y ganar porque al final tiene la mentalidad del campeón», refleja su entrenador, Manolo Jiménez, líder del núcleo de velocistas 'Fuertes y rápidos'.
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El entrenador, que no pudo acudir a Ourense, se muestra orgulloso de todos sus velocistas. No solo de Dani Rodríguez o de la plata de Sonia Molina y el bronce de Pablo Montalvo, ambos en 60 metros lisos, sino que también del desempeño de la catalana Cristina Lara, quinta en el 60, y el madrileño Mario López, fuera de la final de la misma distancia por un desempate a cara o cruz con una moneda con otro velocista. «Todos, y también Cristina y Mario, se superaron a ellos mismos. Pudieron vencerse a sí mismos en sus propias batallas mentales, y eso hay que reseñarlo», invita a contemplar Manolo Jiménez. Mario López Moure, de hecho, trabaja en la hostelería granadina para poder mantenerse en Granada.
«Estoy bastante contenta, muy feliz por el rendimiento y por el cambio en mi forma de competir a la hora de centrarme mucho en mi carrera, en mis sensaciones y estado de forma, y olvidarme de las demás. Es lo que me ha hecho correr en 7.31, aunque me queda la espinita clavada de quedarme a una centésima del Mundial, pero es una locura de marca y hay que valorarlo así. Es un premio a todo el trabajo durante invierno y ahora pienso ya en verano y en los miles de objetivos y competiciones bonitas en las que quiero estar entre las mejores», analiza Sonia Molina, frustrada al ver rechazado su petición de hacer una nueva carrera de 60 metros lisos al abrigo del World Indoor Tour de Madrid, en prueba Open, para intentar el 7.30 que la llevaría a Belgrado. «Era la última bala que me quedaba», lamenta, aunque a la ciudadrealeña le cabe el orgullo por haber formado parte en Ourense de «una carrera histórica» con el récord de España de su amiga Maribel Pérez.
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El bronce de Pablo Montalvo fue inesperado incluso para él mismo, que llegó a verse fuera de la semifinal. «Desayuné aunque no suelo hacerlo antes de mi entrenamiento previo a la primera ronda e hice la peor carrera de la temporada, me vi fuera pero pasé quinto por tiempos. Seguía dormido, estaba bostezando», admite. «En las semifinales ya fui otro pero casi todos hicieron marca personal y empaté por el cuarto puesto en centésimas y milésimas incluso, así que o corríamos otra vez o lo echábamos a cara o cruz. Por suerte, me tocó y pasé a la final; Mario no tuvo esa suerte», lamenta. «En la final ya estaba muy enchufado y fui tercero. Muchos me dieron por muerto pero me superé a mí mismo y a todas las adversidades del fin de semana hasta conseguirlo», celebra el velocista gaditano, que arrastra una leve pubalgia que le condiciona más el entrenamiento que la competición.
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